Estábamos en casa con Harry cenando en silencio, ninguno tenía palabras, solo pensábamos que en pasaría mañana.
-Creo que le llamare a mi mamá para contarle- dijo llevando un bocado a su boca.
-Si, deberías-le dije jugando con el contenido de mi plato, no tenía hambre, prestó atención a mis acciones y clavo sus ojos en los mios.
-Tienes que comer, entiendo tu situación pero debes estar bien-dijo algo serio.
-No, no lo entiendes, mi padre tiene pocas posibilidades de sobrevivir y si lo hace tendrá muchísimas secuelas, mi hermano no puede despertar de ese maldito coma y no sé cuándo volveré a mirarlo a los ojos y escuchar su voz, Harry siento que mi vida está acabando y no puedo hacer nada al respecto-las muy nombradas lagrimas querían salir, pero se los impedí, Harry bajó la mirada, luego de lo que dije note que se lo dije mal-Lo siento, no quiero pelear y menos contigo, es que esta situación me tiene mareada- dije apoyando mis codos sobre la mesa y tapando mi rostro con mis manos.
-No te disculpes, quizás no sé cuál es tu dolor, pero me pongo en tu lugar y debe ser horrible-le sonreí, o intente hacerlo y terminamos la cena.
Comencé a lavar los dos platos, vasos y cubiertos, guarde todo y subimos las escaleras, cuando nos quedamos simplemente parados frente a nuestras puertas.
-Que descanses-le dije sin moverme.
-Igualmente- se acercó y beso mi mejilla, sinceramente creí que me besaría, se dio la vuelta para entrar a su habitación sin mirarme a los ojos.
-Harry- se detuvo y se dio la vuelta para mirarme a los ojos-¿Por qué no me besaste?- fue la pregunta más directa que hice en mi vida entera, bajo la mirada.
-No lo sé, estas mal y no quiero que pienses que aprovecho la situación-me acerqué sin responderle y lo rodee por los costados formando un abrazo y lo besé lentamente, nunca pensaría que se aprovecharía, cuando reaccionó me tomó por la cintura y me abrazó, nos separamos y junte nuestras frentes.
-En este momento, lo que más necesito es tu cariño, que no me abandones-subió una de sus manos a mi mejilla.
-No te dejare-di un besó fugaz en sus labios.
-Buenas noches, Harry- me sonrió.
-Que descanses hermosa- entramos a nuestras habitaciones, me acosté y trate de conciliar el sueño, pero me era imposible, imágenes rápidas aparecían en mi mente, la camilla de mi padre y sus lastimaduras, Liam y sus ojos cerrados, poco a poco el cansancio me venció.
-No, no, no quiero, no papá no te vayas-las lágrimas caían a montones de mis mejillas, mi padre se alejaba lentamente dejándome sola en ese cuarto oscuro, sentí como me tomaban por los hombros.
-Melody- abrí mis ojos dificultosamente, un sueño, solo fue un sueño, cuando logre ver nítidamente vi a Harry en frente mío con cara de preocupación.
-¿Qué sucedió?-pregunté algo agitada con las lágrimas en mis mejillas.
-Tuviste una pesadilla, gritabas, llorabas, pero tranquila, estoy aquí- se acercó y me dio un cálido abrazo un poco más calmado.
-Harry ¿me traerías un poco de agua por favor?-me estire hacia mi izquierda y prendí el velador, cuando la habitación se ilumino pude notar con más claridad el rostro de Harry, también pude notar que solo llevaba sus boxers.
-Voy a traerte un poco- se levantó salió de mi cuarto, me levante y mire hacia mi espejo, estaba despeinada y mi pijama desacomodado, me hice nuevamente la cola en el cabello y baje un poco mi remera, lo cual fue tonto ya que igual dejaba ver mi vientre, me senté en mi cama nuevamente y mire el reloj, 3:45 a.m.
Llegó Harry con un vaso lleno de agua.
-Aquí tienes- le sonreí en forma de agradecimiento y bebí un gran sorbo-¿Te sientes mejor?-preguntó acariciando mi brazo.
-Si, gracias- me tape con solo una sábana ya que estaba acalorada.
-Bueno, nos vemos en la mañana-beso mi frente y apagó el velador para salir.
-No te vayas-le pedí en susurro rogando que escuchara.
-¿Qué necesitas?- me preguntó con ternura.
-Quédate conmigo- esperaba que me digiera que sí pero cerró la puerta y se acercó a mi cama, sonreí y me hice a un lado para dejarle espacio, se acostó y quedamos enfrentados, el silencio hacia que pudiera sentir su tranquila respiración.
-No me iré, estaré a tu lado-susurró brindándome una tranquilidad máxima, me acerqué y besé sus irresistibles labios, me abrazó y me acosté en su pecho, podía escuchar sus latidos que iban a un ritmo normal, su respiración hacia que su pecho suba y baje lentamente, acariciaba mi cabello haciendo que mi sueño llegué más rápido…
Narra Harry.
Un rayo de sol interrumpió mi sueño, abrí lentamente mis ojos y espere a que mis ojos se acostumbraran, mire a mi izquierda para observarla, dormía tan tranquila, sus ojos seguían un poco hinchados por el llanto, odiaba verla llorar, sentir que no puedo hacer nada para calmarla es algo que me desespera, mire hacia el reloj que se encontraba en su pared, ¿9:15 de la mañana?
-Rayos- maldije en susurró.
Nos habíamos quedado dormidos para la escuela, me moví lentamente para salir sin despertarla, pero me abrazo con más fuerzas, su cabeza subió para que su rostro quede acomodado sobre mi cuello, su calmada respiración chocaba contra mi cuello, su mano la cual se encontraba en mi abdomen paso a mi pecho, cuando su piel hacia contacto con la mía era tan electrizante, sentía algo en mi estómago que me incitaba a sonreír cada vez que la miraba a los ojos, era una chica que podría volver loco a cualquiera, pero ella no lo sabía, subestimaba demasiado su belleza, una chica de hermosos y profundos ojos en los cuales siempre me perdía, cabello por la cintura con unas perfectas ondas naturales, los labios más llamativos y dulces que probé en mi vida, un cuerpo hermoso que pedía un dueño, sinceramente moría de ganas de ser su dueño, moría por caminar por la calle tomados de la mano indicándole a cualquiera que ella era mía, poder besarla en cualquier lugar y cuando yo quiera sin sentir que estamos haciendo algo malo, amaba ver su sonrisa, y extrañaba esa sonrisa.
Desde que ocurrió el accidente no puedo ver esa perfecta sonrisa, sentía un fuerte dolor en el pecho al pensar que mi mejor amigo y mi tío estaban acostados en una camilla de la cual no se podían levantar, tenía fe de que mi amigo despertaría y pronto, pero me preocupaba mi tío, escuche al doctor hablar a solas con mi tía, diciéndole que no tenían muchas esperanzas y tampoco podían hacer demasiado, si sobrevivía tendría demasiadas secuelas, como …perder la sensibilidad en las piernas, fue ahí cuando entendí la gravedad de la situación, si mi tío sobrevivía podría quedar en una silla de ruedas por el resto de su vida, estaba pensando en la difícil situación que estábamos pasando cuando recordé que no llamé a mi madre para avisarle lo sucedido, me levante lentamente y antes de que Mel despertara coloqué un almohadón donde yo estaba acostado para que no sintiera mi ausencia, abrí la puerta y escuche un susurro.
-Harry- me di la vuelta y vi la escena más tierna que vi en mi vida, Mel abrazando el almohadón con una sonrisa en su rostro y sus ojos cerrados, salí de su cuarto y me dirigí al mío, tome mi celular y marque el número de mi casa, el tonó me indicó que estaba llamando.
-¿Diga?- escuche la dulce voz de mi madre.
- Hola mamá- dije sonriendo instantáneamente al escuchar su voz, realmente la extrañaba.
-Hijito, ¿Cómo estas mi cielo?- preguntó animadamente al escucharme.
-Bien, bueno en realidad llamaba para decirle malas noticias-no me dejo terminar cuando preguntó.
-¿Qué sucedió hijo, están bien todos allí?- me quede en silencio un segundo.
-No mamá, Liam y el tío tuvieron un accidente en el auto-hubo un silencio por unos cuatro segundos cuando preguntó..
-¿Cómo que un accidente?- su voz se quebró, era obvio que se pondría mal, Liam era como un hijo, de hecho es su madrina, y mi tío es como su hermano, todos nosotros somos amigos porque nuestros padres se conocen gracias a la secundaria y algunos desde la infancia.
-Si, chocaron camino a la empresa, el tío esta grave y Liam…está en un coma-escuché su llanto y me desespere al no estar junto a ella-Mamá confió en que todo estará bien, por favor no te pongas mal-me contesto entre llanto..
-No puedo hijo, son mi familia, iremos para allí-afirmo sin pensarlo.
-¿Qué? Mamá están en California-le recordé.
-Si, pero sacaremos pasajes, necesito verlos-sin dejarme responder dijo-Adiós hijo luego hablamos te amo, cuídate- su llanto se escuchaba a través del teléfono y me sentía mal por ella, cortó.
Salí de mi cuarto para bajar a hacer el desayuno, en mi cabeza había muchas cosas, mi madre, mi tío, Liam, Mel, me preguntaba si mi madre realmente volaría hasta Inglaterra, terminé de preparar el desayuno y como si la hubiese llamado con la mente apareció Mel con cara de dormida y una linda sonrisa en su rostro… Al fin, mis ojos volvieron a deslumbrarse con su sonrisa…
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¡Hola, Hola!
Bueno, les dejo otro capitulo.. Más largo que los de siempre por si no lo notaron jajaja
Gracias por leer, las amo. xx
