8. 🍂

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Magnus.

- ¡Alexander! - gemí y corrí hacia él, mis ojos comenzaban a picar.

- Mag... - su pecho estaba lleno de sangre.

- ¡Matthew, ayúdame! Shh, shh tranquilo.

¿Qué cómo habíamos llegado a esto? Bueno, empecemos por 1 hora antes.

Se me había ocurrido la gran idea de querer salir de compras y claro, tenía que traer a mis dos muchachotes para que cuidarán de mí.

Yo era como una bomba de tiempo ¿Saben? una bomba que terminaría arrastrando a las personas más importantes en mi vida.

El punto es que había ido a una pequeña plaza que solo quedaba a 20 minutos de casa, y dios, con tan solo asomar mi cabeza por la puerta de mi casa me atacaban, ¡Hasta en mi propia casa! Se supone que papá nos trajo a vivir a este pueblo para que no corriera peligro, pero resultó igual. Y yo no culpaba a mi papá por darme todas y cada una de sus combinaciones para abrir cajas fuertes.

Y bueno, estaba comprando una sudadera para Alec, quería regalarle algo. El regalo de Matt ya lo tenía y es que ya se aproximaba el día del amor y la amistad.

Entonces... yo estaba buscando un suéter bonito de su talla y de repente ¡Pum, pum! disparos se escucharon por la plaza y la gente comenzó a gritar y a correr. Matt y Alec se lanzaron contra mí y los tres quedamos en el piso, a gatas me escondí bajo una mesa.

Mis chicos corrieron tras unos encapuchados, pero llegaron más y comenzaron a disparar. Matt noqueó a unos cuantos mientras Alec forcejeaba con otros dos.

- ¡Magnus, vete de aquí! - gritó Matt.

- ¡NO, no los voy a dejar!

Alec gruñó ante mi respuesta y sacó su arma disparando a los hombres que acorralaron a Matt.

Cerré mis ojos por un momento, solo un maldito momento y un gemido lastimoso sacudió mi cuerpo.

Alec, mi Alexander había recibido una bala en el pecho.


Matt.

- ¡Alexander! - el grito de Magnus me alertó. Me safé de los tipos que me acorralan y disparé a todos.

- ¡Matthew, ayúdame! - corrí hacia ellos y Alec tenía el pecho llenó de sangre

Traté de no alterarme, rompí la sudadera de Alec buscando la herida. Bien, al menos no dió en un lugar donde pudiera causar daños severos. Puse un cacho de su sudadera apretando su herida para que no desangrara, tomé las manos de Magnus y las presioné.

- Magnus, trata de mantener a Alec con los ojos abiertos, no dejes que los cierre para nada y mantén tus manos apretando aquí.

- Está bien - su voz a penas era audible.

Llamé una ambulancia y al padre de Magnus. Al terminar mis llamadas miré con detalle a Magnus.

Sus ojos estaban rojos y sus pestañas húmedas. Le susurraba cosas a mi compañero, pero lo que más me incomodó fue la forma en la que Magnus lo miraba, sus ojos brillaban con determinación como si Alec fuera lo más hermoso que hubiese visto. Él trataba de sonreír yo sabía que sonreía por él, por mi chico aunque ya no estaba seguro de eso.

- Alec, Alexander. ¡No cierres los ojos! - me acerqué para presionar su herida mientras Magnus palpaba sus mejillas. - Alexander Lightwood, no me dejes. Por favor. Mi amor. - solté un jadeo.

Aquellas palabras, aquellas últimas palabras habían sido dichas en un tono bajísimo, pero para mi mala suerte logré escucharlas. Mi amor, le había dicho a Alec antes de que éste cerrará sus ojos.


Alec.

Sentía mis párpados pesados, con un enorme trabajo pude abrirlos. Tardé en enfocar, estaba en una habitación color crema y solo estaba yo en aquel lugar. ¿Dónde estaba?

- ¡Alexander! - un pequeño cuerpo entró corriendo hacia mi.

Inhalé el delicioso olor a chocolate que desprendía mi chico mientras me abrazaba.

- Hola - mi voz sonaba más ronca de lo normal.

- ¿Cómo te sientes? - su cabeza estaba enterrada en mi cuello.

- Inútil - suspiré y el rió suavemente sobre mi piel.  - Es verdad, no puedo siquiera moverme.

- Alec, despertaste. - Matt entró con una sonrisa vacilante.

- Lo hice. - Magnus se separó de mí y salió de la habitación dejándonos solos.

- Nos diste un buen susto.

- Lo sé, lo siento. Ahora no puedo moverme y ya no serviré como guardaespaldas. - me sentía decepcionado ante la idea.

- Hey, calma. Ya te sacaron la bala y no te afectó mucho es solo cuestión de que tú herida cicatrice y estarás como nuevo.

- Eso suena bien.

- Si, oye Alec yo sé que dijiste que entre Magnus y tú no había nada, pero es que después del ataque mientras tú te estabas desangrando, me di cuenta de cómo te veía y créeme Alec que él reflejaba todo lo que sentía por ti y yo...

- Matt, mírame - insistí y nuestros ojos chocaron - Entre él y yo no hay nada. Yo lo quiero y él a mí, pero como amigos solamente. Estoy seguro que él solo estaba preocupado por mí y ya.
A demás aún no les has dicho que te gusta, ¿o sí? - negó.

- Pienso hacerlo hoy y si él quiere, podemos comenzar una relación. - sentí estremecer mi corazón.

- Yo creo que el aceptará porque eres la persona más maravillosa que haya conocido. - sonrió y me abrazó.

- Gracias, hermano.

¿Qué más podía hacer? Tal vez Magnus sería feliz con Matt y yo fuera del camino.






No odien a Matt, de verdad que sí él supiera que Magnus también quiere a Alec como algo más, se alejaría de él para que Alec pudiera estar con Magnus. 🙁 La amistad de Alec y Matt es importante para ambos y es por eso que Alec no quiere interferir entre ellos.

Bueno ya, gracias por leer. 💓

My two loves. (Malec)Where stories live. Discover now