2. 🍂

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Magnus.

- ¡Eso no es justo! - hice un puchero a mi mamá.

- Magnus, sabes que es necesario. No sé qué haría si algo te pasa. - acarició mi mejilla con ternura.

- Bien, pero no esperes a que me lleve bien con alguno de esos hombres grandes. - los ojos verdes de mamá brillaron.

- No espero que lo hagas. - sonreí.

- Bueno ma, en lo que llegan esos dos. Iré a recojer mis libros. - besé su mejilla y salí de casa.

La casa no era muy grande como la que teníamos en Manhattan, pero era cómoda. Tenía patio trasero y era de 3 pisos, en el primero la sala de estar, el comedor y la cocina. En el segundo piso estaba el cuarto de lavado, el gimnasio y una pequeña biblioteca, en el último piso se encontraban las habitaciones.

Tenía que ir a recoger unos libros a la biblioteca que estaba del otro lado del bosque, no estaba muy lejos, pero siempre me dió mala espina pasar por el bosque. Y es que prácticamente mi casa estaba rodeada de árboles enormes.

Camine mientras la suave brisa chocaba en mis mejillas. El clima de este lugar siempre era un poco frío.

Después de unos minutos llegué a la librería, no tarde mucho en volver a casa.

Camine de regreso y ahí fue cuando sentí una mirada pesada sobre mí, revisaba a los lados, pero nada. Apresure el paso, adentrándome más al bosque y entonces ¡Pum! mis libros cayeron y no importó cuando comencé a correr para mí suerte corrí en otra dirección y me perdí. No deje de correr porque sentía como me estaban pisando los talones.

Corrí tanto como mis piernas me lo permitían hasta que mi pie se dobló y caí.



Alec.

Un taxi nos había dejado justo enfrente de una bonita casa marrón de tres pisos. Matt y yo bajamos nuestras maletas mientras nos recibía un hombre alto de cabello negro con piel caramelo y unos ojos verdes.

- Bienvenidos. - saludó.

- Un gusto señor... -

- Asmodeus Bane. Señor Bane si gustan. - estreché su mano.

- Señor Bane, soy el sargento Alexander Lightwood y él es mi compañero. - señalé a Matt.

- Sargento Matthew Daddario, señor. - repitió la acción de estrechar su mano.

- Un gusto - se hizo a un lado - pasen, les mostraré sus habitaciones.

Lo seguimos hasta el último piso con las maletas en manos. Señaló las últimas 3 puertas de lado izquierdo.

- La puerta que está en medio es la de mi hijo, Magnus. Las que están a su lado son las de ustedes, pueden tomar la que guste. Quise acomodarlos de esta forma para que, si en alguna ocasión, Magnus esté en problemas, puedan llegar rápido con él.

- Está bien, señor Bane. Agradecemos su hospitalidad. - Matt mostró una sonrisa sincera.

- Desempaquen mientras mi hijo llega para presentarlos. - asentí y el hombre salió del pasillo.

- ¿Qué habitación quieres Alec?

- Mhh, la de la derecha. - señalé la puerta.

- Bien. Dios, esto es tan raro. - suspiró.

- Lo sé, nunca me ví siendo guardaespaldas. Pero él teniente dijo que nos darían una muy buena paga.

- Es lo único por lo que estoy aquí hombre.

Fue lo último que dijo antes de meterse a su habitación y yo hice lo mismo.



Matt.

Suspiré entrando a la habitación y en la cama había una pequeña mochila, la abrí con curiosidad y encontré unos pequeños auriculares que supongo que son para comunicarme con Alec o con el señor Bane. También había una pistola, el teniente nos había autorizado traer un arma, pero agradecía tener dos ahora. Y por último había un cinturón para portar las armas, sonreí, esto me encantaba.

Después de darme una ducha y vestirme, tocaron la puerta y antes de que pudiera abrir una voz femenina habló.

- Sargento, el señor Bane solicita su presencia con urgencia. Haga el favor de ir preparando.

Me coloqué el auricular al igual que el cinturón y enfundé el arma saliendo de mi habitación hasta la sala de estar del primer piso.

Al llegar Alec ya estaba hablando con el hombre. Ambos voltearon a verme y Alec se acercó a mí.

- ¿Qué ocurre?

- El chico Bane no a regresado desde la mañana y es muy probable que no se haya detenido a comprar algo. - asentí y miré al hombre de traje frente a nosotros.

- Hay que tener cuidado con el bosque, es muy grande y puede que Magnus se haya perdido. En cualquier caso trataré de guiarlo por los auriculares. - explicó antes de que Alec y yo saliéramos de la casa.

- Trata de no separarte de mí y agudiza tu oído, es posible que Magnus haga ruido con sus pisadas. - Alec asintió y entramos al bosque.

¡Pum! ¡Pum!

Los disparos se escucharon no muy lejos y corrimos. No dejaría que nada le pasará a Magnus, eso era seguro.






Perdón por no subir el capítulo ayer, es que tuve problemas con la app, pero en fin. Aquí está, mañana subiré otro cap y ahí es cuando Magnus los conoce. 🙊
Gracias por leer. 💙

My two loves. (Malec)Where stories live. Discover now