|CAPÍTULO 6|

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|PESADILLA|

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Mis ojos se abren casi de inmediato. 

   El canto de los pájaros en el exterior es lo primero que escucho, así como uno de ellos dando brincos en el alfeizar destruido de la ventana. Una sonrisa surge de mis labios al ver a alguien igual de débil que yo. Mi primer pensamiento al verlo es: hermoso; y el segundo, débil. Sus plumas son amarillas, retocadas con partes grises o naranjas en distintas zonas del cuerpo. Más que un pájaro, me dije, parecía un perro o un gato. Estoy segura de que si me acerco, con cuidado de no asustarlo, me tendería la pata o haría algún sonido extraño para que le diera de comer.

Comer.

   Lo repito una y otra vez en mi mente hasta que la palabra se me hace rara. Soy un Ghoul, mi resistencia es mayor respecto a los nutrientes... Pero eso no evita que las ganas de comer se disuelvan de inmediato. Me rugen las tripas, mis sentidos se agudizan y dentro de poco el Kakugan aparecerá en mis ojos, quiera o no. ¿Cuánto tiempo llevo sin comer? Por lo menos desde que llegué. Y ya han pasado por lo menos cinco días. ¿Dónde están Kaneki y los demás? Ni idea. Cuando me encuentro con alguno de los demás subyugados no me entra el valor suficiente como para preguntárselo a la cara; no con esas máscaras y caracteres. Y las pocas veces que me encuentro con alguno de los superiores o ejecutivos -como los Hermanos Bin- lo primero en lo que pienso es en salir corriendo de la misma estancia.

   En general, he perdido a mis únicos compañeros y me hayo completamente sola en un lugar lleno de asesinos despiadados que no dudarían en asesinarme mientras duermo por mis «lujos». Esa es otra. Mis supuestos privilegios por ser quién soy -cosa que no entiendo- son ahora la comidilla de toda la organización. Que digamos, las miradas tras las máscaras de diferentes miembros destacan bastante; en especial cuando estoy detrás de ellos escuchando las cosas que dicen sobre mi, o incluso a su lado trabajando en aquella cocina llena de restos de trozos humanos... No dudo en que dentro de poco me encuentren muerta y, por la falta de recursos, acaben comiéndose mi carne para no desperdiciarla.

   Voy caminando por los pasillos vacíos del Árbol acariciándome el brazo. Por muy cómoda que esté al dormir, caliente gracias a una manta otorgada por una persona desconocida; estaba completamente sola en un sitio donde no era querida. Si estuviera en mi apartamento encima de Anteiku, hablando con Touka en estos momentos, sería el momento en el que le contaría uno de mis mayores secretos... Aunque, me digo, ya los sabe todos.

   También se suponía que yo lo sabía todo de ella, y luego me encuentro con su hermano, el cual me aplasta la cabeza contra el suelo y me clava un cristal -algo muy extraño porque la piel de un Ghoul es imposible de perforar sin un Kagune,no un Quinque- en medio del estómago... Al parecer, no sabíamos muchas cosas la una de la otra, pero eso no evita que yo la eche de menos. Solo espero que ella no me haya olvidado tan rápido. Ahora que estoy aquí podría pensar en algunas cosas que no le haya contado a Touka por miedo a saber cómo se lo tomaba con su carácter explosivo.

   La voz de una persona fuera de mi cabeza es lo que me hace despertar de un pequeño trance, obligándome a dar media vuelta y averiguar quién era la persona que me llamaba una y otra vez sin descanso. «Otra vez no, por favor», me digo cuando veo a Lyon acercándose. Lleva las mismas ropas desgastadas, cabellos rubios, ojos azules y voz chillona que el día anterior. ¿Cuánta energía puede tener viviendo en este lugar?

-Buenos días, Ruby a secas -saluda con una sonrisa radiante en los labios-. ¿Has dormido bien? He escuchado que te han subido de rango.

-No me han subido de rango -replico-. Solo soy una subordinada más que se esfuerza por sobrevivir a su manera. Y no me gusta esto.

She's Weak -[Ayato Kirshima] [TOKYO GHOUL]Where stories live. Discover now