Capítulo 14: El rescate. " Y Blaidd" ( Parte II )

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Aidan empezó a abrirse paso entre las tropas enemigas, dando golpes certeros y mortales. En cambio detrás suyo, los hombres valientes que le acompañaban empezaban a caer fatigados y malheridos. Al mirar hacia atrás a sus compañeros, se dio cuenta de que los había aventurado en una batalla que les conduciría a una muerte certera.

Parte de los soldados enemigos hicieron una barrera para impedir el paso hacía los cautivos. Con sus espadas desenvainadas, formaban un cerco de filos cortantes intimidatorio

-¡Retirada!¡ Marchaos! ¡Rápido!-Dando media vuelta gritó a sus hombres

No podía perder a más hombres, al menos si tenía que morir lo haría el solo.

Vio como sus hombres emprendían la huida, perseguidos por una lluvia de flechas ardiendo.

- No te abandonaré - Dijo Marcus el padre de Catrin, si tu mueres moriremos peleando juntos.

- Yo tampoco, - dijo uniéndose a ellos Borg, el guerrero mas entrenado.

Dando un golpe para arrear a sus caballos, emprendieron una veloz carrera hacia los cautivos.

Los soldados enemigos corrieron con sus propios caballos detrás suyo.

Enfrente de ellos se erguía el grupo de soldados que hacia de barrera impidiendo el paso a los cautivos.

Estaban atrapados enfrente suyo tenían los soldados que protegían a los cautivos y por detrás venían persiguiéndolos los demás.

Cuando los rodearon sus enemigos, Aidan, Marcos y Borg hicieron un circulo montados a sus caballos, para poder combatirlos en todos los frentes.

Tenían que luchar con dos o tres enemigos a la vez cada uno, en una increíble batalla de desgaste. Las espadas se movían a gran velocidad, protegiéndose y atacando casi al mismo tiempo.

- aggh - Gritó Borg, cayendo del caballo, una espada enemiga, había conseguido traspasar su costado.

Tendido en el suelo, con un charco de sangre, se le fue escapando la vida.

Otro golpe de espada, hirió al caballo de Marcus, e hizo que este cayera al suelo.

Aidan desmontó de su caballo rápidamente para proteger la vida de Marcus, logrando incorporar a su amigo, levantándolo del suelo.

Ahora espalda contra espalda, Aidan y Marcus se defendían de sus enemigos, en una increíble batalla de desgaste, dónde tenían cada vez las fuerzas más mermadas.

De pronto un fogonazo de fuego, vino en su ayuda, haciendo retroceder a sus enemigos.

Un gran Dragón blanco vino a socorrerlos, seguidos de varios más.

Los soldados corrieron a protegerse, donde sea que pudieran, mientras que estos seguían lanzándoles chorros de fuego, matando a varios de ellos.

Aidan y Marcus corrieron ahora en busca de los cautivos, que ya habían quedado libres de sus captores. Marcus buscaba entre ellos desesperadamente a su esposa y a su hija. Mientras que Aidan hacia lo propio, hasta que encontró a Catrin, junto a su madre, entre muchas otras mujeres y niños.

- No hay tiempo que perder- Gritó Aidan a las mujeres, mientras corría conduciéndolas a la salida del poblado. Solo podían huir a pie, pues los caballos habían escapado a causa de los dragones.

Al cabo de poco tiempo Marcus divisó a su familia junto a Aidan y se unió en su huida. Gradualmente fueron llegando a la salida del poblado, para adentrarse en el bosque que les servía de protección.

De pronto un ruido ensordecedor cruzó el airé. Un gran grupo de dragones negros acudió en auxilio de los soldados enemigos.

De inmediato empezó una lucha de fuego entre ambos grupos de dragones.

Zarpazos, coletazos, llamaradas, eran las armas de los dragones.

El poblado pronto fue un caos de fuego y sangre en una encarnizada batalla entre dragones. Gruñidos ensordecedores inundaban el aire, dentro de una atmósfera de humo y fuego prácticamente impenetrable.

Pero los dragones blancos en clara inferioridad numérica en la batalla tuvieron que retirarse en huida del lugar, siendo perseguidos, por los dragones enemigos.

Así el poblado quedó libre de la presencia de estos, y por tanto los soldados fueron en busca de los cautivos que se habían escapado. El botín de mujeres y esclavas era demasiado valioso para ellos, como para perderlo.

Mientras el grupo de fugitivos, empezaba a llegar al punto de encuentro, donde ya estaban los hombres que se habían retirado de la batalla por orden de Aidan. Allí había agua y algunas provisiones para el regreso del grupo. La espesura del bosque les servía de protección.

Poco a poco fueron reponiendo fuerzas, así que nuevamente se pusieron en marcha, pero intentaron hacerlo con el máximo de sigilo, pues se imaginaban que los estarían buscando.

Por otro lado los enemigos que les perseguían se habían dividido en varios grupos, a fin de tener más oportunidades de encontrar a los escapados, pues el bosque donde se escondían era muy grande.

- Fue extraordinario que vinierais en nuestro rescate, esos hombres nos tenían atemorizadas a todas. Pasaban cosas terribles en este lugar.- Le dijo Catrin a Aídan.

>>Hicieron una subasta con las más jóvenes, para ver que mujeres compraban como propias, para repartirsenos entre ellos, cómo si fuéramos ganado. A mi me compró uno de los soldados más ricos del lugar, según decía el mismo. Me asustaba ese hombre. Intentó besarme, pero me resistí y me abofeteó, tirándome al suelo. Me prometió que muy pronto me iba a hacer suya completamente. Dormía encerrada en una habitación de su casa, y por el día trabajaba con el resto de mujeres. A veces nos hacían trabajar incluso de noche, limpiando los establos, o mandándonos otras tareas. Yo prefería trabajar de noche, a dormir en aquella sucia habitación, temiendo que la puerta se abriera y viniera ese hombre a forzarme. Estoy segura que pronto lo hubiera intentado hacer si no hubierais llegado a tiempo a rescatarnos. ¡He pasado tanto miedo!- Le contaba Catrin entre sollozos a Aidan.

- Tranquila, no te preocupes, eso ya no va a ocurrir. Ahora estás a salvo. - Le contestó con una sonrisa tranquilizadora Aidan.

De pronto se oyeron ruidos y voces cercanas. Uno de los grupos de soldados enemigos, compuesto por unos 10 hombres, los había encontrado.

- Aidan y los hombres del grupo cogieron sus espadas para enfrentarse a ellos. Hubo una breve lucha, pero la destreza y habilidad de Aidan, ayudado por Marcus y los otros consiguió repeler el ataque. Algunos soldados enemigos murieron en el enfrentamiento, pero otros huyeron para buscar refuerzos.

- Vámonos, pronto volverán, con más hombres. Intentémonos alejarnos de este lugar...-Dijo Aidan al grupo.

Mientras todavía estaba hablando él, algunas flechas enemigas cruzaron volando el cielo, y una de ellas fue a impactar en un costado de la espalda, de Catrin.

Ella inmediatamente cayo al suelo, a lo que Aidan acudió a socorrerla.

- Vete, huye, sálvate tu, y salva al grupo, no quiero ser un estorbo para vosotros - Dijo Catrin con la respiración entrecortada...

- ¡No, no te dejaré morir aquí!- Le contestó Aidan mirándola con ojos vidriosos.

-----------Hasta aquí llega el capítulo de hoy, no olvidéis de votar y comentar lo que os ha parecido. Nos vemos pronto.


























Dragones Blancos (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora