¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando desperté nuevamente, veo por la ventana de mi habitación que ya se estaba ocultando el sol. Me había ido a dormir un rato, una vez que Hakyeon decidió mantenerse en silencio tras la muy clara confesión que había gritado a 4 vientos. Estaba frustrado, adolorido y cansado, así que sabiendo que Byul estaba en buenas manos, con muchas dificultad me fui a mi habitación. Pero ahora eran las 19:45 p.m, y había dormido más de lo planeado.
Cuando intenté levantarme, al escuchar la dulce risa de Byul en la cocina, el dolor de las costillas se hacen presente provocando que grite de dolor por el brusco movimiento que había hecho.
- ¡Papá!.- grita emocionada Byul, ingresando a mi habitación y subiendo a mi cama para abrazarme.
- Para, para, a Papi le duele si lo abrazas muy fuerte.- le explico al tener su pequeño cuerpo sobre mi pecho.
- Lo siento Papi, ¿Quieres que te pase crema?.
- ¿Qué crema?.
- Como te fuiste a dormir, fuimos con Byul a una farmacia para comprar una pomada para los moretones y la inflamación.- explica Hakyeon quedándose apoyado en el marco de la puerta.
- Tío, ¿Puedo ponerle la crema que compramos?.- pregunta mi pequeña mostrando la pomada en su manito.
- Sí, pequeña doctora.- expresa Hakyeon, como si tratar mis heridas fuera un inocente juego de niños para ambos.
(Hakyeon)
- ¡Si~!, ¡ven tío!.- indica Byul queriendo que me acomodara a su lado en la cama, mientras ella colocaba cuidadosamente la crema sobre los golpes de su padre.
Al sentarme en el otro borde de la cama, mientras Byul en el medio de nosotros no sospechaba nada, Taekwoon y yo no podíamos desconectar miradas. Realmente no sabía qué hacer con esta situación, porque no sabía muy bien hasta que límites Taekwoon podía llegar para defenderme y honestamente tenía miedo. Por mí, por él y por Byul.
- Deberías denunciarlo.- digo rompiendo el silencio.
- No tiene sentido hacerlo. En la zona no habían cámaras y YoungSoo jamás confesará que lo planeó él. Fue una estrategia inteligente.- explica besando la mejilla de su hija.
- Tengo miedo, no quiero que vuelva a lastimarte.- le confieso angustiado, acariciando el cabello de Byulie, quién se dejaba mimar por ambos.- Sigo pensando que...
- Si vas a decir que fue un error defenderte, me voy a enojar enserio.- expresa severamente, realmente no queriendo entender mi terrible preocupación por él y su hija.- Yo ya te he dicho mis razones.
- No es justificable.- digo negando aceptar sus razones. Quererme no es una razón justificable para poner en peligro su vida y la de su hija.
- ¿Entonces no valen nada mis razones?.- pregunta, mirándome con ojos de desilusión.
