pizza guy. || newtmas

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Thomas estaba harto.

Estaba harto de su trabajo, de sus exámenes en el instituto que le provocaban ansiedad, de sus padres que intentaban presionarle a estudiar algo que no le gustaba y de sus compañeros de clase que se reían de él.

" Alegra esa cara, hombre. " se rió Brenda y le dio las dos cajas de pizza que tenía que llevar a su destino en menos de diez minutos.

Su pizzería no era una de las más famosas de la ciudad, pero no les iba mal. Brenda y Teresa eran algo mayores que Thomas, tenían veinticinco años mientras que él tenía diecisiete. Las dos chicas estaban a punto de casarse y las preparaciones para la boda las mantenían algo ocupadas, así que el castaño tenía que ayudar en todo lo que podía. No le importaba demasiado; las chicas le consideraban parte de la familia a estas alturas de la vida.

Thomas llevaba trabajando allí desde que tenía tan solo catorce años. No era algo muy legal, pero hace tres años a Brenda le habría dado igual contratar a quien sea con tal de obtener un poco de ayuda para llevar el negocio que con tanto esmero había fundado con su novia. Hizo prometer al chico que no diría nada a sus padres, y él aseguró que no les importaría.

Y tenía razón. Sus padres estaban siempre demasiado ocupados drogándose o gritándose entre ellos como para preguntarse dónde estaría vagando a las siete de la tarde su único hijo. Cuando le contó su historia a Brenda, con quien estaba mucho más unido que con Teresa, ella se prometió que no iba a dejar que le pasara nada mientras ella estuviera allí para impedirlo. Las dos chicas eran como sus hadas madrinas y se preocupaban por él más que nadie en el mundo. Era algo triste, teniendo en cuenta que Thomas sí tenía familia e iba a un instituto común en el que podría haber hecho amigos, pero por alguna razón a nadie le caía bien, lo que llevaba a constantes burlas de sus compañeros de clase.

Especialmente de Newt y Minho.

Minho, un estudiante nacido en Korea del Sur, que vino de intercambio hace dos años y decidió quedarse con el que a día de hoy sigue siendo su amigo, Newt. El asiático era alto y robusto, con músculos tan grandes que a veces uno se preguntaba si era capaz de pasar por una puerta normal. Tenía el pelo negro como el carbón y extremadamente suave y cuidado. Sus ojos eran pequeños y marrones. Era la estrella del equipo de atletismo del instituto, además de ser un imán de chicas.

Pero si Minho parecía increíble a los demás, era porque no habían conocido a Newt. El adolescente tenía dieciocho años, uno más que los demás estudiantes de su curso, ya que había repetido un año. Había nacido y pasado sus primeros años en Reino Unido y el acento se le había quedado, algo que hacía a todos en la escuela suspirar. Tenía un pelo rubio precioso, que le había ido creciendo a medida que los años iban pasando, y como jamás decidió cortárselo, ahora lo tenía bastante largo. A diferencia de Minho, él era capitán del equipo de fútbol; un deporte un tanto europeo, así que era normal que se le diera mejor que a los demás norteamericanos de la escuela.

Cuando Thomas pensaba en esos chicos, solamente pensamientos suicidas se le pasaban por la cabeza. Ambos eran el típico estereotipo de chico malo hetero de secundaria, con todas las chicas a sus pies y una larga reputación que les llevaba precediendo durante años.

Thomas no quería provocarles nunca; el chico lo intentaba, de verdad que lo hacía, pero ellos siempre encontraban alguna razón para reírse de él y de vez en cuando soltarle algún que otro golpe. Gracias a Dios el abuso físico nunca había sido algo de lo que fueron fanáticos; puede que no les gustara gastar tanto de su preciado tiempo en un mequetrefe que no tenía ropa de marca, o un coche o una moto cuando ya todo su curso se había sacado el carnét, o una novia o novio al menos.

A Thomas este tipo de cosas materiales nunca le habían preocupado, pero la sociedad le había metido en la cabeza que si no las tenía era menos que los demás, así que lo empezó a creer. Sonreía menos en clase, no levantaba la mano para contestar a pesar de ser un chico tremendamente listo, cuando algo le hacía gracia debía callarse por si a alguien se le ocurría burlarse de su risa...

Dylmas/Newtmas One-Shots.Where stories live. Discover now