THIRTY FIVE • LITTLE BLACK DRESS.

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03 • CHAPTER THIRTY FIVE:
LITTLE BLACK DRESS.

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MITCHELL MIRÓ LA PANTALLA DE SU CELULAR al mismo tiempo que Barry se encontraba jugando Subway Surfer's mientras esperaban a que Blue bajase arreglada por fin e ir a la fiesta.

Aunque el asunto era que, Blue no sabía que ellos también asistirían a la fiesta para vigilarla, en compañía de Axel Broungh; el timbre de la mansión sonó, provocando que ambos muchachos alzasen la vista y se mirasen entre sí. Ellos habían quedado en que luego de que Blue y su noviecito el guaperas enfundado en cuero negro se fuesen a la fiesta, ellos saldrían unos minutos después para recoger a Axel en su casa y luego dirigirse hacia la casa de Shirley Bronston, otra de las chicas pertenecientes al club de las malas perras.

—Ve tú —dijo Mitchell, mirando a Barry.

—Tú vives aquí, ve tú —replicó el velocista.

Ambos se miraron fijamente, y escucharon el grito de Blue desde el piso superior.

— ¡Alguien abra la puerta, no he terminado de arreglarme!

El moreno y el pelinegro volvieron a mirarse, tratando de decidir quién abriría la puerta.

Pusieron sus manos en posición y jugaron a piedra, papel o tijera, y el que perdiese, abría la puerta. Hicieron la cuenta, Mitchell sacó piedra y Barry papel. Volvieron a hacer la cuenta, Mitchell sacó tijera y Barry papel. Hicieron la cuenta una vez más, Mitchell sacó papel y Barry piedra. Debido a que el ganador había sido Mitchell, Barry tomó su celular y se acercó hacia la gran puerta principal, la abrió y se encontró con el que al parecer era el guaperas del novio de Blue.

Era alto, aunque no tanto como Barry, y como lo hubieron dicho Bruce y Mitchell con anterioridad, vestía prendas oscuras y una chaqueta de cuero negra que era parecida a la que Mitchell usaba, solo que Mitchell decía que la suya era mejor que la del guaperas; Barry pudo percatarse de algunos de los tatuajes del guaperas que eran visibles, y para completar, tenía unas perforaciones en las orejas.

—La casa es linda, aunque no se me hace raro, Bruce Wayne es el dueño —dijo Jace y luego miró a Barry—. ¿En dónde está mi mujer, hermano?

Barry lo miró mal, de una manera para nada disimulada.

—Tú novia —hizo énfasis en la palabra 'novia'— todavía no ha terminado de arreglarse, hermano —respondió con brusquedad, y volvió hacia su lugar anterior, junto al muchacho Corden—, menudo imbécil —murmuró.

—No lo has visto en todo su esplendor, es peor —susurró el moreno devuelta.

Ambos volvieron a juguetear con sus celulares, hasta que escucharon unos tacones repiqueteando contra el suelo de porcelana, así que levantaron la vista. Era Blue, quien se encontraba bajando las escaleras. Bruce también se encontró saliendo de la cocina, sosteniendo un plato con sándwiches y ofreciéndoles a los muchachos —a excepción del guaperas, claro está— hasta que ellos hicieron que se voltease, para que mirase a Blue. Mitchell nunca pensó ver a su mejor amiga usando un vestido negro tan corto y ceñido, al mismo tiempo que Bruce se rehusaba terminantemente a que ella saliese vestida así y mucho menos con el guaperas.

Pero Barry... Él solo pensó que estaba viendo a un ángel.

Bruce se aclaró la garganta, mientras le entregaba el plato de sándwiches a Mitchell y se cruzaba de brazos. En esos momentos lamentaba que Diana no pudiese estar ahí para darle más seriedad al asunto.

BLUE PHOENIX ↯ JUSTICE LEAGUE|✔Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt