Capítulo 4:La boda

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Estaba listándome para la maldita boda. Todavía no logró entender como llegue a este punto, de una chica con doble vida, de día Secretaria de mi padre y en la noche una chica corredora de motos que vive su vida al máximo, que al pensar en casarse pensaba que era algo insignificante pero aquí me encuentro a punto de casarme por culpa de mis padres, solo desearía que esto fuera un sueño pero no, mis padres me obligaron a ser suya, a casarme con alguien que no quiero, ni él me quiere me y para empeorar las cosas tengo que soportar que él tenga amante por el simple hecho que la ama mucho, pura estupidez.

Entra mi madre con un vestido azul, tacones del mismo color y maquillada

—Cariño ya tienes que empezar a vestirte ya casi se llega la hora de irnos a la iglesia.

—Claro.

Salió del cuarto me acerque donde estaba el vestido blanco, muy hermoso estilo princesa blanco de encaje
Me pongo unos tacones blanco.
Entra el maquillista Dani, el cual me arregla siempre.

—¡Te ves hermosa!

—Gracias Dani.

—Ahora vamos con el maquillaje nena para que brilles como nunca.

—Si claro has tu trabajo—El empieza a hacer su trabajo.



Ya Daniel había terminado de maquillarme y se había ido, me veía estupenda, no parecía yo.

Mis padres entran a la habitación.

—¡Emma te ves hermosa!

—¡Más que hermosa! —dijo papá—estas bellísima.

—Gracias.

—De verdad espero que algún día nos perdones.

—No tengo que perdonarles nada, yo sola tome la decisión de casarme con él no fue decisión de ustedes. No se culpen.

—Todo fue nuestra culpa, tu no querías, nosotros te convecinos de hacerlo.

—Claro que no lo hicieron, yo tenía la última palabra para aceptarlo y lo hice—me acerco a ellos y los abrazo.

—Es hora cariño tenemos que irnos—dijo papá finalizado el abrazo—. Creme que ya no quiero entregarte a es hombre.

—¿Listos?—pregunto.

—Nosotros si ¿y tú estás lista?

—Si ustedes lo están yo lo estoy.

—Bien vamos entonces—salimos de la casa ellos se van en un auto aparte y yo me voy en una limusina blanca a la cual le pertenecía al novio.

Un señor aproximadamente de cuarenta años arranca el auto y nos dirigimos a la iglesia detrás venían mis padres con la señora Valverde.

—Disculpa señor ¿me podría decir su nombre?

—Me llamo Carlos señorita, soy el chófer de el Señor Valverde.

—El chofer del ogro, soy Emma un gusto conocerlo.

—Espero que le vaya bien en su vida matrimonial.

—Carlos tenga por seguro que yo espero lo mismo.

—Tranquila señorita yo se toda la verdad y pienso que usted va a llegar a amar tanto a el señor como el Señor la va a amar a usted.

—Si sabe toda la verdad, también sabe que el imbécil tiene una noviecita de mierda, él nunca me va amar, es más estoy segura que no sabe que significa él término “amar”.

—Señorita él término con su novia ayer, todo por usted.

—¿No es que la quería?

—No la quería, solo dormí con ella en unas ocasiones, como lo hace con todas.

—Éstas insinuado que solo se va a  acostar conmigo y me va a dejar.

—No claro que no señorita

—Solo dígame Emma.

—Decía que no a usted nunca la usaría para esos términos tan feos señorita Emma usted va hacer su esposa, es diferente.

—¿Por qué lo d8ce tan seguro? Él es un maldito.

—Solo por el simple hecho que lo conozco desde niño y se que a sufrido bastante.

—Yo en serio desearía creerle.

—Ya llegamos Señorita es su hora de brillar—dijo estacionado el coche—le deseo suerte. Mi puerta se abre dejando ver a mi padre.

—¿Lista cariño?

—Lista—La entrada de la iglesia estaba llenaba de paparazzis.

Mi papá me ofrece su brazo, lo aceptó, suenan las campanas y papá y yo empezamos a caminar. La iglesia estaba llena de empresarios invitados por ambas familias y la familia de la feliz pareja a punto de casarse, llegamos a la par de Matías.

—Matías te entregó a mi tesoro más importante en mi vida a mi hija promete cuidar a mi pequeña.

—Sí lo prometo.

Mi padre me deja a la par de Matías y se retira y el cura empieza la misa sí era una boda católica supuestamente esos matrimonios no se rompen nunca hasta que la muerte los separe.

—Buenas tardes.

—Buenas tarde—respondemos.

—Queridos hermanos:
Llenos de alegría, hemos llegado a la casa del Señor para esta celebración, acompañado a Matías Valverde y Emma Villalobos en el día que se dispone a celebrar su unión matrimonial. Para ellos este momento es de singular importancia. Por ellos, acompañemos los con nuestro cariño, amistad y oración fraterna. Escuchemos atentamente con ellos la Palabra de Dios nos va a dirigir hoy. Después con la Santa Iglesia, invocaremos a Dios Padre, por Jesucristo, nuestro Señor para que acoja complacidos a estos hijos suyos que van a contraer matrimonio, los bendiga y les conceda vivir en unión permanente.
Amén.

No sabe lo que dice padre en unión permanente no me haga reír.




—¿Matías Valverde acepta a Emma Villalobos hasta que la muerte los separe?—vuelve a ver a una rubia oxigenada y yo la veo y me da una leve impresión que ella llora en silencio, una actriz profesional.

—Yo Matías Valverde te aceptó a ti Emma Villalobos como mi esposa y prometo ser te fiel en lo próspero y en la adverso, en la salud y en la enfermedad y amarte y respetar te todos los días de mi vida.

—¿Emma Villalobos aceptas a Matías Valverde hasta que la muerte los separe?

—Yo Emma Villalobos te aceptó a ti Matías Valverde como mi esposo y prometo ser te fiel en lo próspero y en la adverso, en la salud y en la enfermedad y amarte y respetar te todos los días de mi vida—digo sin titubear pero al instante de hacerlo se me hace un nudo en la garganta.

—Y si no hay nadie que se a ponga a este matrimonio por la ley que se me a otorgado los declaró marido y mujer puede besar a la novia.

El se ha cerca coloca sus manos en mi cintura yo enredo mis brazos en su cuello acercamos nuestras cabezas nuestros labios se rosan y después el me atrae a él provocando que el beso sea más intenso.

Después de nuestro beso el me toma de la mano y salimos de ahí, la gente que estaba nos tiran arroz y nos subimos a la limusina que una hora antes venía yo sola.

—¡Felicidades señores!

—Gracias.

Después de unos minutos de silencio llegamos a una casa que supongo es de los padres de Matías aquí se celebrará nuestra “feliz” unión.
Toma mi mano y salimos del auto, caminamos dentro de la casa.

Llegan Bruno y Ximena acompañados de mis padres.

—¡Felicidades!—dijo Ximena abrazo a Matías y luego a mi.

—¡Que sean muy felices!—dijo mamá repitiendo la acción de la Señora Ximena. Sentía que me iban a ahogar.

De mi padre recibí una cálida sonrisa pero después de todo era su hija y no le gustaba que estuviera con él.

—¡Felicidades!—dijo el señor Bruno pero su tono era frio, este señor es bipolar.

—Pasemos al jardín—dijo mamá.

—Vayan ustedes, mi padre y yo los alcanzamos más tarde—. Todos se retiraron y me dejaron sola con mi padre.

—Padre quiero la verdad.

—¿Qué verdad?

—La razón de porque estas así, eres mi padre y re conozco.

—No sé de que hablas.

—Padre por favor, ayúdame a entender la situación.

—Son cosas sin importancia.

—No me vas a decir tu, pero me lo va a decir el señor Bruno—le dije retándolo.

—Ya está bien le escuche decir que tú hacías cosas ilegales y que eso podían perjudicar a su hijo—abrí mis ojos como plato yo misma no dejado ninguna huella para que nadie se enterará de esto, es imposible.

—¿Qué?—no salía todavía del asombró.

—Yo no le creo tú, eres una señorita y nunca harías eso—me sonríe recuperando ese brillo.

—Si papá tú me conoces bien yo no haría eso—como me duele mentirte padre pero prometo salir de todo esto lo más antes posible—¿por eso esa fea actitud?

—Si cuando le asegure que eso era imposible, que nunca lo harías me aseguró que era cierto que iba conseguir pruebas.

—Eso es imposible, como las va a con seguir si yo no hago tales cosas—él no sabe con quien se mete, si quiere pruebas, pruebas va a obtendría pero serán falsas y lo avergonzare frente a su familia—tú sabes que yo soy incapaz de hacer semejantes tonterías para poner mi vida en peligro.

—Lo se pero cuídate mantendrá vigilada este tiempo—me sonrió—vamos a la fiesta.

—Ve tú primero, yo necesito ir al baño antes.

—Esta bien.

Subo a la habitación donde me había alistado para la boda y veo mi bolso, lo revisó y saco mi móvil y marco para llamar.

—Hola.

—¿Emma eres tú?

—La misma.

—Hace mucho que no hablamos.

—Desde que te fuiste con Justin.

—Cometí un gran error por no escucharte, pero ahora estoy mejor no escuchaste las noticias soy una empresaria.

—¡Me alegro por ti!

—¿Cómo van las carreras?

—Ya lo sabes lo normal.

—Me imagino que desde que me fui nadie te gana.

—Es lo lógico cariño.

—¿Qué necesitas pequeña Emma?

—Veras Eva necesito un favor de hermana mayor a hermana menor.

—Sabes que desde que me fui papá no me quiere ver ni en pintura.

—¿Con quien crees que hablas?

—Contigo.

—Exacto ahora quiero que muevas tu lindo trasero hasta aquí donde vivía.

—¿Vivía?

—Si vienes te cuento todo.

—Llegó en unos días.

—Victoria tendrá todo listo, te estaré esperando.

Cuelgo y salgo de la habitación y me dirijo hacia el jardín. Viendo a mi esposo con la rubia oxigenada de la iglesia, me acerco a la mesa y me siento para tener mejor vista.

Veo que le toma una mejilla y se hacer a ella, la besa. Siento algo raro en mi pecho y una pequeña lágrima sale, ¿qué mierdas me pasa? ¿Por que lloro? Joder, me empino una copa de vino.
Él se acerca y se sienta a mi lado. En estos momentos era hora de bailar el vals de bodas, él toma mi mano y caminamos hacia el centro de la pista de baile, empieza a sonar unas de mis canciones favoritas.
Como en el beso que nos dimos en la iglesia, yo pongo mis mano a en su cuello y él en mi cintura y los movemos al ritmo de la canción, es un momento perfecto en mi vida pero triste a la ves Matías me recuerda a él y es duro saber que lo perdí que él me uso como uso a todas.
Con Matías era igual él no me ama ¿y yo…?
Es difícil e imposible mandar el corazón, pero solo oculta tus emociones y todo está bien, mi corazón se está enamorando de pero no le hago bien, yo no puedo enamorarme de él sería un grave error el estaría en peligro sería mi debilidad y lo voy a permitir.

Terminó la canción y el me iba a besar moví mi cara de lado y beso mi mejilla.

—No cariño a mi no me vas a besar mientras ya hayas besado a una cualquiera.

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¡Hola!
Espero que les guste este capitulo.

🐼🐼🐼




Obligada a ser tuya. En Edicion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora