Bailando sobre nieve// Miriam²

Vuelta a casa

Un par de días en Málaga, en los que el trabajo de Miriam había pasado a un segundo plano, al menos las conversaciones sobre él.

Las dos tenían claro que poco a poco mimi tendría que ir enterándose de más cosas, sobre todo si esa "relación" iba hacia algún sitio.

La intención de Miriam de apartarse de todo ese mundo era real, tan real como que lo único que le importaba ahora mismo era no apartarse de la granadina, y en realidad esta, no pretendía presionarla. Miriam necesitaba sus tiempos para hacer las cosas bien, era un mundo difícil, no podía abandonar todo de la noche a la mañana, y eso era comprensible, por lo que dejaba que la gallega actuara a su modo. De todas formas, estaban de "vacaciones", y ya se sabe que las vacaciones son para disfrutarlas.

Y otra cosa no habrían hecho, pero disfrutar, habían disfrutado.

Pero como todo en la vida, lo bueno siempre se hace corto, y Miriam tenia obligaciones que atender en Barcelona, algún que otro evento en Madrid, tenía que hacer viajes hasta Valencia, lo de costumbre. El problema era que ahora le costaba un poquito más, tener que separarse de Mimi.

-Mimi, mañana tengo que volver a Barcelona. ¿Has pensado que vas a hacer? - la granadina levantaba la vista de su tostada de aguacate para encontrarse con la mirada de la gallega.

- ¿A qué te refieres? - torcía el gesto- ¿A si voy a volver a Barcelona? ¿O a si voy a hacerlo ahora?

- No sé, ¿A todo? - sonreía- No tengo ni idea de lo que tienes pensado hacer, y bueno...me interesa. - Mimi apoyaba la tostada en el plato, y daba un sorbo a su café

- Vale, tenemos que hablar-

Era un tema complicado pues cualquiera de las dos lo había obviado todos estos días. ¿Qué harían al volver a Barcelona? ¿Iban a hacer oficial que estaban juntas? ¿A ocultarlo? ¿Mimi pensaba seguir trabajando para ella? ¿Iba a quedarse en Huetor? Demasiadas preguntas de las que las dos temían algunas de las respuestas. Después de estos días allí juntas, volver a la realidad les costaba trabajo.

Terminaban de desayunar, después de las palabras de mimi, la gallega estaba algo inquieta, ella tampoco tenía demasiado claro cómo enfrentar las cosas allí, y la verdad, tenía miedo de que mimi no quisiera volver, y de alguna forma, verse obligada a separarse de ella.

-Miriam, no sé si trabajar para ti es una buena idea, no quiero que nadie piense que tengo algún tipo de beneficio, o no sé, ya sabes cómo es la gente

-Mimi, nadie va a pensar nada, tú ya trabajabas para mi antes de todo esto...

- Ya, pero no sé. ¿Qué se supone que tú y yo en el trabajo no somos más que jefa y empleada no? ¿Esto va a ser un secreto? ¿O como tienes tu pensado llevarlo? - Miriam suspiraba

-No tengo ni idea, estoy perdida en esto- pasaba sus manos por su pelo, no quería tomar una decisión que incomodara a mimi, y no la posicionara en el lugar que para ella tenía, pero tomara la decisión que tomara, podría no gustarle. - ¿Qué quieres hacer tú?

- Yo tampoco tengo ni idea- las dos se miraban echándose a reír- pues vaya dos....

-No quiero alejarme de ti Mimi, estos días han sido...-la gallega agachaba la mirada- cualquier adjetivo se quedaría absurdamente pequeño para definirlos. Lo único que tengo claro es...- levantando la mirada, sonreía pícaramente a Mimi- que quiero seguir desayunándote todos los días mimi, ¿Qué hacemos? - la granadina se reía, y poniéndose de pie, rodeaba la mesa que las separaba sin apartar sus ojos ni un segundo de los de la gallega.

Sin darle tiempo a reaccionar, tiro de su silla para hacerse sitio y se sentó a horcajadas sobre ella, cosa que la gallega aprovecho para posar sus manos en "el comienzo del cielo", como a ella le gustaba llamarle, apretando con fuerza lo que arranco un jadeo de la granadina