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Pensativa por lo que acaba de pasar, miro a través de la ventana que estaba a la par de la puerta para ver si estaba el pero, era inútil todo estaba oscuro y con la poca luz del exterior que pasaba por las ventanas de la habitación correspondiente no me permitía ver casi nada.

Una fuerte rafaga de viento vino hacia mi. Extrañada por lo fuerte que era me empujó. Estaba en el marco de la puerta. Lo pensé dos veces. A Honbing le gusta la privacidad y era muy estricto con ella, si entraba a su casa sin que el me lo permitiera de seguro se enojaria conmigo y yo no quiero eso.

-¡Honbing!-grité para ver si me escuchaba, estaba comenzando a desesperarme solo un poco.

El viento que chocaba fuertemente con las ventana de afuera producía un ruido que me ponía nerviosa, ya que estaba muy segura de que si la presión del viento aumentaba esta sería atravesada fácilmente, convirtiéndose en trizas. 

He pasado por tantas cosas que ya no tengo la misma seguridad de antes (era mínima, pero al menos tenía algo) y no me gustaba ya que me ponía nerviosa, insegura y preocupada por todo. Todo ese sentimiento era estresante ya que era como que te estuvieran clavando algo en la cabeza 24/7, creo que he llegado a un punto de ansiedad extrema -aunque no lo parezca- que podría hacer cualquier cosas para recuperar ese sentimiento de seguridad y confianza que tanto me gustaba, era Abril contra el mundo.

De un pronto a otro el viento se volvió más fuerte (el clima no estaba tan lejos de recibir un tornado como invitado ) haciendo que todas las hojas que estaban regadas por la calle volaran bruscamente con las rafagas, las ramas de los árboles que estaban a un lado de la acera se movían al son del vendaval, sin embargo en un abrir y cerrar de ojos comenzaron a moverse fuertemente como si estuvieran apunto de derrumbarse, eso eran peligroso si comenzaban a moverse como las hojas que no creo que pase, podría herir a alguien. Era peligroso.

-¡¡HONBING!!-lo llamé una vez más ahora un poco agitada ya que no quería que me pasara nada por que a juzgar de la situación esto solo era el comienzo.

Me importaba un bledo que todo el mundo escuchara mis gritos.

Todo el exterior se estaba volviendo peligroso, vi hacia el cielo y todo era nublado, caían truenos y relámpagos; que para un niño esto podría ser el final del mundo.

Como en este momento ya todo me valía, decidí entrar a su casa rápidamente. Intente cerrar la puerta ya que la corriente de aire era muy fuerte, después de varios intentos desesperados, lo logre, ya estoy aliviada y tranquila.

Mis manos todavía no se separaban de la puerta, estaba cansada y trataba de aliviar mi respiración agitada.

-Nunca pensé que te encontraría aquí tan rápido-estaba de espalda.

Gire rápidamente nerviosa-Te lo puedo explicar-esperara que entendiera.

-No te preocupes, fue mi culpa por no escucharte. Estaba muy concentrado en que todo saliera perfecto-me dirigió una sonrisa de cómplice.

Sonreí y me acerque a el-Espero que tu promesa no se rompa.

-Yo nunca rompo promesas-quedamos frente a frente-y más cuando es una buena amiga-me toco rápidamente mi nariz y comenzó a caminar; supuse que lo debía de seguir.

Pasaba y pasaba bajo umbrales de habitaciones, el camino al destino al parecer era largo. Nuestros pasos en el piso de mármol hacían eco en toda la casa, estábamos solo nosotros dos. En un momento llegamos a una puerta que tenía unas gradas para llegar a lo que al parecer era el sótano, comenzó a bajar y yo lo seguí animada. Venir a este lugar me traía recuerdos satisfactorios y fugaces, tan así que sentía un cosquilleo en mi barriga.

Amor Color Sombra *En Emisión*Where stories live. Discover now