Capítulo 40: Inocente

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No había podido conciliar el sueño de nuevo.
YoonGi y Jungkook habían caído dormidos hace media hora mas o menos.
Me sentía culpable por haberlos preocupado de ese modo.
Ambos alfas estaban en la sala, subí para traer unas mantas y cubrirlos, lo que menos quería era que se enfermaran por mi culpa.

Suspiré y ordené un poco. Mi lobo se sentía inquieto hasta cansado.
Me senté cerca de la ventana y la abrí un poco...
Quería que el viento se llevara cada uno de mis tortuosos pensamientos...
Con pesadez salí al patio trasero, metí mis manos dentro de los bolsillos de mi pantalón de pijama.

Miré hacia el cielo.
Había sido un día demasiado cansado, un día demasiado agotador, un día demasiado abrumador, un día en el que mis ganas de vivir eran menos a cada segundo que pasaba...
Recordé como había empezado todo...

Me presenté como omega cuando recién cumplí quince años, me había tardado, pues según lo que me habían dicho y lo que había leído, los omegas podían presentarse desde los doce años en adelante, pero mayormente sucedía entre los doce y catorce años; los alfas eran los que siempre se presentaban antes que los demás, podían presentarse desde los ocho hasta los catorce y en escasos casos podían presentarse después de los diecisiete y los betas se presentan después de los quince...

Mis padres no se enteraron, pues utilizaba los neutralizadores diario, colocaba mi loción encima de ellos.
Mi hermano se fué de casa antes de cumplir los dieciocho, mi padre lo envió a estudiar en el extranjero, para que tuviera una mejor presentación ante las omegas.
Yo pude respirar en cuanto él se fué, desde el incidente que tuve con mi padre la primera vez, mi hermano mayor también comenzó a golpearme, cuando mis padres no estaban en casa, él aprovechaba su fuerza y me acorralaba, pasaba sus manos por mi cintura y mis piernas, hasta que yo lo golpeaba y lo tiraba al piso, corría a mi habitación y le ponía seguro, iba al baño y me encerraba, me encogía en mi lugar y me abrazaba a mi mismo.
Oía los golpeteos en la puerta...
Pero lo peor era cuando mi hermano tenía su celo y se quedaba en casa...
Esos días yo terminaba saliendo por la ventana de mi habitación y corría lejos de casa, luego de conocer a Jungkook esos días yo corría a su casa y me quedaba allí...
Había algo que a mi hermano molestaba y es que cuando yo volvía dos días después de escapar, él olfateaba mi ropa y me golpeaba por tener el olor de alguien mas encima...

Mi vida se había convertido en una pesadilla, y cada vez se iba poniendo peor. Mi madre nunca me defendió de los maltratos que llegué a recibir, mi padre cambió tanto...no era el hombre que jugaba conmigo o me leía antes de dormir, se había convertido en un monstruo, uno que me aterraba demasiado...

- Jimin?- la voz de Jungkook me hizo voltear y verlo- Por que lloras?- me preguntó

- Qué...- toqué mis mejillas y en efecto estaba llorando, desde cuando había comenzado a derramar lagrimas?, no había dado cuenta...

- Qué sucede?- me preguntó acercandose a mí. Por instinto me encogí en mi lugar teniendo miedo, los recuerdos que me habían abrumado no eran en absoluto reconfortantes, y lo que había sucedido aún estaba al rojo vivo en mis pensamientos.

"Solo es Jungkook...es nuestro amigo... recuerda eso, por favor..."

- Esto esta mal...- dije en un susurro

- Que cosa Jiminnie?

- Yo...- volví a susurrar

- De que hablas?- su voz estaba a punto de quebrarse

- La has pasado pesimo por mi culpa Kookie, te hice preocupar, hice preocupar a YoonGi, y yo...yo no lo merezco, soy un horrible amigo...no debería hacerte esto...- dije mientras lo miraba con tristeza

- No me has hecho nada Minnie...- me dijo y me abrazó- Me preocupé por que eres mi amigo, tu has estado conmigo siempre que lo he necesitado, cuando me enteré sobre la situación de mi padre me apoyaste, cuando mis cortes comenzaron ahí estuviste desde el principio sin cuestionarme, si yo necesitaba ayuda tu me la diste, cuando yo no comprendía algo me explicabas con paciencia, cuando yo ya no daba mas me tendías tu mano, respetaste mi silencio, estuviste cuando las lagrimas se hicieron presentes, me ayudaste cuando intentaba sanar y curar cada una de mis heridas...- Jungkook suspiró- Jimin...desde que nos conocemos has estado conmigo...

Quería creer eso. Quería creer que yo podía...pero era demasiado dificil hacerlo...

- Tú no tienes la culpa, Minnie...no es tu culpa...- me miró- No eres responsable de nada, responsables y culpables son todos aquellos que no supieron valorarte y cuidarte como debían...eres inocente Minnie...

Asentí y volví a abrazarlo.
De nueva cuenta estaba llorando, Jungkook me abrazó dejando leves caricias en mi cabello, como arrullandome...
Yo había escuchando demasiadas veces de la boca de mi madre que era mi responsabilidad, que solo yo tenía la culpa, que era la vergüenza de la familia, que era un estorbo para ellos...había sido mucho tiempo escuchando lo mismo que me era díficil creer algo diferente.

Pero agradecía a Jungkook por intentarlo....
Agradecía haber hecho equipo con él hace dos años, agradecía en verdad haber hablado con él...
Agradecía el que siguiera conmigo...

- Gracias Jungkookie...- sonreí levemente

- Eres mi mejor amigo Jiminnie...- dijo con una sonrisa que no podìa verla pero me la imaginaba- Que tal si curamos un poco esas heridas?- se separó de mí

- Sería muy buena idea...

Entramos a la casa y como dijo trató de curar mis heridas...no solo físicas sino que también emocionales.
Vendó mis muñecas y despertó a YoonGi quien fue hasta donde mí para abrazarme y besar mi rostro de manera juguetona...
Preparamos unos cuantos sandwiches con jalea de fresa y mas chocolate caliente para disfrutar de una madrugada de peliculas...

Heridas...Where stories live. Discover now