Amor Color Sombra *En Emisión*

🌙🌙🌙

Agarró mi mentón y contempló mí rostro percatandose de cada detalle de mi físico.

-Es increíble. La belleza de las musas, hadas o Diosas no se compara con la tuya-sus uñas volvieron a ser como antes; negras y largas. Con su otra manos tocaba con delicadeza mis mejillas. Aunque sus palabras fueran halagadoras no eran de fiar. Soltó lo que tenía en sus manos con brusquedad haciendo que cayera al suelo desprevenida-Ten en claro que ahora eres mía-esas palabras pronto no me importaran, no les temeré y no las despreciare. Solo era tiempo para que sus actos ante mí, pasen por alto-Me respetaras sin importar la ocasión- extendió sus manos y en las misma apareció una campana de oro (foto en multimedia)-cuando escuches el ligero sonido de la campana será la advertencia de que necesito tus servicios, solo tu lo podras escuchar. Dirígete a un lugar solitario. La campana solo sonara solo tres largas veces y en la última campanada apareceré con tus indicaciones-asentía a todas sus palabras sin nada que decir ya que no tenía sentido responderle a sus indicaciones. A todo esto, tenía una gran duda.

-¿Que tipos de servicios debo de ejercer?-tenía varias ideas de lo que podría ser y ninguna de ellas contenía un medio o alto porcentaje de humanidad.

-Los descubrirás cuando recibas la indicaciones, por ahora solo te puedo decir que eso conlleva a un entreno-¿Qué tipo de entreno? Cielos, todo esto se está volviendo muy complicado de entender, a este punto mi cabeza explotara.

-¿Entreno?-estaba perdida ante sus palabras, no era nada explícito y eso era lo que quería en ese momento.

-¿Te haces la estúpida o qué? Ya sabes lo de aprender usar armas, métodos, coordinar perfectamente tu cuerpo, todo normal y por lo que veo el tiempo podría extenderse hasta seis meses-wow wow wow ¡Wow! Bájale dos rayitas a eso hijo de puta.

-¡¿Seis meses?!-ya vi muerte en esos seis meses.

-¿Por qué siento que estoy hablando con un cochino zopenco bebé?-la cantidad de paciencia que el tenía era la misma catidad de mi disposición al hacer esto, poca- ¡Solo lee el contrato y ya!-harto de mis "estúpidas" preguntas respondió.

Tratando de parar este tema, respire hondo y seguí con lo otro.

-El contrato...¿Es para siempre?-dije dudosa. En mí interior encontraba un temor que podía controlar. Al menos era así....

-Cuando me sienta satisfecho te dejare ir-osea nunca ¡Que suerte! Sere la marioneta de un demonio...Nunca pensé que diría esas despreciables palabras y presiento que tenerlo a el de ahora en adelante en mi vida, será más que un simple dolor de cabeza-Ah y además, si tratas de destruirme también destruiras a tu madre-se acerco a mi oído-cuida tus movimientos. Ahora tu vida es un tablero de ajedrez, yo soy el rey y tu eres un simple peón que me protege-trague pesadamente esas palabras.

-Eres el mismo veneno que nació cuando Eva comió la manzana del pecado. Desde el principio de los tiempos haces que los humanos caigan en la tempestuosa oscuridad que es como el vacío de la humanidad-dije con el desprecio más puro que desprendía mi cuerpo en ese momento.

-Esas palabras más bien sonaron alagadoradoras y, no te molestes en hacerme sentir como mierda que nunca lo lograras-su simpatía de rebeldía no tenía fin.

Desde siempre he sabido que no merezco que todo lo bueno caiga en mis manos y estoy consciente de que la palabra "suerte" no existe en mi vida. Siempre he tenido que pelear, luchar, defenderse, gritar y cambiar para conseguir las cosas tal y como las tenía previstas. Con un simple error me volvía loca. Que siempre todos mis fallos serían premiados con un castigo peor que el anterior, que todos mis empeños se irían al caño si no consigo lo que quiero y que todos mis pecados, errores y más, producirían la peor de las condenas; vendría a mí vida sin previo aviso pero, nunca pensé que tener a un demonio en mí vida corresponderia a eso.