-Es tu casa, supongo que si – sonreí por su respuesta.

Se nota que no sabe nada de la mafia. Todo lo dice tan "inocentemente".

-¿Por qué tú no eres como él?

-¿Cómo? – cuestione con una ceja elevada.

-Supongo que tú también eres un mafioso como él, solo que tú no entras y me gritas. No pareces enojarte por todo como él, me sonríes y además... me inspiras algo de confianza – abrí los ojos como platos; su comentario me tomo por sorpresa.

-Y tu hermano me inspira miedo. Sin embargo, cuando lo miré por primera vez a los ojos sentí que ocultaba algo y cuando me abrazo sentí calidez.

Sentí mucha tranquilidad como la que me da mi papá cuando algo anda mal y eso me reconforta para seguir adelante, pero con él era diferente – miro a otro lado – fue una sensación extraña.

-Sí, somos unos mafiosos – confesé - Lo cierto es que nosotros no elegimos esta vida – añadí sin despegarle la vista. Ella volteo a verme.

-Gracias por eso que me dijiste. Pero por favor no juzgues a mi hermano porque no lo conoces bien. Hemos pasado por muchas cosas y quien más ha sufrido es él – agache la cabeza al decir eso, era un tema que no me gustaba tocar.

Recobre la postura enseguida.

-Supongo que tú no has sufrido como nosotros y no me mal entiendas, no te lo deseo ni a ti ni a nadie. Sé que estuvo mal que te secuestrara y aunque lo haya hecho porque le gustaste, eso no justifica su accionar.

Ser un mafioso no es fácil; si pudiéramos salir lo haríamos, créeme. Pero no es así.

-Perdón.

Los juzgue sin conocerlos olvidando que también son personas.

-No te preocupes – le sonreí – Te puedo hacer una pregunta – asintió.

-¿Te gustó James? – me miro confundida. Olvide que no sabe cómo se llama mi hermano – James es mi hermano – aclare su duda - ¿Te gustó? – bajo la mirada para ocultar su sonrojo.

A pesar de la poca luz que se colaba por la ventana podía ver sus mejillas sonrojadas.

-No...No lo sé... no lo conozco.

-Espero que te des la oportunidad de conocerlo. No es tan malo como parece y no te preocupes por el monstro, ya hable con él – le guiñe un ojo - Me voy para que duermas ya que como te dije, mañana será un día pesado y creo que todo cambiara para ti.

Me levante de la cama.

Una cosa más – me miro interrogante - No quiero que me veas como un monstro – pedí con una sonrisa - Si quieres podemos ser amigos – no espere que respondiera - Mañana te esperamos a desayunar porque por lo que veo no has comido nada.

Añadí mirando la bandeja llena, de comida que subió Sofí

-No tenía hambre y gracias – hizo una mueca – Buenas noches...

-Mi nombre es Evan – respondí sin quitar mi sonrisa - Gracias e igual Alexandra.

Salí antes de que preguntara algo más y me fui a mi habitación. Mañana será un día pesado, solo espero que todo termine bien y que James lo pueda resolver.

Kyle Coleman

-No puedo creer lo que ese imbécil hizo, ¿por qué secuestro a mi hermana? - me bebí otro vaso de whisky.

-Tranquilízate hijo – repetía mi padre por décima vez.

-No puedo papá, simplemente no puedo. ¡Cómo se atreve!

-Kyle, debes estar consciente de que hemos mantenido oculta a tu hermana de esta vida y por lo tanto James no la conocía. Espera a que lleguemos, él nos tiene que explicar.

-Si la llega a tocar o la lastima por mínimo que sea, lo mato papá – afirme enojado – Espero que no le haga nada a mi hermana porque James es mi mejor amigo. Pero el amor hacia mi hermana es demasiado y no dejare que la lastimen nunca.

-Siéntate Kyle – ordeno mi padre - Sé que amas a tu hermana; siempre la has protegido desde que su madre murió a pesar de que eso no te correspondía y te agradezco eso hijo.

-Es mi hermana papá. Simplemente no podía encerrarme en mi dolor, mi deber era cuidarla y no me agradezcas porque siempre has hecho de todo para que estemos bien – le sonreí de medio lado, mi papá hizo lo mismo.

-Al medio día estaremos en casa de los hermanos Miller. Quiero que lo dejes explicarse antes de actuar por tus impulsos, ¿entendiste Kyle? – me miró con una ceja elevada.

Mi padre me conoce a la perfección; sabe cómo soy cuando se trata de mi familia.

-Si.

Después de eso ya no hablamos. Solo pensaba en llegar y obtener una explicación.

El tiempo se pasó en un abrir y cerrar de ojos. Cuando menos sentí ya estábamos en California aterrizando; nos dirigirnos a nuestra casa de aquí para arreglarnos e ir por mí hermana.

Hice una llamada de nuevo.

-Hola – contestó un Evan adormilado. Reí en mis adentros, de seguro ni vio quién lo llamaba.

-Evan perdón por despertarte, no tengo ganas de hablar con James por eso te llame. En tres horas estaremos allá.

-Kyle... entiendo cómo debes sentirte. Perdón por lo que pasó, no sabíamos.

Apenas llegues hablamos y no te preocupes, ella está bien; un poco asustada. Anoche hable con ella y ya está más tranquila.

El silencio se hizo presente por unos segundos.

Alexandra no sabe que ustedes son mafiosos, ¿cierto? – Indagó - ¿Se lo dirán? – solté un suspiro frustrado.

Si por mí fuera evitaría hacer sufrir a mi hermana con esta noticia. La alejaría de todo y seguiría ocultándola como lo hemos hecho hasta ahora para evitarle problemas.

-Sí, hoy le diremos la verdad pues ya no podremos ocultarlo. Cuando nos veamos hablamos, addio hermano.

-Claro hermano, addio.

Esto es realmente frustrante.

Me llego un mensaje de un número desconocido.

"Ya nos llegó la noticia de que esconden a una hermosa chica, pero no podrás protegerla siempre. La encontraremos y nos cobraremos todas Coleman."

Ese mensaje me dejaba inquieto, tal vez dije de más cuando hable con Fabián. Sí que los chismes por bocones como él corren rápido, esta vez sería inevitable.

Tengo que hablar con Alex y cuidarla aún más. Solo espero que siempre este bien.

 Solo espero que siempre este bien

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El reyWhere stories live. Discover now