18. Somos amigas, ¿No?

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— Todo bien. — Admitió con una sonrisa.

— ¿Y han hecho algo ya? — Pregunto Brittany con curiosidad y una sonrisa en el rostro. Anderson negó rápidamente.

— Es una relación de un mes casi dos, no habrá más que pequeños besos o abrazos. — Megan tenía una sonrisa en el rostro, de alguna manera ella tenía la certeza de que no perdería la apuesta, dijeran lo que dijeran.

— Como sigas así, va a dejarte por otra. — Brittany soltó sin poder evitarlo, Stacy la vio mal al igual que Megan. — Es mi amiga ella tiene que estar consciente de eso. — Pero su corazón latió fuerte al ver el rostro de Anderson desencajado.

Brittany realmente no contaba con eso, pero muy en el fondo sabía que Christoffer era buen chico, el no haría nada para lastimarla si de verdad se enamoraba de ella. Aunque tuviera sentimientos encontrados porque sí que quería ganar esa apuesta y también a Chris.

— No creo, he visto a Christoffer salir con otras chicas, y cuando quiere de novia a otra se los dice y termina la relación. No creo que yo sea la excepción. — Anderson estaba consiente que no todo era color de rosas, pero mantendría una mente positiva, y además eso de Chris era cierto, pero quería esforzarse con Chris.

— Bueno. Vamos a completar la primera misión. — Dijo Megan mientras ataba sus agujetas.

— Sí. — Brittany chilló con emoción. Pero unos sonidos en la puerta del cuarto de la cabaña que les había asignado les llamó la atención.

— ¿Te nos unes Lorraine? — Le preguntó Anderson a la menuda chica que tenían en frente de su cuarto.

— Si... Yo... Ya le pedí permiso al profesor y dijo que les preguntaría si podía unirme a ustedes. — Anderson sonrió.

— Claro. No hay problema. — Comentó y Lorraine le extendió sonriente una galleta de avena. Anderson la vio extrañada.

— Te traje una porque sé que te gustan. — Mencionó Lorraine de repente nerviosa. Anderson sonrió y la tomó.

— Gracias. — Dejó pasar a la chica para que fuera a acomodar sus cosas en una litera vacía. —  Vamos chicas tenemos que intentar completar rápido la misión. — Todas salieron.

La misión consistía en ir con un mini mapa del parque e ir a traer las provisiones para su cuarto en la noche, tenían que ir y volver antes de las diez.

— Yo no sé leer mapas. — Stacy se quejaba mientras le daba varias vueltas al papel.

— Dáselo a Anderson. — Se quejó Megan, mientras espantaba a los mosquitos, todas venían sin nada y Anderson llevaba puesta una pequeña mochila casi imperceptible a su espalda. Lorraine no le quitaba los ojos de encima a Anderson, quien tomó el papel en sus manos, primero vio la hora y la posición del sol, luego se fijó en la rosa de los vientos en el mapa. Y luego las demás solo la siguieron de cerca.

— Ten. — Anderson le extendió un frasco de repelente de mosquitos en crema a Megan. Ella lo vio y sonrió agradecida, se lo aplicaron todas mientras ella seguía la dirección que indicaba el mapa. — No se separen. — Pidió.

— Claro que no Capitana. — Habló Lorraine con una sonrisa viendo como Anderson caminaba a pasó seguro observando el camino. Anderson sonrió viendo a Lorraine.

— Gracias, ahora pongan atención en el mapa dice que podría haber osos que buscan comida. — Pero volteo a ver y se preocupó demasiado, Brittany no estaba con ellas. — ¿Y Brittany? — Pregunto asustada a las otras y ellas negaron atemorizadas. — No se separen. — Volvió a pedir ofuscada, regresando por los pasos que venían. — Brittany, Brittany. — Comenzó a gritar, y escucho un grito de dolor. Fue la primera en llegar corriendo a su lado.

— Creo que me quebré el pie. — Chilló esta con lágrimas en los ojos, mientras estaba tirada en el suelo. Lorraine y las demás esperaron las indicaciones de Anderson asustadas.

— ¿Puedes sentarte? — Le pregunto Anderson preocupada.

— Sí. — Dijo moviéndose en el camino. Anderson notó que, aunque sea podía mover el pie esa era buena señal.

De su mochila sacó un pequeño botiquín, y comenzó a limpiar y desinfectar las heridas de Brittany, Megan tenía una sonrisa en el rostro, la chica era un ángel. Luego con mucho cuidado vendo sus heridas y tobillo, por suerte había traído tres rollos de gaza.

— Ten. — Le pasó el mapa a Megan. — ¿Puedes llevarla? — Le preguntó a Lorraine que estaba más cerca señalándole la mochila.

— Si claro. — Asintió Lorraine con rapidez.

— Te llevaré en mi espalda. — Dijo agachándose y esperando a que Brittany se subiera. — Ayúdenla. — Pidió y las chicas ayudaron a Brittany a subirse a la espalda de Anderson, a Anderson le pareció que la chica no pesaba nada.

— ¿No peso? — Pregunto a apenada mientras seguían caminando. Anderson Negó.

— Para nada. Deberías de comer un poco más. — Los labios de Brittany mostraron una sonrisa genuina.

— Si engordo más lo chicos no pensarán que soy ardiente. —

— Deja que piensen lo que quieran, no eres perfecta nadie lo es. Es mejor que piensen que tienes un carácter ardiente. — Rieron las demás. Lorraine la miraba como su heroína. Megan entendía ahora porque el carácter de la chica atraía a las personas y ¿Cómo es que no tenía muchos amigos? Brittany en cambio pensaba que Anderson si era perfecta, seguramente sus padres la amaban por tener las mejores calificaciones.

— Gracias. — Murmuro Brittany al oído de Anderson esta sonrió.

— Es lo que hacen las amigas ¿No? — Anderson agachó la cabeza, y sonrió con alegría. — En realidad hay algo que no les he dicho. — Y las otras escucharon con atención.

— Estoy muy agradecida de que me hablen, sé que es el último año, pero estoy muy cómoda con todas ustedes, me agrada mucho su compañía, y creo que son las mejores amigas que he tenido, o bueno en realidad las únicas. — Admitió con sinceridad Anderson, a Megan se le encogió el corazón como a Lorraine, las otras dos se quedaron sin habla. Pero Megan sonrió.

— Sinceramente tu eres la primera amiga que tengo que no es una mala influencia. — Rio Megan. — Y no me desagrada eres un encantó. — Anderson devolvió su sonrisa.

— Tú me ayudaste cuando nadie más lo hizo, y creo que me gustaría ser tu amiga. Claro si tú me lo permites. — Habló Lorraine nerviosa viendo el suelo. Anderson rio.

— Claro que quiero ser tu amiga compañera. — Dijo obvia Anderson. Lorraine sonrió con alegría.

Entre que Megan le mostraba el mapa a Anderson para guiarlas, lograron regresar a las 8:48 pm. Todas esas horas, Anderson sostuvo a Brittany a su espalda, y no se quejó a pesar de que sus brazos se adormecían por momentos. 

El Demonio es un Ángel © ✔Where stories live. Discover now