15.Deseo.

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Nuestras miradas se encontraron en la oscuridad que nos rodeaba, llenas de lujuria. Mi corazón latía tanto que estaba segura que se podía escuchar hasta la otra punta de la casa.

Con inseguridad su rostro se volvió a encontrar con el mío, y como consecuencia de nuestra cercanía nos fundimos en un apasionado beso, como si ambos llevábamos mucho tiempo esperando aquel momento.

Las lágrimas que se me escaparon se mezclaron con el sabor de los labios de Leonard. Estaba muy confundida.

Ambos nos apartamos en ese instante, dándonos cuenta de la situación.

-No llores, pequeña.-me limpió las lágrimas con el pulgar.

-Tengo miedo.-confesé.-No se que me está pasando, todo es una locura.-sollocé sin poder controlarlo.

Tomándome por sorpresa me atrajo a su pecho abrazándome con cuidado. Su aroma logró tranquilizarme un poco.

Y sin llegar a entender cómo poco a poco me estaba quedando dormida. Dormida en brazos de mi enemigo, de quien debía escapar y protegerme.

-Despierta.-susurraba una voz.-Venga.

Me apuraba. Quise abrir los ojos pero el cansancio que se había instalado en mi cuerpo no me lo permitía.

-Despierta.-habló más fuerte.

Su voz sonó como un golpe seco, que se escuchó en el momento y luego desapareció como el polvo. Desperté de golpe hallándome de pie. Mi cuerpo se encontraba sumergido en agua, dentro de un lago oculto entre las copas de los árboles. Fruncí el ceño confusa, buscando la misteriosa voz.

-¿Hola?.-mi voz sonó con un eco que rebobinaba, dándole un sonido fantasmal.

Caminé hacia la orilla con el objetivo de salir del agua. La ropa me molestaba debido a que se me pegaba y no paraba de tiritar involuntariamente. Las piernas me pesaban por culpa de la fuerza del agua, por lo que llegar a tierra fue toda una maratón.

Caí a cuatro patas. Mis pulmones pedían desesperados oxígeno, tanto que me quemaban.

-Denna.-alcé la mirada curiosa al notar la presencia de alguien.

Su cabello seguía deslumbrando como lo recordaba, igual que toda ella.

-Lucía.-recordé su nombre.-¿Dónde estoy?.-ayudó a que me levantara.

-En ningún lugar en concreto.-habló deprisa.-Tengo que decirte algo, no tenemos mucho tiempo.-miró hacia atrás como si esperase la llegada de alguien.

-¿Qué es lo que pasa?.-pregunté desviando mi atención al lugar que ella observaba.

-Tienes que ayudarlo.-penetró sus grises ojos en los míos.

-¿A quién?.-fruncí el ceño. En el ambiente cada vez hacía más frío.

-Ayúdalo a que te proteja.-volvió a girar la cabeza.- Te necesita, os necesitáis.

-No lo entiendo.-negué.-¿Qué debo hacer?

-No dejes que beba de tu sangre o todo acabará.-varias lágrimas corrieron por sus delicadas mejillas.-Eres igual de hermosa que tu madre.-me acarició la mejilla.

Su tacto hizo que afloraran emociones negativas en mi interior. Sentí nostalgia y ganas de ponerme a llorar hasta que me ahogara.

Un ruido ensordecedor me devolvió a la realidad. Graciela se encontraba mirándome con atención desde el sofá.

Secuestrada por un vampiroWhere stories live. Discover now