Capítulo 8: Zona industrial

538 76 54
                                    

No importaba a donde fueran, el paisaje era casi igual en todas partes, todo era muy silencioso a tal punto que provocaba escalofríos, sobre por el extraño sonido de metales golpeando a la distancia, que ninguno de los dos tenía idea de dónde podía provenir ni de que se trataba. El supuesto camino que debían de seguir cada vez se volvía más complicado, puesto que tenían que cruzar de un lado a otro, evitando ser detectados por las armas que aparecían y desaparecían desde el techo.

-¡Joder! Este lugar no tiene fin.

-Por lógica debería tenerlo.

-Me estoy cansando de tener que dar vueltas.

Cruzan rápidamente el pasillo para entrar a otra sala, que como el resto, era pequeña y apenas si tenía iluminación.

Se podía notar en ambos que no estaban muy felices por la situación, ciertamente no estaban llegando a nada, e incluso si encontraban la salida, no tenían el código que les permitiera activar el ascensor, por lo que todo su trabajo seria en vano.

-Creo que hay algo mal en esto - murmura la joven mirando de reojo el cable amarillo que conducía hasta la habitación contigua.

-¿En serio? - le responde con sarcasmo.

-Es muy extraño que no haya nadie más en este piso, al menos con Cathleya se podían encontrar pistas señalando de que trataba todo, pero aquí no hay nada...además...

-¿Qué cosa?

Ella niega con la cabeza.

-No es nada. Es mejor continuar, puede que haya algo más útil más adelante.

Pasar de una sala a otra no era muy complicado, habían puertas o grietas por las cuales cruzar, el verdadero problema era cuando tenían que cruzar el pasillo, ya que las balas no se hacían de esperar, por lo que se debía de ser muy rápido para ello, Elías no tenía problema con eso, no parecía esforzarse para conseguirlo, como si hacer aquello fuese algo cotidiano para él, aunque no se podía decir lo mismo de Charlotte que tenía que recibir ayuda para no terminar acribillada.

Mientras decidían hacia donde seguir, un molesto pitido de altavoces resuena desde todas partes, obligando a ambos chicos a cubrirse los oídos, hasta que aquel ruido es reemplazado por la voz de una mujer.

"los jugadores del piso 10 ya han terminado sus preparativos, las apuestas se han abierto con un mínimo de 5 mil por persona, los apostadores tendrán 10 minutos para escoger a su favorito una vez que los jugadores entren en escena. Se contara con un total de 19 tributos de distintos géneros, sus edades son de 27-40 años. También se le indica a los 7 jugadores que el tributo libre y el traidor se encuentran en el mismo piso, por lo cual también tienen la oportunidad de asesinarlos y conseguir la recompensa puesta por Los Ojos. Se les recuerda que solo se está permitido el asesinato con armas de fuego, cualquier otro medio se contara como nulo y no aplicara en sus estadísticas, además el jugador será descalificado.
Se les agradece por participar en nuestras instalaciones, buena suerte, disfruten del juego y den un buen espectáculo"

El anuncio termina tan rápido como había aparecido, dejando un ligero desconcierto. Desde la distancia se pueden oír algunos golpes metálicos, provenientes de algunas puertas que se habían sido abiertas.

La expresión de Elías se torna más seria, cosa que hace preocupar a Charlotte.

-Esa no parecen ser buenas noticias - murmura la joven - es mejor salir de aquí rápido.

-¿Tú crees? ¿Qué te hizo pensar eso?

La joven suspira.

-Algunos piensan que el sarcasmo es un tipo de inteligencia, si eso es verdad tu deberías de ser un genio.

13 PisosWhere stories live. Discover now