14.

999 128 28
                                    

Alguna vez...
¿Confesaste algo indebido?


.

—gatito... —el Agreste detuvo sus manos al escuchar aquella singular voz, buscando de donde provenía a pesar del sonido producido por los demás instrumentos —tengo algo que contarte —pronto ubico su celular, levantando la mano solicitando un descanso, apreciando el asentimiento del hombre se puso de pie abandonando la sala en la que solían practicar, sostuvo la bocina del teléfono cerca de su oído —y es algo que no te gustara.

Ya existían muchas cosas que ella le contaban y que a Adrien no le agradaban ni un poco.

—nunca tuve el valor de contarte quién era Hawk Moth, solo te mencioné que el había muerto —susurró —pero era una mentira —atino a decir, el rubio suspiró, un secreto más agregado a su lista.

—¿Quién era Bugaboo? ¿Por qué no tuviste el valor de decírmelo?

—espero entiendas, hay cosas que sencillamente es mejor ocultar aunque con ello se sacrifiquen otras, cosas que no debemos saber —su voz apagada envolvió al rubio —Adrien, después de que escuches esta nota, te pido, te ruego, que no saques conclusiones precipitadas, yo... En alguna nota te contaré todo a lujo de detalle.

—muchas promesas vacías —soltó el Agreste.

—Hawk Moth era tu padre —ante esas palabras el rubio entreabrio sus labios, creyendo por un momento que se trataba de una broma —yo nunca pude decírtelo —y su mundo se vino un poco abajo, su vida parecía una telaraña de mentiras, tejidas con precaución y un poco de verdad en algunas de sus cerdas que lo conformaba.

Aguardo esperando a que ella siguiera con su narración.

—él buscaba... Él buscaba recuperar a tu madre, para ti, para que volvieran a ser una familia —sus ojos verdes deambularon por el lugar, sintiéndose herido —y yo tengo miedo que te conviertas en él—Adrien apretó sus puños, cuantas veces lo había considerado, pero siempre pensaba en lo que ella diría, aparte de que Fu solía decir que no importara el deseo tendría efectos secundarios —Adrien, sé que tus promesas son eternas, peo en desesperación ¿Perderías la cordura e ignorarías la promesa que la hiciste a una muerta? —las palabras vacías de Marinette lograban herirlo, pensaba que ella lo conocería lo suficiente para entender que sin importar que, el cumpliría su promesa, tras un breve silencio escucho nuevamente la voz de Marinette repitiendo perdón —he estado pensando en tu madre, suelo pensar que ella te dedico una canción que encontré navegando por Internet —aguardo un instante —al principio no entendí nada, cada segundo era tan fantástico, tras buscar un poco más encontré la letras traducida 6 comprendí su significado, Adrien, para tu madre y para mi... Eres nuestro pequeño gran valiente, tal vez no puedo hablar, jamás la conocí, pero los videos que me mostraste donde ella demostraba su amor, fue suficiente para entender.

—pero no soy valiente —se dijo a sí mismo.

—Adrien, no lograste superar la muerte de tu madre, pero es que en realidad no superamos que alguien tan amado se aleja para siempre de nosotros, solo lograste que doliera menos.

—sigue doliendo bastante —acerco su mano a su pecho, sintiendo su palpitar, apretando sus labios esperando no soltarse a llorar.

—puedes hablar de ella con una sonrisa, Adrien, eso sí es de valientes, algo que yo no pude hacer, algo que yo no podría.

Alguna vez... [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora