Cementerio de recuerdos hirientes

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Severus pisó nuevamente la superficie, mientras Ivonne limpiaba el polvo que yacía en su brazo.

- Ya nos vamos- Le informó ella- Pero espérame un momento.

Aprovechó que Ivonne se había alejado para calmarse un poco.

"No tonto... Es tu amiga, nada más. Y así va a ser siempre. ¡Así que deja de galopar, estúpido corazón!"

La escuchó hablar en francés con la anciana y luego de unos momentos, apareció.

- Listo- Dijo sonriente mientras se dirigía hacia la salida- La anciana va a mandar a un mensajero, para que dejen el baúl en las cabañas. Así no tenemos que cargarlo.

- Conveniente...

Ambos recibieron los rayos del sol al salir de la casa.

- ¿Estas segura de querer ir?- Le preguntó Severus al verla tan dubitativa.

- No... Pero tengo que ir...

Comenzaron a caminar hacia el cementerio, ubicado a las afueras de Autorie.

- No me hace gracia ir, Sev... Pero es la última vez que vendré... Ya lo decidí. El templo, el pueblo, mi casa. Todo me recuerda a los días que perdí y a la imagen de ellos muertos. Es algo que jamás podré olvidar, y mientras más venga, mas lo recordare.

- Este es el adiós para ellos, entonces...

- Algo así. Quiero intentar avanzar...

Unas altas rejas blancas aparecieron frente a ellos, dejando ver el campo decorado de lapidas. Caminaron por uno de los lados hasta llegar a una gran puerta abierta, con estatuas de ángeles a ambos lados.

Ivonne se paró en seco. No tenia las fuerzas para entrar y enfrentar aquello. Había sido su trauma a los cuatro años y pesadilla durante los restantes años de infancia.

Severus la vio. Paralizada, en shock y temerosa de seguir. Tomándola del brazo y la espalda, la ayudó a avanzar. Sabía que ella debía dar por finalizado eso. Cerrar esa dolorosa puerta en su vida para abrir otra, diferente y mejor.

- Tranquila. Se que puedes.

La sedosa y tranquilizante voz de Severus hacia cierto efecto. Lentamente ella caminó entre las pálidas tumbas llenas de flores marchitas, fotos antiguas, tristes inscripciones y el silencio tétrico que lo dominaba todo.

- No puedo...- Sollozó ella mientras se refugiaba en los brazos de su amado profesor de pociones- No puedo... Quiero irme...

- Calma... No te va a suceder nada. ¿Recuerdas donde están tus padres?

- Si- Ella se abrazó con fuerza a él- Al la izquierda de la estatua con el ángel de la espada. Están juntas y las dos tienen un dragón de piedra encima.

- Ya los veo...- Dijo mientras miraba las tumbas- Escucha, cierra los ojos.

- ¿Para que?- Ella no quería soltarlo- Quiero irme de aquí... Le tengo pánico a los cementerios... Sácame de aquí...

- Confía en mí. Cierra los ojos. Yo te llevare hasta allá.

Ella cerró los ojos, aun asustada, aforrándose a él.

- Piensa que estas en otro lado. En Hogwarts, por ejemplo- Severus le hablaba mientras comenzaba a caminar con ella sujeta fuertemente de su brazo- Concéntrate en imaginar a Hogwarts. Concéntrate en mi voz.

Paso a paso, Snape la condujo entre las lápidas. Por suerte, no eran demasiadas y la pareja McCain yacía cerca.

- Ya llegamos- Le dijo el mientras la acomodaba junto a un par de lápidas blancas, con dragones de piedra encima, símbolo de muerte en batalla.

Le Voyage | SSWhere stories live. Discover now