Capítulo 26

105 9 0
                                    

-¿Sabes Miranda? No entiendo por que lo elegiste a él y no a mí. - Miró a Thomas con asco ganándose otro gruñido de mi parte. Él  me miró con burla pero se alejó de Thomas.
-Él es mucho mejor que tú. - Gruñi en su dirección, él fruncio el ceño y sus ojos pasaron rápidamente a un rojo sangre.
Me gruño, tan fuerte que hasta sentí el suelo tamblar.
-Estás débil Miranda, no creo que debas hacerme enojar. -Sonrió dejando ver sus colmillos caninos. Pero no va la cabeza, nunca le mostré sumisión o miedo y no empezaría ahora. -Uno de mis más grandes deseos es verte de rodillas ante mi, sumisa y pidiéndome perdón. Quiero verte destrozada.
-Eso jamás pasará. -Habló Thomas captando la atención de Ashton.
Él  sacó una pequeña navaja de su saco y se acercó lentamente a Thomas ignorando mis constantes amenazas.
Ignore el dolor de mi cuerpo y me renovó tratando de levantarme pero fue en vano y gemi cuando hizo un ligero corte en su rostro.
-Ahora lo entendio -Hizo otro corte pero esta vez en el brazo de Thomas y gruñi de una forma más feroz que antes, empezaba a ver rojo. -Él es tu mate... ¿Pero cómo?
-No te incumbe. - Susurre con ira.
Deje de ver a Ashton y me concentre en Thomas. su mejillas sangraba por el corte al igual que su brazo izquierdo. La ira se convirtió en tristeza, mis músculos se relajaron y la necesidad de estar a su lado no tardó en aparecer.
-Es por eso que estas tan débil, aún no lo haz marcado... - Afirmó mientras miraba el cuello de Thomas quién no tardó en mirarme con un signo de interrogación reflejado en sus ojos. -Con razón te desmallaste al recibir tan mísero golpe. -Siguió. -Estas muriendo muy lentamente.
Escuché el corazón de Thomas detenerse un segundo y luego jadeo al recibir tal información que yo no puede negar...
-¿Es cierto? -Me preguntó mi compañero con sus ojos algo rojos y cuando confirmó lo que dijo Ashton, él no pudo evitar mirarme con dolor inquietando a mi lobo.
-Lo siento... -Dije a lo que él mordió su labio inferiror para evitar que cualquier sonido saliera de su boca.
-Debo admitir que me dan demacida ternura al mismo tiempo que me dan asco.
-¿Que quieres de nosotros? -Le gruñi.
-Hice una promesa Miranda, serás mía o no serás de nadie. -Poco después se fue.
Thomas se arrastró hasta descansar su cuerpo sobre las rejas que nos separaban, intenté acercarme a él pero me fue imposible por mi pié encadenado.
-¿Porqué no me dijiste nada? -Preguntó mirándome triste y al mismo tiempo decepcionado.
-No quería presionarte a nada, además no quiero que estés atado a mí,  me gusta que seas un alma libre que puedas irte cuando quieras.  - Mí voz salió en un tono bajo para que sólo el lo escuchara.
Bufo pero no dijo nada más y nos mantuvimos así, en silencio, el resto de la noche...
***
Escuchaba los ronquidos leves de Thomas, él logró consiliar el sueño sin embargo yo me mantuve despierta temiendo que Ashton volviera e intentará hacer algo con cualquiera de los dos.
-Miranda... -Voltee rápidamente a ver a mi compañero.
-¿Estas bien? -Le pregunté preocupada a lo que el asintió aún con los ojos cerrados.
-Sabes que te quiero, pero no quiero que vuelvas a ocultarme nada. -Sus ojos mieles por fin se abrieron y buscaron los míos para asegura es de que escuchaba cada una de sus palabras. -Todo este tiempo te haz preocupado por mi dejando te de lado, yo también quiero cuidar de ti pero no podré si me ocultas cosas como estas. -Asenti mirando para otro lado, me sentía como una niña regalada y no me gustaba para nada.
-Te amo. -Me dijo a lo que sonreí levemente. -Tan pronto salgamos de aquí me vas a marcar, no quiero perderte. -Susurró, volví a asentir sabiendo que yo no cumpliría con eso.
Me sobresalte cuando escuche la puerta de la entrada abrirce, me concentre en los sonidos escuchando a tres corazones.
Me mantuve alerta escuchando sus pasos hasta que llegaron frente a nosotros.
-Llevenla a mi habitación. -Ordenó Ashton.
Gruñi mientras los dos guardias SÉ acercaban a mi, Thomas los amenazó y yo trate de pelear sin embargo estaba muy débil.

Miranda ||BORRADOR||Where stories live. Discover now