Después de una larga y exhausta vida en Europa, la familia de Owen toma la decisión de mudarse a una pequeña ciudad en un pais al otro lado del mar alejándolo de todo lo que alguna vez lo hizo feliz. Owen esta convencido que cada una de las cosas q...
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No supe nada de Owen durante los primeros días de la semana. Las clases estaban por finalizar y me veía obligada a continuar asistiendo a la escuela a causa de mis reportes y supuesta mala conducta; de todos modos, no estaba en posición de quejarme, más bien debía de agradecer que no me acortaran mis vacaciones haciendo que viniera a la escuela durante un mes más para ayudarlos a lijar bancas y pintar salones.
Y a causa de que no estamos haciendo absolutamente nada en clases, tuve que volver a hablar con Max para matar mi aburrimiento. No confió en él, y lo sabe, se disculpó por lo que paso aquel día en casa de Owen y ni siquiera me preguntó cómo habían resultado las cosas entre él y yo. Creo que mi actitud de indiferencia sobre el tema le dio a entender que no tenía nada bueno que decir al respecto.
Así que no hablamos de eso, solo pasamos los días jugando uno en nuestro salón de clases donde el aire acondicionado se mantenía encendido mientras nuestros compañeros estaban afuera disfrutando de su vida social.
En las horas de recreo salíamos a unas bancas cercas de la dirección donde casi no había alumnos, y los pocos que habían eran personas de primer año.
Los amigos de Owen en una ocasión se acercaron y sin preguntar se sentaron con nosotros. Tamara estuvo hablando con Max mientras que Santiago y yo nos limitamos a simplemente escuchar la plática sobre alienígenas que estaban teniendo. Minutos más tarde, Santiago daría su opinión respecto al tema y tendrían un extenso debate sobre la vida en otro planeta. Yo no contribuí, solo me quede sentada mirándolos platicar; algo dentro de mi tenía la esperanza que mencionaran a Owen y la razón de su ausencia, pero no lo hicieron, era como si hubiera desaparecido por completo. Aún tenía sus redes sociales, pero no era lo suficientemente valiente para revisarlas. Me temía encontrarme con algo que pudiera afectarme emocionalmente, como una foto con Penélope.
Ya se estaba hablando de las causas de su ausencia; se rumoreaba que había regresado a Londres o que simplemente adelanto sus vacaciones, pero esto no era posible, ya que él realizo labor social las veces suficientes como para que se le pudiera añadir el castigo de asistencia obligatoria hasta el último día como a mí, ahora era innegable que pasaría una parte de sus vacaciones en la escuela a causa de sus faltas.
Pensé en lo agotador que era ser popular o que la gente te reconociera, cuando Owen regreso el ultimo día de clases y paseaba por los pasillos tomado del brazo de Tamara todos los miraban, y sé que el notaba eso, porque se mantenía rígido. Supuse, que la cita con Penélope no había resultado nada bien, porque ella no se limitaba a ignorarlo cada vez que estuvieran cercas, seguramente hizo que se corriera el rumor entre las personas.
—Dicen que la dejo plantada.
—Owen no hace esas cosas —aseguré, lance una carta roja encima de su carta azul —. Él es muy puntual.
Aunque, había posibilidades de que fuera cierto, dadas las circunstancias de ese día la causa principal de su retraso pude haber sido yo, pero me aferro a creer que simplemente se retrasó.
