Capítulo 10: El entierro de un guerrero.

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Gare contemplaba impotente la capa de Aidan, que se le había caído justo antes de saltar al río.

¡Cómo le hubiera gustado, darle muerte él mismo! Pero se le había escapado en el último segundo antes de darle caza. Aunque lo más probable era que estuviera muerto, que al fin y al cabo, ese era su propósito. Ahora ya no sería rival para él.

Con la capa en la mano, se le ocurrió una idea...

- Es muy tarde, y Aidan aún no llega a casa. - Dijo la madre del chico, visiblemente preocupada.

- Sí, es extraño. Sé que se fue a casa de Arianne, pero a estas horas ya siempre está de regreso a casa, quizás se haya entretenido más de la cuenta. Aunque sabe que mañana hemos de madrugar mucho. Le respondió el padre de Aidan a su mujer. - Voy a salir a buscarlo, iré primero a casa de Arianne, a ver si aún está ahí o sabe algo de él - Dijo mientras se ponía la capa de abrigo, pues en esa época del año ya helaba por las noches.

- Ten cuidado, ya sabes que a estas horas, pueden estar los soldados vigilando los caminos. - Le advirtió su mujer al tiempo que le daba un beso en la mejilla para despedirlo.

- Tranquila, sé cuidarme bien de mí, no sufras, verás que pronto regresó con Aidan también. Lo encontraré. - Tras eso cerró la puerta de su casa.

Tres repetidos golpes en la puerta sobresaltaron a la pequeña Rhiannon.

- ¿ Quién será mamá, nunca nadie viene a visitarnos por la noche?

- Tranquila pequeña, no te muevas de la cama - Entonces Arianne se levantó y tras ponerse la bata, se apresuró a coger en su mano el garrote que tenía detrás de la puerta a fin de protegerse de los intrusos y se acercó sigilósamente a la puerta.- ¿ Quién es ? ¿ Qué quieren a estas horas ? - Dijo ella tras la puerta.

- Soy Neakail, el padre de Aidan, ¿Está ahi, mi hijo? - Preguntó con voz fuerte el hombre.

Tras eso ella abrió la puerta y lo dejó pasar.

- No está, se marcho hace muchas horas. ¿Qué no a vuelto a casa todavía? - Preguntó Arianne, ahora preocupada.

- ¿ Pasa algo malo, mama ? - Preguntó la pequeña a su madre, habiéndose levantado de la cama.

- Vuelve a la cama, Rhiannon - Ordenó su madre a la niña, qué obedeció de inmediato.

- Quizás fue culpa mia - Dijo Arianne a Neakail-

- ¿ A qué te refieres ? - Preguntó él, cambiando su expresión en su rostro.

- El me pidió en matrimonio, y yo...yo no supe que contestar, y entré en la casa y lo dejé plantado afuera. Cuando volví a salir a disculparme por mi reacción, el ya se había marchado. - Dijo Arianne con la voz quebrada.

- Tranquila muchacha, no fue tu culpa, pero ahora lo importante es encontrar a Aidan lo más pronto posible, quizás ya esté en casa cuando regrese.- Le contestó el padre de Aidan, ahora ya con prisa por marcharse y continuar la búsqueda del joven.

Tras comprobar que no había regresado Aidan, cuando volvió Neakail a su casa, fue a buscar a sus amigos para que le ayudaran en la búsqueda de Aidan.

Los hombres salieron con antorchas a buscar al chico. Por suerte esa noche los soldados estaban festejando alguna cosa, y por tanto no había hombres haciendo guardia en los caminos.

La búsqueda continuó el resto de la noche.Gradualmente fue amaneciendo y los hombres tuvieron que volver a sus casas, para reponer fuerzas a fin de seguir buscando por la tarde, después de descansar y comer un poco.

No hacía mucho que había vuelto Neakail a su casa. Cuando llamaron a la puerta.

- Gare, ¿ Qué haces aquí ? - Dijo Sarah la madre de Aidan, al abrir la puerta, mientras su esposo estaba descansando un rato, después de la larga noche.

- Mis hombres y yo encontramos esta capa ensangrentada al lado del río, y nos pareció que era la que solía llevar Aidan. - Dijo Gare con rostro solemne y extendiendo la capa en el suelo de la casa.

- ¿Qué ocurre? - Apareció en escena Neakail, sobresaltado, sin haber podido reconciliar el sueño aún.

- Hola Neakail, mis hombres y nos unimos a la búsqueda de Aidan y encontramos esto al lado del río cerca de la gran cascada en el bosque oscuro.

Sarah y Neakail, comprobaron que realmente esa era la capa de Aidan, especialmente Sarah enseguida la reconoció, pues la había confeccionado ella misma, y además había bordado el nombre de su hijo, por la parte interior de la capa.

- Ayer, había muchos soldados en la zona, pues uno de los nuestros estuvo vigilando los movimientos del enemigo, y vio que estos perseguían a alguien, pero no pudo ver de quien se trataba. Al enterarnos de la desaparición de Aidan, fue al primer sitio que acudimos, y entonces vimos su capa, pero no había rastro de su cuerpo.Así que lo más probable es que le dieran muerte y arrojaran su cadáver al río. Sentimos ser los portadores de tan trágica noticia. - Puso Gare la mano sobre el hombro de la madre de Aidan, mientras ella permanecía inmóvil, cómo congelada ante tan cruel noticia. Pero tras breves segundos se arrojó al suelo cogiendo la capa apretadamente contra su pecho y llorando desconsoladamente.

Tras eso Gare y sus hombres apretaron la mano uno por uno a Neakail, para darle las condolencias, mientras este asentía con la cabeza, sin poder decir palabra por el tremendo nudo en la garganta que se le había formado, al tiempo que le empezaban a brillar los ojos.

Después de la partida de Gare y sus hombres, Neakail y sus compañeros fueron al lugar de la cascada, pero no encontraron ningún rastro más de Aidan.

Mientras, en la taberna los hombres de Gare celebraban el suceso.

- ¡Qué genial idea tuviste al matar la cabra y ensangrentar la capa de Aidan. - Dijo Jeff, uno de los hombres del grupo de Gare.

- ¡Sí, ahora ya no tendremos rival en nuestra lucha, y pronto será mía Arianne! Ella necesita mucho consuelo ahora. - Dijo riendo Gare seguro de si mismo.

La búsqueda del cuerpo del joven, continuó dos días más. Pero después de estos, se resignaron a creer las palabras de Gare, y empezaron a organizar el entierro de Aidan, poniendo en la caja de madera, la capa del chico en vez del cuerpo sin vida de Aidan, que les había sido imposible encontrar.

El día del entierro era un día frío, en el que empezaban a caer unos leves copos de nieve, allí se había congregado casi todo el pueblo y entre ellos casi desapercibida entre la multitud estaba Arianne, con el corazón desgarrado, dando la última despedida a su amado Aidan, junto a su pequeña Rhiannon, cogida fuertemente de la mano de su madre, mientras que con el otro brazo la niñita se enjugaba las lágrimas con su manga.

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Estaba totalmente desorientado cuando desperté. Una joven me miraba fijamente con una sonrisa.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? - Dije incorporándome rápidamente en la cama.

- Padres, venid, ya ha despertado - Gritó la joven emocionada.

- ¿Quién eres? - Le pregunté aún aturdido y con un enorme dolor de cabeza.

- Yo soy Catrin, y ¿tú quién eres? -Me preguntó la chica de grandes ojos verdes, mientras me miraba con curiosidad.

- Yo soy...soy... ¡perdón debo de recordar, debo de recordar! - Le contesté perplejo al ver que no recordaba nada...

- Tranquilo no te esfuerces, debes de descansar más - Dijo la madre de Catrin que se había presentado allí al oír a la chica que la llamaba.

- Te encontramos al lado del río, poco después de la gran cascada. Estabas inconsciente y con un gran golpe en la cabeza-Me explicó Catrin.

-Augg - Exclamé al tocarme la cabeza, que llevaba totalmente vendada.

- Tranquilo, descansa un poco, ahora te traeremos algo de comer. - Me dijo la joven, cogiéndome de la mano y apartándola de mi cabeza.






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