Capítulo 23: La ceremonia.

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La pequeña Rhiannon, ya estaba con los padres de Catrin en Angus, mientras la joven guerrera fue a atender al dragón herido.
Estos estaban sorprendidos al ver a la niña hablar con tanto desparpajo e inteligencia a pesar de su corta edad, se notaba que tenía dotes de mando y liderazgo, y desde luego encajaba a la perfección con su futuro rol de Reina de Ehazur.
Mientras en Ehazur seguían los preparativos para la ceremonia entre Gare y Arianne.
-Hola Aidan, que lástima encontrarnos en estas circunstancias. -Dijo sarcásticamente Gare, desde el otro lado de las rejas del calabozo donde se encontraban Aidan y su padre.
-Eres un maldito traidor, y ten por seguro que pagarás por ello.- Respondió Aidan, después de escupir logrando alcanzar el rostro de su enemigo.
-Va a ser un espectáculo ver tu ejecución pública, después de mi ceremonia de bodas con Arianne. - Dijo Gare, mientras se limpiaba la cara con un pañuelo.
- ¡Arianne no te ama, ni nunca te amará, aunque te cases con ella, asqueroso bastardo! - Le contestó lleno de odio Aidan.
-¿Y eso importa? - Le respondió mientras reía. - Perdona pero te tengo que dejar, siento no poder seguir nuestra amena charla, pero cómo podrás suponer, estoy muy ocupado con los preparativos de la boda. - Dijo Gare antes de abandonar el lugar.

Mientras tanto Sarah, la madre de Aidan y esposa de Neakail, puesto que no la habían apresado junto con su esposo y su hijo, corrió para ponerse en contacto con los hombres que formaban parte de la resistencia secreta de Ehazur para informarles de los acontecimientos, tanto del regreso con vida de Aidan, como de la captura de él junto con su esposo a manos de los soldados del Rey.
Aunque estos no estaban al corriente de los planes de Draco ni de Gare, empezaron a pensar en una estrategia para poderlos liberar.
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Catrin había regresado al lugar donde estaba el dragón herido. Tras ponerle un ungüento preparado a base de extractos de hierbas curativas y vendar su herida, se disponía ya a regresar a su hogar, cuando de pronto vio surcar en el cielo a varios dragones blancos que acudían allí donde se encontraba ella todavía.
El Gran Dragón Blanco, hizo un majestuoso aterrizaje y se posó frente a la joven.
- Catrin, debemos decirte algo importante - Oyó dentro de su cabeza la voz del Dragón que se dirigía a ella.
- ¿De que se trata? - Le respondió ella mentalmente también al Dragón.
- Tenemos que llevarnos a la joven reina al hogar de los ancianos, dónde estuviste tú hace un tiempo. Ya tiene la edad suficiente, para que sea entrenada y también para que le sean revelados todos los secretos que debe conocer. Sobre Rhiannon recaerá una pesada responsabilidad. Deberá permanecer allí con ellos y con nosotros, hasta llegar a la adolescencia, cuando ya podrá regresar.- Le comunicó el Gran Dragón a Catrin.
- ¡Pero si aún no ha cumplido los 9 años, es demasiado pequeña, todavía necesita estar con su madre adoptiva, con Arianne! - Respondió contrariada la chica.
- La misión de Rhiannon, supera a los lazos humanos, tiene la edad precisa para ser entrenada, no podemos demorarnos más para ello. No hay más remedio- Sentenció la extraordinaria criatura celeste.
Catrin sabía que era en vano discutir con los dragones, ya que desde hacía siglos estos eran los que velaban por el Reino de Ehazur. Ellos valoraban mucho más el bien común, que los intereses individuales de nadie, fuera humano o dragón.
Así que muy a su pesar, tenía que aceptar la decisión impuesta por el líder de los Dragones Blancos.
- Iremos a Angus en dos días, tienes de plazo hasta entonces para comunicar a la niña su destino. Esperamos que utilices tu inteligencia para comunicarle la noticia de un modo que pueda entender y aceptar nuestro propósito para ella.
Recuerda que fuiste elegida para ser su protectora, su guardiana. - Le comunicó el Dragón.
- ¿Y no puedo ir yo también con Rhiannon? Quizás así le resulte más fácil de asimilar. No creo que le vaya a gustar vivir con un pareja de ancianos, aunque estos sean muy agradables.- Le suplicó Catrin al Gran Dragón.
-No. Tu debes quedarte en Angus. Tienes que pelear junto a tu gente. La niña estará bien protegida entre nosotros. Volverá contigo y con su madre cuando esté preparada. - Le contestó el jefe de los dragones. Y tras decir esas palabras, la criatura partió junto al resto de sus congéneres abandonando el lugar.
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Dragones Blancos (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora