El momento indicado

4.5K 120 15
                                    


-

- Tía yo es que como las cosas sigan así, me voy a tener que volver a granada, y ya me jode ahora volverme a casa de mis padres.

- Mimi tenías que haber ahorrado algo tía, así ahora tendrías para aguantar un par de meses como nosotras, pero es que te pierde la mano tía, siempre invitando a todo el mundo.... no se puede ser tan buena me canso de decírtelo

- Anita, que no tía que, aunque hubiera ahorrado, hubiera alargado esto un mes más, pero al final habría sido lo mismo. Tenemos que hacer algo para conseguir curro ya

- A ver que nos cuenta ahora mire cuando venga, si le fue bien igual nos puede meter en su curro nuevo

- Pues eso espero, ¿a qué hora vuelve?

- Dijo que tenía la entrevista a las 12, que hacía unos recados y venía a comer. ¿que por cierto que vamos a comer?

Mimi que ya se había levantado de aquel sofá, desesperada de tanto darle vueltas a la cabeza, buscando su paquete de tabaco por toda la cocina.

- Pues pasta comeremos Anita, por no perder la costumbre ¿no? Aunque si quieres saco los percebes y el resto de marisco, pero mejor lo dejamos para la cena- mimi rio irónicamente

- Muy graciosa mimi, esperemos que te rías cuando te cojas un tren de vuelta a granada y les expliques a tus padres, que la mujer que se había ido de casa, vuelve con el rabo entre las piernas- Ana se echó a reír, si había algo que le gustaba era picar a mimi

- Que hija de puta eres Anita, quien te vería llorar mientras me marcho en ese tren- gritaba mimi desde la cocina viendo como Ana marchaba a su habitación

Mimi, Mireya y Ana eran compañeras de piso desde hace un par de años, bueno eran mucho más que eso. Se habían conocido en un casting para una compañía de baile cuando se instalaron en Barcelona, las tres estaban un poco perdidas, y congeniaron desde el primer momento. Habían coincidido en muchos de sus trabajos, en el mundo del baile siempre se solía mover la misma gente, y siempre iban coincidiendo, aunque no siempre podían estar juntas.

Últimamente se había complicado lo de encontrar trabajo cada vez había más competencia y bueno ya se sabe en este mundo, a veces era necesario hacer algunos trabajos a mayores por los que ellas no estaban dispuestas a pasar. Y eso les cerraba algunas puertas. La vida en Barcelona no era precisamente barata y aunque Ana y Mireya eran bastante ahorradoras, mimi no lo era tanto, y ahora se veía con demasiados gastos y muy pocos ingresos

Mireya había ido esa mañana a una entrevista de trabajo, para un nuevo club que iban a abrir en el que supuestamente iban a hacer espectáculos de baile, y algunas performances, era un club bastante prestigioso por la impresión que le dio al llegar allí, no era como otros sitios en los que la mayoría del club eran diferentes pistas para que la gente viera los espectáculos de pie, cerca del escenario.

El club tenia sofás repartidos por todo el establecimiento, algunos más pequeños, otros algo más grandes, todo estaba decorado con un gusto moderno, pero muy íntimo, se le hacía bastante raro para una sala en Barcelona, si lo que pretendían era que funcionara bien, cuanta más gente mejor, o al menos entendía ella, que no tenía ni idea de cómo funcionaban las cosas allí.

- ¿Mireya bravo por favor?

- Yo

- venga conmigo por favor.

Aquella chica morena, de flequillo, tenía un cuerpo espectacular, y aquellos tacones entallados en aquel vestido, la verdad a Mireya no le habían ayudado nada a calmar sus nervios por la entrevista.

Bailando sobre nieve// Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora