Bailando sobre nieve// Miriam²

No eres estupida

Entro en el club de una forma un tanto desesperada a la vista de cualquiera, ni sus escoltas, ni el cuidado que tenia ella siempre de evitar exponer su imagen demasiado, ni camila ni nada, no le importaba nada. Busco a aitana con la vista, y en cuanto la vio, se acerco a ella, y disculpandose con la gente que estaba alli, le pidio que subiera a su despacho.

No pudo evitar pararse un par de veces por el camino, no dejaba de ser una mujer de negocios, negocios muy importantes, y las relaciones personales que tenia con mucha de la gente que estaba alli, eran un punto importante para que fueran exitosos, ella misma sabia que no podia permitirse el lujo de hacerles un feo, asi que se veia en la obligacion de un par de sonrisas demasiado fingidas para el gusto de cualquiera, y algun apreton de manos.

Habria que decir que fue capaz de sortear con bastante soltura y educacion muchas de las conversaciones que en otra situacion se habria visto obligada a mantener, ya tenia su objetivo a tan solo dos pasos de ella, la puerta de salida y podria subir al despacho.

- Hombre leona, no sabia que estabas aqui- no era necesario darse la vuelta para reconocer esa voz, era el momento menos indicado, para que aquellos dos tuvieran una conversacion. Se giro, intentando poner la mejor cara que la situacion le permitia, y le daba muy poco margen, de verdad.

- ¿ que tal antonio? Tenia cosas que arreglar ya sabes- El chico se acercaba a ella, tendiendole la mano

Antonio y miriam tenian negocios hacia bastante tiempo, ella le ofrecia parte de sus contenedores de transporte cuando el tenia demasiado trabajo, ya que se dedicaba precisamente a eso, al transporte, y ella de alguna manera estaba iniciandose en ese mercado, y lo mismo hacia el cuando era ella quien tenia demasiada carga. Se podia decir que entre ellos se ayudaban porsupuesto siempre con un beneficio economico por el medio. No habia absolutamente nada mas que los uniera, miriam sabia el tipo de hombre que era, y no tenia ningun tipo de interes en mantenerlo cerca de ningun otro modo.

- Muy bien, me encanta el club, te ha quedado fantastico, tampoco es que esperara menos de ti- miriam sonreia

- Gracias, antonio, a ver si te llamo esta semana, tenemos que arreglar ciertas cosas. Ahora tengo que marcharme ya sabes como son los negocios, te requieren en todo momento- soltaba una de sus ultimas sonrisas fingidas, era tenerlo delante, y sentia que cada vez le quedaban menos, que se le agotaban. Tendio de nuevo su mano hacia el para despedirse, y el se la estrecho.

- Claro llamame cuando quieras- miriam se giraba por fin para marcharse- por cierto- de nuevo su voz la obligo a girarse de nuevo- una pena lo de mimi, era de lo mejor que tenias, espero que no te importe que se venga conmigo.

Antonio sonreia, la verdad era que el tampoco sabia lo que habia pasado entre ellas, y que el comentario no era con intencion de hacer daño. En ese mundo todos respetaban mucho a la leona, sabian que no era facil tratar con ella, no se dejaba tomar el pelo por nadie, y mucho menos jugar con sus cosas. Asi que sintio que lo mejor era avisarla primero de que queria llevarse a mimi a trabajar con el, que lo escuchara de el. Para evitar ningun tipo de conflicto con ella

Pero estaba claro que a miriam le dolia de otra forma, no en sus negocios, no en sus beneficios, aunque por un momento deseo que  solo fuera eso, deseo que mimi nunca hubiera pasado de ser una cuestion mas de negocios y de dinero, asi todo le seria mucho mas facil. Trago saliva con mas fuerza de la necesaria, cualquiera diria que algo se le habia quedado atragantado en la garganta, y nada mas lejos de la realidad, porque las ganas de cruzarle la cara las tenia ahi, entre pecho y espalda, y no las daba digerido.

- ¿ supongo que no supone ningun problema no ? - la tardanza de miriam en contestarle, la mirada que inconscientemente le estaba echando, porque desde luego ella no se estaba dando cuenta de la intensidad con la que lo miraba , habia logrado despertar en el algo de inquietud.