Capítulo 1.

5.8K 329 265
                                    

La música de fondo hace que mueva lentamente mis caderas, dando una sensación de relajación, es sábado por la mañana y el día apenas empieza

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La música de fondo hace que mueva lentamente mis caderas, dando una sensación de relajación, es sábado por la mañana y el día apenas empieza. 8:00 am, hora perfecta para comenzar a arreglar un armario totalmente desordenado producto de toda una semana agitada.

Mis pies tocan la alfombra suave y llena de pelusas que se encuentra a una distancia prudente entre mi cama y el armario, se podría decir que daba el toque perfecto para separar estos dos espacios.

Sonrío mientras siento la calidez de la alfombra en contraste con el piso que ya hace rato acariciaba mis pies con un toque frío y liso. Me encanta andar por toda la casa sin zapatos o sandalias que aprietan mi piel ¿Pantuflas? Pues sí, son cómodas, la cuestión es que no sé qué les hizo señor Gruñón ayer, ese era mi perro con dos años de vida tan hiperactivo como yo, no es de raza, lo adopté en un refugio donde frecuento un día a la semana para ayudar en lo que se necesite, esa es una de las tantas cosas que también disfruto hacer, por cierto, se me olvidaba contarles que tengo tres gatos, Pitufino, Almendra y Susi, la última es una gata presumida, no le gusta estar con el resto, se cree la reina del universo, su pelaje es blanco y la acompaña una cola mechuda que mueve con vanidad.

Hay veces suele ser insoportable, mi padre dice que estoy ciega de amor y que esa gata un día me va a sacar de la casa hecha trocitos como un atún de tantos arañazos que me pega cuando la sofoco dándole cariño.

Sacudo uno de mis vaqueros que encontré en un rincón, no entiendo cómo pudo llegar a este lugar, es increíble lo desordenada que soy, lo he intentado, es casi imposible para mí tener orden, no lo sé, pero un día mi ropa y las demás cosas que tengo en mi cuarto están ordenadas, y de repente, todas conspiran en mi contra y se vuelve un caos.

Saco una bocanada de aire, estoy cansada por tener tanta imaginación con mis 15 años, me preocupa saber que todavía tengo detalles muy infantiles, como por ejemplo pensar que todo cobra vida, así tan parecido al castillo encantado de la Bella y la Bestia. Sonrío un poco, me deslumbran hasta mis propios pensamientos muchas veces, no debería ser así, me repito una y otra vez en mi cabeza, esa batalla mental tenía cuando la voz de mi madre me despierta dándole realismo a mi vida.

—Abi, aquí está la ropa — dice entrando por completo a mi habitación. Sus ojos pegados al piso pensado en no sé qué.

—Gracias mami —le respondo dulcemente.

—Gracias nada —refunfuña —Tú no mereces ni ropa limpia —dice dejando caer la ropa de forma suave sin que se desdoblara —Eres tan desordenada, Abi —sus ojos como dos jabalinas dispuestas a caer sobre mí, me hacen sentir incomoda —¿Por qué eres así?

Hundo un poco mi ceño y hago un mohín sutil para que no se de cuenta.

—¿Así como? —pregunto, —¿Te refieres a lo desordenada?

Mi madre demuestra fastidio y coloca sus brazos en posición de jarra.

—Por supuesto, es en serio lo que te digo, me preocupas, ya tienes 15 años y todavía eres una desordenada a tiempo completo, y no solo eso, te gustan los unicornios, las caricaturas, los payasos, y jugar con niños mucho menores que tú.

Querido Idóneo [Borrador] (Completa)Where stories live. Discover now