Bailando sobre nieve// Miriam²

Ni quiero, ni puedo

Miriam:

Gracias por regalarme un poquito de tu tiempo, un poquito de los tuyos, y tanto de ti.

Has logrado que verte así de feliz se convierta en un vicio, pero uno precioso

No te ofendas, ya te he dicho, que mientras sea en ti, cualquier cosa es bonita, incluso un mal vicio.

Estoy en Barcelona.

Nos vemos pronto.

El trato era que al menos tenia que enviarle un mensaje para avisarle de que había llegado bien, y no es que miriam estuviera acostumbrada a rendir cuentas a nadie, en realidad a lo que no se daba acostumbrado era a que a alguien le preocupase que llegara bien a su destino como le preocupaba a mimi.

Le delataba la sonrisa de adolescente enamorada que se le dibujaba en la cara cuando leyó el mensaje. Y de adolescente no tenia nada, y de enamorada.... bueno era demasiado pronto para hablar de amor sin miedo.

- ¿ Miriam no?- la madre de mimi se acercaba a su hija que estaba tumbada encima de su cama, con el móvil

- Si, que ya ha llegado a Barcelona- apartaba el teléfono a un lado, mientras la madre se sentaba en el borde de su cama, y ella se incorporaba.

- ¿ vas a contarme algo ?- mimi la miraba, intentando hacer creer a su madre que no tenia ni idea de lo que le hablaba- miriam....soy tu madre, por dios .

- Ay mama, no hay nada que contar- la granadina giraba la vista, cogiendo de nuevo su móvil

- Ten cuidado mimi, te he visto mirarla, y mi niña el amor es muy bonito, pero muy hijo de puta- miriam se giraba hacia ella sorprendida ¿ amor ?¿ en serio?

- Mama, que no estoy enamorada. - la madre se reía, llevándose un gesto de desaprobación de su hija- no se porque te ríes

- Porque te conozco miriam, ¿te recuerdo que te he parido?- hacia un gesto de obviedad- y aunque no lo hubiera hecho, es que se os ve......- se levantaba de la cama, mientras recogía las cosas

- ¿ se NOS ve?- hacia hincapié en el nos, porque vale que quizás a ella se le pusiera la carilla de tonta cuando estaba con miriam, pero que miriam no tenia esos sentimientos por ella, le parecía obvio. O eso quería ella creer

- Mira miriam- la madre volvía de nuevo a sentarse, agarrando esta vez su mano- sabes que yo nunca me he metido en tus relaciones, que mientras tengas cuidado a mi no me importa, quien decidas tu que esté  a tu lado. Pero déjame darte un consejo. Cuando te digo se os ve, es porque si, se os ve, a las dos. Que ella te quiere es mas que obvio, pero que esa chiquilla tiene demasiada historia detrás, también se ve. - apretaba la mano de su hija-no me malinterpretes, me encanta miriam, y me parece muy buena persona pero ... que es tu jefa mi niña, y eso no es un impedimento si os queréis, pero tu misma me has dicho que tiene muchos negocios, mucho dinero, mucho de todo......- mimi la miraba sin entender muy bien lo que quería decir su madre- pues que esta gente esta cansada de tener todo lo que quiere solo tirando de cheques, cuando las cosas se tuerzan un poco quizás miriam, siga la vida que ha tenido hasta ahora. Sinceramente hija, ¿ tu estas segura de que miriam si hiciera falta lucharía por ti, no ahora eh, algún día?

- Pues se ha cruzado media España solo para pedirme perdón- mimi estaba a la defensiva, porque en el fondo, su madre estaba materializando con palabras todos los miedos que ella tenia, y claro que no estaba segura, pero ahora necesitaba defenderla, necesitaba hacerlo, porque si no ella misma caería en lo mismo, y ella no era así. Ella no anticipaba los hechos, se sentía bien con ella, así , de este modo, ¿ tenia que pensar en lo que pasaría en un futuro ?