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Cuando salí de esa departamento, no podía detener los fuertes palpitares de mi corazón. Casi estaba a punto de retroceder mis pasos y volver a tocar su puerta sino fuera porque mi madre justo me llamó para saber a qué hora llegaba.
Así que acobardado, corrí rápidamente a mi auto con miedo de ser traicionado por mis sentimientos y me fui de allí. No iba a negar que Hakyeon se había metido bajo mi piel y al poco tiempo de conocerlo me había hecho quererlo. Pero aún era muy pronto y yo aún no estaba preparado para dar un gran y definitivo paso.
(Hakyeon)
- ¿Le contaste sobre eso y aún dijo que eras valioso para él?.- pregunta asombrado Hongbin quién se había introducido sin mi autorización a mi habitación y a mi cama.- ¿Le has puesto algo raro al café?.
- ¡Que maldito eres!.- le digo empujándolo para que se vaya de mi cama, pero no lo logro.- Tenías que ver su cara. Por un segundo pensé que iba a cruzar esa puerta y que nunca lo iba a volver a ver.
- ¿Le contaste... sobre lo nuestro?.
- No, no tengo porque hacerlo. Lo nuestro duró sólo 2 semanas, no es significante.
- ¡Auch!, eso sí dolió.- expresa fingiendo dolor en su pecho.- Pero bueno, tienes razón.- vuelve a decir haciéndose el superado.- ¿Y ahora que va a suceder entre ustedes?.
- No lo sé. Él tiene como prioridad a su hija y yo no puedo competir contra eso. Pero es obvio, ¿No?. No hay forma de negar lo que sentimos mutuamente por el otro.
- Owww~ estás enamorado.- dice burlándose y apretando mis mejillas ruborizadas.
- ¡Claro que no!, ¡Cállate!. Sólo somos amigos y no voy a ser yo quien dé el primer paso. Si él realmente quiere algo de mí, tendrá que conseguirlo por sí solo. ¡Me lo prometí a mí mismo!, me prometí no volver a arrastrarme por un hombre. Si Taekwoon me quiere de verdad, tendrá que él dar el gran paso.
- ¡Muy bien!, ¡Mi amigo hermoso por fin aprendió!.- dice volviendo a apriétame la mejilla para luego depositar un beso en ella.- Y si necesitas darle celos... recuerda que siempre puedes contar conmigo.
- No te necesito para tener una vida amorosa. Y creo que no entendiste que... ¡No te quiero en mi cama!.- lo vuelvo a empujar haciendo que se caiga con sábana y todo al suelo.
- Ya me vas a necesitar.- expresa sobándose el trasero.- Ehmm... ¿Me prestas el auto?.- pregunta riéndose avergonzado.
- ¡No!, ya te lo presté. Si vas a irte a un club nuevamente, vete en taxi.
- ¡Eres un maldito!. Espero que tú Taekwoon la tenga bien corta. ¡Ah!, y ya me vas a necesitar.- manifiesta amenazándome mientras sale de mi habitación.
