BLUE PHOENIX ↯ JUSTICE LEAGUE|✔

THIRTY TWO • A... DATE?

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03 • CHAPTER THIRTY TWO:
A... DATE?

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LA MUCHACHA SOLTÓ UN QUEJIDO mientras se sobaba la zona en la que tenía la marca de la mano, en el hombro. Debido a que el ardor no cesaba, se untó un poco de crema corporal y vendó esa zona, para luego ponerse una camiseta musculosa en color negro y su jersey con franjas rojas y negras (el cual consideraba su favorito porque era una especie de referencia a Freddy Kruegger) el cual ya le quedaba un poco más grande de lo usual, seguramente por a) haberse estirado durante el lavado o b) por lo poco que ella hubo adelgazado durante el último par de semanas en las cuales hubo salido a hacer ejercicio con Bruce y Dick.

Y durante el último par de días, hubo charlado bastante con Barry a través de WhatsApp, hasta que él sugirió que saliesen a ver una película o a comer al centro comercial —de Gotham obviamente, porque sabían que Bruce no dejaría viajar sola a Blue a Central City ni aunque estuviese más borracho que Arthur en año nuevo— y Blue solo aceptó cuando logró convencer a Barry de que ambos pagasen su parte de lo que fuesen a consumir.

Aunque el proceso fue pedirle permiso a Bruce para que la dejase ir con Barry al centro comercial, muy a pesar de que éste confiase en el velocista, pero terminó cediéndole el permiso luego de que Diana se enterase y lo regañase por no dejar salir a Blue con Barry, sabiendo todos que él era un buen muchacho y la cuidaría bien.

(Blue y Dick se encontraban escuchando la conversación a escondidas y al escuchar a la amazona, terminaron chocando las manos y celebrando en silencio, animando el shipp Wonderbat, al cual Dick se había sumado).

La joven Sullivan se dirigió hacia el espejo de su habitación y peinó su cabello, haciéndose una coleta alta. No agregó maquillaje, ni tampoco algún collar o adorno, solamente se frotó la cara para disimular un poco sus notables ojeras y peinó sus cejas gruesas y perfiladas. Se aseguró de que los cordones de sus converse estuviesen bien amarrados, y al escuchar el pitido de su celular y cerciorarse de que se trataba de Barry —quien le había avisado que ya había llegado a la mansión Wayne para recogerla— soltó un suspiro y salió de su habitación.

Cuando terminó de bajar las escaleras, Dick se encontraba al pie de estas, comiéndose un trozo de pizza y miró a Blue.

—No muestres tanta piel, Blue —musitó con ironía el muchacho.

— ¿Qué se supone que debía ponerme, un bikini? —Inquirió ella, mirándolo mal—, solo vamos a ver una película y a comer.

—Es una cita —refutó el muchacho caminando a su lado y dándole una mordida a su pizza.

—No lo es.

—Sí lo es Blue, de hecho, es la primera cita cliché que todas las chicas tienen.

El estómago de Blue se retorció y su corazón comenzó a latir erráticamente contra sus costillas al escuchar por boca de Dick que la salida que tendría con Barry era una cita.

Porque eso no era una cita, ¿o sí?

Con nerviosismo —y tratando de no golpear a Dick en el proceso— Blue arribó hacia la sala, encontrándose con Bruce y Barry en esta. Ambos voltearon a verla, y el velocista le dedicó una sonrisa la cual ella correspondió con levedad.

—Vuelvan temprano, por favor —pidió Bruce, a lo que Barry asintió.

—Diviértanse —canturreó Dick con un gesto burlón casi indetectable con la espalda recargada contra el marco de la puerta.