EPILOGO

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Taria se encontraba envuelta en medio de una gigantesca celebración, la gente cantaba y vitoreaba al nuevo rey de Rhondia. La ciudad se vestía de fiesta, sobre todo en los sectores más bajos, pues recibían alimentos y bebidas gratuitas en todas las fiestas; y esta prometía ser una de las más grandes celebraciones en la historia.

La nueva pareja real, Soren Est Brum'a y Alani Est Ren'al eran transportados en un carruaje por las calles principales de la ciudad, en medio de gritos y cánticos, de jolgorio y despreocupación. En el barrio rico el recibimiento había sido menos cálido pero, les gustara o no, ellos habían sido quienes le habían elegido para formar un nuevo linaje. Soren había comprendido rápidamente que debería comenzar a jugar en el campo de la política, por más que él no lo quisiera, todos intentarían aventajarse y ganarse su favor, lo que le llevaría, sin lugar a dudas, a enemistarse con otros. De ahora en más debería ser más cauto que dentro de campo de batalla, la corte real de Rhondia era el centro de las disputas de unos nobles hambrientos que despedazarían a cualquier presa.

Alani parecía contenta, aunque sabía que en el fondo seguía preocupada. De no haber sido por ella, él hubiera rechazado la propuesta de Kirtan, algo que debería haber hecho de todas formas. Él no quería ser rey, aunque sabía que la estrategia de su amigo había logrado resolver tan arduo conflicto. Ahora le tocaba a él mantener los triunfos y restaurar el territorio rhondo, por todo lo demás se preocuparía después.

Cuando la procesión terminó, Soren entró en la sala principal del palacio, donde los nobles le aguardaban para la parte final del ritual de coronación. En cada apoyabrazos de su trono se encontraba una diadema. Una presentaba hermosas esmeraldas encuadradas en oro, formando un dibujo de hojas entrelazadas de color verde representando a los Ar-Gun; del otro lado, una diadema de dos metales (oro y plata), con una forma cóncava hacia el centro representando a Rhondia. Caminó hacia ellas a paso lento mientras los demás nobles guardaban silencio. Los Ar-Gun esperaban en el barrio de los artesanos, donde se sentían más a gusto y, aunque Soren los hubiera preferido en aquél recinto, solo algunos pocos de ellos estuvieron obligados a ir para funcionar como guardaespaldas.

Soren se sentó en el trono, y fue Alani la que se acercó y colocó la diadema verde sobre la cabeza de su esposo, luego, con paciencia, tomó la otra diadema y la colocó sobre la anterior. Estaban fabricadas de tal manera que encastraran perfectamente, y con un leve "click" la tarea de la nueva reina concluyó.

El nuevo rey se levantó y desenvainó su espada. La apuntó hacia el norte, luego hacia el sur, luego hacia el este y por último hacia el oeste. Todo ello era parte del ritual rhondo.

Los nobles se arrodillaron en signo de respeto agachando las cabezas, y Kirtan, que estaba en un costado del salón, la levantó lo suficiente como para ver a un Soren majestuoso, con rostro adusto y postura firme. Pudo también observar que le miraba, por lo que él hizo lo mismo. Una sonrisa cómplice entre ellos demostraba que estaban en la misma sintonía, que lo que fuera a pasar de ahora en más, sería un trabajo en conjunto para ellos.

Kirtan luego miró hacia otro lado, y vio a Loares arrodillado con una amplia sonrisa. Sin dudas, él había sido uno de los grandes vencedores de esta contienda. Lo único que esperaba es que el pacto no hubiera sido una mala elección.

Luego fue el momento del discurso, y Soren habló por más de media hora. Para ser un guerrero, humilde y austero, varios se sorprendieron por la firmeza, claridad y elección de sus palabras. O por lo menos eso le había parecido, pues no llegó a escuchar el final del discurso. Kadaz, que se encontraba a su lado, había salido a toda prisa sin motivo aparente, y Kirtan le siguió.

Una vez fuera, Kadaz estaba arrodillado tocando el piso, con los ojos cerrados, como rezando. Kirtan se quedó a su lado, pero luego de unos momentos, al ver que no respondía, rompió el silencio.

Ariantes: Un rey para dos reinosWhere stories live. Discover now