She's Weak -[Ayato Kirshima] [TOKYO GHOUL]

|CAPÍTULO 1|

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|ANTEIKU|

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Ser un Ghoul -es decir, un monstruo- es bastante complicado.

   La gente te ve como una bestia salvaje en la sociedad humana, por lo que muchos de ellos se dedican a su exterminación. De todos nosotros. Yo, que lo he vivido por mis propias carnes, sé cuán difícil es ganarse la vida siendo uno de ellos. Muchos de nosotros buscamos grupos camuflados en la sociedad humana para vivir, mientras que otros están solos en el mundo y se ganan la vida ocultándose en callejones, trabajos o casas abandonadas. Algunos no tienen el privilegio de llegar a la edad adulta por la escasez de carne humana. Supongo que es lo normal al ser un adefesión en la humanidad.

   Solo espero que los humanos -por lo menos, algunos- sepan que somos iguales a ellos, solo que con atributos más fuertes que ellos. ¿Y qué? Si la naturaleza nos creó así debe de ser por algo, ¿no? Soy de las que piensan que todos somos iguales, a excepción en el físico y género. Contamos con ciertas ventajas fisiológicas que nos ayudan a resistir más, a vivir mejor en la naturaleza de lo que haría un ser humano corriente. Mientras que ellos pueden soportar una caída de tres metros, los Ghouls somos capaces de resistir una mayor siempre y cuando contemos con la alimentación sea la adecuada. A pesar de que nos alimentemos de ellos o, en casos extremos, de otros Ghouls.

-¡Nishiki, desgraciado! -grita Touka desde el otro lado del cuarto.

   Nishiki es un camarero reciente en nuestra cafetería, en nuestra organización. Cuando eres Ghoul y no quieres morir, lo mejor que puedes hacer es unirte a la organización que lidera tu Distrito. A veces, incluso, puedes llegar a convertirte en su líder ganando poder. Nishiki era uno de los pocos Ghouls que no tenía asociación. Vivía por libre, sin llamar la atención de humanos y otros Ghouls. Hasta que Kaneki se encontró con él por casualidad y se vio obligado a entrar; cuando ves a tus seres queridos sufriendo, es lo mejor que puedes hacer para protegerlos.

   Estábamos recogiendo a altas horas de la noche las últimas cosas de los clientes en la cafetería para poder cerrar. Koma e Irimi, los dos camareros más experimentados de Anteiku, estaban al otro lado de la barra limpiando las tazas llenas de café, vasos y los platos de los aperitivos nocturnos; Nishiki y Touka recogían con bandejas de madera de muchos de esos anteriores -de la gente que faltaba por irse- mientras que Kaneki hablaba con el Gerente en la planta de arriba. Yo había terminado mi turno hace una hora, pero esperaba a que Touka terminase para irnos a la planta de arriba a estudiar. Mañana tendríamos un examen no muy importante, pero sí necesario si queríamos aprobar.

   Cuando eres Ghoul es importante saber camuflarte alrededor de los humanos. La mayoría de ellos ni siquiera se dan cuenta, puesto que tenemos las mismas características físicas que ellos, y normalmente pensamos igual; nuestro voto cuenta lo mismo que el suyo, indirectamente. Por eso, cuando tienes un trabajo y unos estudios, es importante que ninguno de ellos se den cuenta de lo que eres y de lo que haces. Comes a escondidas o intentas camuflar tu verdadero alimento bajo el correcto y normal, intentas imitar los comportamientos de lo que te rodean, y resistes el impulso de superar con el mejor record de toda la clase e instituto en Educación Física. En nuestro caso: somos simples camareras a tiempo parcial en una cafetería del Distrito 20 y para nuestra suerte, no nos han descubierto a ninguno.

Por ahora.

-¡Por lo menos yo no he tirado media vajilla al suelo porque el suelo estuviera mojado! -ladra Nishiki en su defensa.

Los ojos azules de Touka centellearon.

   Nunca había visto a Touka rendirse por una agresión verbal de Nishiki, y tampoco esperaba volver a verla así. Se iba a defender cuando los clientes terminasen de irse; los cuales estaban a punto de hacerlo por aquella discusión. Parecían haberlo acordado para cerrar antes de tiempo. Ojalá mi turno de mañana fuera así con Kaneki, pero no se puede tener todo lo que quieres con un muchacho demasiado tímido. Me recuerda a mi durante la infancia... Solo que él debe de haberla vivido rodeado de conejos y mariposas y no de esqueletos y máscaras como la mía. No es recomendable pasar toda tu infancia y preadolescencia con con emo-gótico igual que Uta, mi padre adoptivo, y menos si es un Ghoul del Distrito 4.