Capítulo 37 - Te creo

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—Hablando del rey de Roma —murmuré. —Me ha invitado a comer.

—Qué suerte, otros deberían tomar nota —dijo North lanzándole una mirada a su novio quien se encogió de hombros.

—Nos vemos esta noche. —Cogí mi mochila y dejé un beso en la mejilla a North y me despedía de los demás con la mano.

Salí de la cafetería y me dirigí hacia el aparcamiento. Atravesé la puerta principal y los jardines, llegando hasta Seth.

Era increíble lo fácil que era encontrarlo, y es que destacaba con facilidad entre la multitud. A pesar de los cientos de coches aparcados y personas andando de un lado a otro, mis ojos se posaron fácilmente en él. Con su tupé desaliñado, sus ojos ocultos tras unas Ray Ban clásicas, su cazadora de cuero y sus vaqueros rotos, apoyado en el Cadillac rojo descapotable que solía conducir.

Anduve hacia él con decisión mientras una sonrisa se colocaba en sus labios al verme. Llegué hasta él y dejé un beso en sus labios.

—Hola preciosa —dijo a modo de saludo.

—Hola guapo —le seguí la broma. Colocó sus manos en mis caderas, atrayéndome hacia él.

—Llevo observándote un buen rato y quería saber .. ¿Haces algo esta noche? —bromeó mientras jugueteaba con mi pelo.

—Eres todo un seductor señor Ford. —No tardó en sacar esa sonrisa de superioridad tan característica en él, levantó las cejas y se encogió de hombros.

—Lo llevo en la sangre.

Dejé otro beso en sus labios y me introduje en el coche bajo su atenta mirada. No tardó en dar la vuelta e imitar mi acción.

—No has venido a clases —dije mientras encendía el motor.

—He tenido cosas que hacer. —Se excusó.

Pronto salimos del recinto de la universidad y nos acercamos a la ciudad.

El silencio se hizo en el coche, pero no un silencio incómodo, habíamos superado esa fase. Podíamos simplemente callarnos por unos minutos y disfrutar de un agradable silencio.

Paramos en uno de los semáforos y cogí mi mochila, sacando mi libreta. Instintivamente, la abrí por la lista que llevaba semanas ideando.

—Seth ... —comencé.

—No —se negó rápidamente. —Ya sé lo que vas a decir, es un no.

—He hecho esta lista. —Lo ignoré, enseñándole la libreta. Le echó un rápido vistazo y volvió a negar.

—Violet ya te lo he explicado, no es mi culpa que salgamos en las noticias cada dos días. La gente se ha tomado enserio eso de Bonnie y Clyde, no queremos llamar demasiado la atención y que el FBI se meta por en medio. Tenemos que esperar a que se calmen las cosas. —Suspiré y cerré la libreta desilusionada.

—Me quedaré con tu lista y me aseguraré de que reciban dinero. —Accedió.

—¿No puedo al menos hacer otras cosas? Quiero participar en los negocios de la banda.

—¿Me estás diciendo que quieres ser traficante a parte de ladrona? —me encogí de hombros. —Ni hablar, ya tienes un currículum bastante completo. —Resoplé mientras miraba por la ventana.

—Apenas conozco a nadie de la banda, sólo vosotros .. y Spark.

—¿Para qué quieres conocer a ladrones, asesinos, traficantes y violadores? Además, no tienes por qué conocer a nadie, pronto nos iremos-. —Fruncí el ceño sin entender. —Nosotros, Chad, Mia y Spark, no necesitamos a nadie más, podemos marcar la diferencia.

—¿Piensas abandonar a Frank? —pregunté incrédula.

—Frank tiene a más de cien personas chupándole el culo diariamente, estará bien.

—Dices eso porque sigues enfadado con él. —Me ignoró y fijó su mirada en la carretera.

Llegamos al edificio de Frank y dejamos el coche en el parking. Nos subimos al ascensor y marcamos el ático.

Observé a Seth por unos instantes mientras miraba el teléfono despreocupado, y algo invadió mi mente.

—Casi se me olvidaba —la mirada de Seth se encontró con la mía. —Esta noche hay una fiesta —Seth levantó una ceja expectante. —En una de las universidades del campus, sólo para estudiantes.

—¿Me estás pidiendo permiso para ir? —preguntó confuso.

—No idiota, te estoy pidiendo que vengas conmigo. —No tardó ni medio segundo en negarse.

—Ni hablar.

—¡Por favor! —Insistí.

—Ya he atendido una fiesta universitaria, no pienso ir a dos.

Me acerqué a él y coloqué mi mano en su pecho mientras me apoyaba en su hombro.

—No conozco a casi nadie, y North va a ir con su novio .. —puse voz de pena. —Me sentiría mucho más cómoda si vinieras .. —Lo escuché resoplar, buena señal.

—Vale. —Me alejé rápidamente con una sonrisa.

—Pero cuando diga que nos vamos, nos vamos.

—Trato.

Salimos del ascensor y entramos al apartamento de Seth. Nada más entrar, pudimos ver a Frank sentado en el salón con unos papeles en su mano.

—Hola —saludó.

—Voy a por algo de dinero, espérame aquí —dijo Seth ignorando completamente a Frank. Pasó por su lado sin decir ni una palabra y subió por las escaleras. Anduve por el salón y me senté al lado de Frank.

—Hola —lo saludé de vuelta. —¿Qué es eso? —mi lado curioso se interesó por los papeles en sus manos.

—Cuentas —resumió. —Esto es como una grande empresa, nada fácil de manejar.

—Imagino —Frank se quitó las gafas y dirigió su mirada hacia a mi.

—Al final has conseguido lo que nadie podía. —Fruncí el ceño sin entender. —Tirar abajo las enormes murallas que rodeaban a Seth. Me alegra mucho que hayas llegado a su vida, Violet.

—Gracias —dije sincera. Noté un tono triste al referirse a Seth. —Seth te quiere, Frank. Está convencido en que te debe la vida.

—Y esa es una de las cosas en las que se equivoca. Seth no está aquí gracias a mi—explicó. —La primera vez que lo vi .. pude ver esa fuerza y ambición en sus ojos. Sabía que estaba destinado a ser alguien grande, y que lucharía duro para conseguirlo. Y aún no ha exprimido ni el 50% de su potencial. No le di a vida a Seth, simplemente el empujón que necesitaba. Siempre he tratado de explicárselo, pero nunca he sabido cómo.

—Quizás sea hora de hacerlo —lo animé.

—Gracias por tu optimismo, Violet, pero no quiere ni verme. —La tristeza volvió a sus ojos.

—Seth es orgulloso, ahora mismo está enfadado, pero se le pasará.

—No estoy orgulloso de mi pasado —dijo. —Estos últimos años han sido difíciles, pero puedo asegurarte que nada me hubiera gustado más que pasar esos días en Mykonos con vosotros. No es ninguna excusa, realmente no he podido ir.

—Te creo —sonreí. —Y sé que Seth en el fondo también.

—Violet —la voz de Seth retumbó por el salón. Bajó las escaleras con paso decidido. —Nos vamos.

—Un placer verte Violet, como siempre —dijo Frank con ese tono dulce tan característico en él.

—Igualmente —sonreí levantándome.

Volví al brazo de Seth y salimos del apartamento.

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Capítulo algo corto así que subiré el siguiente antes de lo normal.

RUN©Where stories live. Discover now