-NO - sus quejas por gritarle no se hicieron esperar - Me mandas mensaje cuando vengas, ¿okey?

-Ay Alexandra - suspiró exasperado - Nos vemos mañana princesa y paso por ti a la una, más o menos.

-Hasta mañana.

-Adiós.

Finalicé la llamada y lancé el celular a la cama.

Saque un pijama de mi armario, me cambie y tumbe a la cama.

-Qué haces amor - preguntó James cerrando la puerta.

-Nada. Oye y Nicolás, ¿dónde está?

-Se fue con Steve.

-Uhm - esos dos se han hecho buenos amigos - Mañana voy a salir - informe antes de olvidarlo.

-¿Con quién?

-Con Kyle - se posiciono encima de mí sin recargar todo su peso.

-¿Estás cansada?

-EL vuelo fue agotador, pero tú me cansas más - sonreí colando una mano bajo su playera, acariciando su pecho - Eres insaciable.

-Ahora resulta que soy yo - se quejó haciéndose el indignado.

-Eres tú, amor.

-Claro - respondió irónico - Por esta vez te dejare descansar.

-Gracias.

Espere acomodada en mi lugar a que se cambiara, regreso enseguida acurrucándose a mi lado y caímos rendidos.

A la mañana siguiente, desayunamos temprano y James se marchó a la oficina junto a Evan. Dijo que llegarán tarde, tiene mucho trabajo en la empresa y saliendo irán a checar negocios de la mafia.

Mientras esperaba a Kyle, platico con Liz en la sala. El timbre sonó, unos pasos y gritos resonaron en el lugar - ¿Qué rayos ocurría?

-Señorita espere - Delia intentaba detener a una chica - Ya le dije que el Señor no se encuentra.

-Lo esperare aquí para que al regresar, mi amor se lleve una sorpresa - fruncí el ceño levantándome de golpe, mirando a las femeninas. Liz hizo lo mismo escudriñando a la chica que iba rumbo a las escaleras.

-Hey, ¿a dónde vas? - cuestione manteniendo una expresión neutra. La chica se detuvo y volteo a verme.

-¿Por qué te diría a ti?, no eres más que una empleada - su tono déspota mencionando aquello despertó una bomba de tiempo en mi interior - Y tráeme un vaso con agua - me miró con superioridad.

¡Ésta que se ha creído para hablarme de esa manera! - Liz río desquiciada, la tipa al escucharla frunció el ceño molesta. Ni siquiera la había notado.

-O sea, ¿si sabes con quién estás hablando? - se cruzó de brazos sin parar de reír - Bueno, te diré - relajo su rostro poniéndose seria - Ella - me señalo - A la que llamaste empleada, es la dueña y Señora de la casa. Se me olvidaba tu falta de neuronas - se llevó una mano a la cabeza negando - Para que entiendas mejor.

Ella es Alexandra Miller, la esposa de James - enfatizo orgullosa.

La cara de la rubia se desfiguro por la noticia.

-¿Qué haces aquí, April? - cuestionó frívola.

¡APRIL!, ¿Ella es April? - No puede ser - interiormente contaba hasta diez para no perder los estribos.

-James se casó - cuestionó riendo con ironía - No lo puedo creer, ¿enserio contigo? - sus ojos me escudriñaban con burla - Una pobre cosa sin gracia.

El reyWhere stories live. Discover now