Señorita doblas...

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Eran las 8 de la mañana cuando la malagueña se fue a la habitación de mimi, donde por supuesto estaba Ana también, para despertarlas, a aquellas dos siempre se les pegaban las sabanas, si no fuera por Mireya la mitad de las veces, no llegarían a ningún sitio

- ¡¡VENGA CHICAS ARRIBA!!- decía mientras daba unos golpes en la cama

Mimi y Ana se revolvían dentro de la cama, es que Mireya tenia verdaderas luchas para conseguir que se levantaran

- Me voy a meter en la ducha, os advierto que os quiero al menos despiertas cuando salga, y preparadas para ir a ducharos, si no me voy sola, avisadas estáis

- Que si mire- le decía Ana, aun con la cabeza escondida en el cuello de su amiga

Mireya se iba a la ducha, con la esperanza de que estas dos estuvieran levantándose cuando volviera.

- Mimi venga vamos- la canaria dejaba golpecitos en el abdomen de su amiga para despertarla- vamos mimi, venga mimi, vamos mimi, despierta mimi- los golpecitos subían de su abdomen hasta su cara. Si había algo que a Ana le encantaba era darle golpecitos por la cara a mimi mientras dormía, es que tenía un dormir tan profundo, que juro que si no fuera porque respiraba muchas veces dudarían de que seguía viva, y ella parecía una niña pequeña jugando con su nariz, con su boca, hasta que mimi se hartaba y no le quedaba otra que despertarse

- Joder banaba déjame dormir- Ana se apartaba incorporándose

- Hasta los huevos estoy de ti Miriam, hasta los huevos- mimi se reía, aun sin abrir los ojos- como me vuelvas a llamar banana te juro que cuelgo una foto tuya en pelotas por todo el edificio, a ver si aprendes

- No eres capaz, además algún día te robare el móvil para que borres esas fotos, y dejes de chantajearme- decía mimi abriendo los ojos

- Nunca, eso nunca, son mis fotos, y ya sabes que cuando estoy sola...pues me vienen bien- la canaria se reía levantándose de la cama.

Es verdad que cuando Ana y mimi se conocieron, Ana intento ligar con ella, se llevaban tan bien desde el primer momento que pensaron que aquello podía ir mas allá de la amistad, y un día de fiesta se liaron, pero en el momento en el que se besaron las dos se apartaron y se echaron a reír, entre ellas nunca podía pasar nada, estaba claro que eran muy amigas, y por eso tenían tanta confianza. Desde aquello no se volvieron a separar, al poco tiempo comenzaron a vivir juntas, junto a Mireya, y desde ahí la relación fue cada día a más, y ahora eran uña y carne, es verdad que estaban todo el día discutiendo o picándose, pero cualquiera dos habrían dado la vida por la otra, sin dudarlo ni un segundo

Mimi se levantó de la cama también, no quería escuchar otra vez a Mireya echarles la bronca porque todavía no se habían levantado, se dirigió a la cocina a servirles un vaso de zumo a las demás, y otro para ella cuando Mireya entro en la cocina

- ¿dónde está la banana?

-Ves tía, es que te lo digo siempre, al final me va a llamar todo el mundo así joder- las dos rubias se reían, Mireya sabía que lo odiaba y lo hacía por picarla

- Venga a la ducha chicas, que es tarde y aun os tenéis que duchar las dos. - decía Mireya

- ¿nos duchamos juntas así acabamos antes rubia?

- Anita que si no te llegan las fotos me lo dices, y renuevas la galería, no hace falta que pongas excusas- las tres se rieron- venga va voy a coger la ropa, las dos chicas salían de la cocina hacia la habitación

- ¡CHICAS OS RECUERDO QUE HAY TRES BAÑOS, AH Y TRES HABITACIONES!!- Gritaba Mireya desde la cocina

- LO SABEMOS- añadía la canaria alejándose

Bailando sobre nieve// Miriam²Where stories live. Discover now