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Cuando el cumpleaños llegó a su fin, los niños con sus padres poco a poco empezaron a irse. El único padre que seguía allí era yo, ya que Byul y Hyeri no deseaban aún despedirse. Mientras Minjee ordenaba con la ayuda de su hermana la comida sobrante, yo observaba a las niñas jugar con el hijo de YoungSoo, quién era el más pequeño de los tres.
Honestamente había perdido de vista a YoungSoo desde la charla en la cocina y me importaba muy poco saber si estaba aún por aquí o no.
- Bueno, creo que ya hemos terminado.- escucho decir a Minjee a su hermana.- Taekwoon... ¿Te quedás para la merienda?.- pregunta Sunhee, queriendo ligerar un poco el ambiente tenso entre Minjee y yo.
- No, lo siento. Tengo planes con otra persona.- digo agarrando la mochila de Byul para no olvidarla.- ¡Byul!, dile adiós a Hyeri que nos vamos.
- Owww, quiero seguir jugando.- dice Byul haciendo puchero y cruzándose de brazos.
- Seguirán jugando el lunes. Ahora debemos irnos.- le explico dándole un beso en la mejilla para luego susurrarle algo en el oído.- Nos está esperando el tío Hakyeon.
- ¡Está bien!.- acepta con una sonrisa, mientras empieza a despedirse de todo el mundo como una dulce niña educada. Cuando Minjee y Hyeri nos acompañan hasta mi auto, observo como Minjee mantiene su cabeza agachada.
No es que era mala, o tenía alguna maldad, pero las mujeres que tienden a enamorarse de mi son simplemente una complicación en mi vida.
- Gracias por invitarnos.- le digo sin quitar mis ojos de ella, para luego inclinarme educadamente para despedirla.
- No fue nada.- dice de forma neutra, y simplemente la dejo que se comporte así, porque no tenía caso seguir estando aquí parado frente a ella.
Cuando subo al auto, Byul quiso insistir sentarse en la silla del acompañante. Así que se lo permito porque estaba de buen humor y no deseaba que borrara su preciosa sonrisa.
- ¡Papá, hay que ponerse el cinturón de seguridad!.- ordena asustada mi pequeña, cuando ve que enciendo el motor del auto.
- ¡Cierto!.- digo riéndome mientras le ayudo con su cinturón.- Listo. ¿Vamos a buscar a Hakyeon?.
- Al tío Hakyeon.- dice orgullosa.
- ¿Y desde cuándo paso de ser tú profesor a ser tú tío?.- pregunto empezando a conducir, interesado en saber la historia detrás del cambio de apelativo.
- Él quería que lo llamará como lo hago con el tío Wonsik.- dice comiendo los dulces que había conseguido en el cumpleaños.- ¿No te gusta que lo llame así?.
- Me encanta, digo... si quieres llamarlo así, puedes hacerlo. Pero en clase de patinaje llámalo Profesor, ¿si?.
- Sí papá. A mí me gusta el tío Hakyeon, ¿A ti te gusta también?.- su pregunta inocente me hace reír de forma nerviosa y la miró por unos segundos para darme cuenta que ella esperaba realmente una verdadera respuesta.
