Después de una larga y exhausta vida en Europa, la familia de Owen toma la decisión de mudarse a una pequeña ciudad en un pais al otro lado del mar alejándolo de todo lo que alguna vez lo hizo feliz. Owen esta convencido que cada una de las cosas q...
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Salir con Owen se había sentido diferente, algo me decía que él era diferente pero no había tenido oportunidad de conocerlo por completo, oh al menos no como hoy. Al llegar a casa seguía pensando en aquella canción de The Beatles que escuchamos juntos mientras grabábamos el rio de mi ciudad y a una gaviota que tomaba agua, mire el techo de mi sala y solo pensé en eso y en lo feliz que me hacía hablar con una persona como Owen, alguien que no me tratara como los demás, alguien que me aceptara realmente, fue demasiado bueno para ser verdad; pero entonces recordé a Itzel y lo que significaba para nuestra amistad el seguirle hablando a Owen y comencé a llorar, porque no quería perderla, pero tampoco a él.
Hace mucho que no hacia un amigo y no me sentía de esta forma con uno, hojee un par de veces un libro desgastado y viejo que tenía en mi cama, y pensé como alguien podría ser como este libro, tan descuidado y roto, pero en unas buenas manos, se convertiría en un tesoro. Quizás Owen le gustaría leerme si yo fuera este libro, y entendería porque no hablo en la escuela y tengo expresión cansada, porque siempre agacho la cabeza, porque cubro mis rizos con varias cremas en las mañanas, porque siempre estoy en dirección o porque detesto completamente mi vida.
Ayer discutí con mi madre, había estado durmiendo todo el día, los dobles turnos la dejaron agotada. Apenas se levanta examina la cocina, si algo le puede molestar es que este sucia, pese a que ella no hace esfuerzos por mantenerla limpia. Pero en estos tiempos, soy paciente, sé que trabaja y que se cansa, aunque a veces repetírmelo no es suficiente cuando no deja de gritar buscando los más mínimos detalles para pelear.
Me pregunta sobre la escuela y le respondo que estoy bien cuando no es cierto, no puedo decirle que están molestándome o que los maestros están hartos de mi porque sé que no ayudaría en nada, al contrario, se molestaría porque no hago nada para que deje de pasarme, y quizás tiene razón, pero soy mala para poner límites y simplemente me siento diminuta ante ellos.
Luego me pregunta sobre mi papá, y tengo que mentirle, decirle que todo está bien entre ambos y que ha estado llegando temprano y no ebrio durante la madrugada haciendo mucho ruido por toda la casa como si fuera un niño pequeño dejando un completo desastre en cada rincón.
Peleamos porque le pido que no se queje de papá conmigo, entiendo su coraje, a veces yo también siento que mi padre tiene como único funcionamiento estorbar, pero tengo ya suficientes quejas sobre él conmigo misma, tantos conflictos e ideas deprimentes sobre mi padre que no deseo escuchar las de ella, quizás quiere desahogarse conmigo, pero yo no quiero eso, hay demasiados problemas ya en mí. Y eso le molesta, y por eso me grita una infinidad de cosas sobre que se siente harta, que quiere irse, que le estorbo hasta que se cansa y sale de la casa. Solo me quedo mirando el vaso donde tomo agua, inmóvil dejando que mis lágrimas cayeran, y luego me voy de ahí, a esconderme a cualquier sitio cuando escucho a mi padre llegar a la casa.
No puedo dejar de pensar en eso mientras observo el viejo libro, y luego pienso en él, siempre término pensando en él de una y otra forma, y decido dormir para evitar su recuerdo, para estar tranquila. El día fue muy bueno, no puedo dejar que mis padres me arruinen las cosas buenas que me pasan, no otra vez.
