Capitulo 2: Conociendo el Pasado- Presente

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- Buenas tardes y bienvenida a la panadería de los Doupeng-Cheng.- saludo alegremente Sabine, la madre de Marinette y abuela de Emma para luego sorprenderse por la cara nueva- No eres de por aquí, ¿verdad?
La joven no podía más de la emoción. Su abuela se veía mucho más joven y hermosa, no que en el futuro fuera fea, pero esta versión de Sabine no tenía todas las marcas físicas y psicológicas que vienen con el paso del tiempo.
- No por ahora.- se hizo un chiste para ella misma.
Su abuela la miró un tanto extrañada, pero rápidamente recobro su característica alegría ignorando el comentario.
- ¿Cómo te llamas jovencita?
- Emma, Emma Agr... - se frenó al darse cuenta de que no podía decir el apellido Agreste porque sino tendría muchos problemas- Fu, Emma Fu.
- ¿Fu?- la miró desconcertada- ¿Como el señor Weng Fu?
- Exactamente. ¿Se conocen?- la menor fingió su sorpresa ante la pregunta.
- No he tenido el placer de conversar mucho con él porque ambos somos personas ocupadas, pero se nota que es buena gente. ¿Y que eres de él?
- Su nieta. Vine de intercambio desde China. Mis papás en realidad son Franceses, pero cuando era pequeña nos mudamos allá.- explicó medio mintiendo.
Sus padres en verdad la habían hecho vivir en aquel lugar por un par de años, pero las cosas no salieron bien por lo que tuvieron que regresar. Además de que todos consideraban a Fu como uno de los abuelos de la joven, si él es el responsable de que ella existiera gracias a que juntó a sus padres.
- Entiendo.- asintió levemente la mujer y le sonrió calidamente- Bueno, entonces. ¿Que vas a querer?
Emma pidió una caja de macarons. Ella los adoraba con toda el alma, pero su abuela no los hacía tan seguido desde lo de su abuelo. Cuando Sabine se la entregó la joven Agreste agradeció y pagó por la comida.
- Espero verte de nuevo pronto.- amablemente dijo su abuela.
La chica sonrió de oreja a oreja.
- Tranquila abu- d- d -digo, señora Sabine, voy a pasar cuantas veces pueda.
Y así la joven salió corriendo dejando a la mayor un poco pensativa.
- ¿Le había dicho mi nombre?

Emma caminó hacia la plaza mas cercana y se sentó en uno de los bancos a disfrutar de las delicias de la mayor de las mujeres Dupain- Cheng, pero poco le duró el gozo cuando los primeros gritos de desesperación se hicieron presentes.
- ¿Un akumatizado? ¿Justo ahora? Ahg olvide lo inoportuno que puede ser el abuelo a veces.
Se fue a un callejón en donde había una escalera contra incendios. Luego de subir esta y llegar hasta el techo, dejó todas sus bolsas y se transformó. Salió volando velozmente hasta llegar a donde el conflicto se originaba. Se estacionó en una azotea cercana y observó la escena detalladamente. Prontamente se percató, por las historias que le contaban sus padres, de que el akumatizado en este caso era Dark Blade que, con un ejercito de caballeros, había aprisionado a su madre, tíos y sus amigos de la clase dentro del ayuntamiento en donde su tía Chloe estaba haciendo su fiesta para chantajear a todos los del curso para que la votaran como representante de la clase.
De repente algo apareció en su campo de visión. Se movía tan rápido que apenas podía discernir que era, aunque todo se aclaró al escuchar los gritos de dolor de los secuaces del akumatizados.
- Papá.- soltó contenta la joven al ver a la versión joven de su padre pateando traseros.
- Chicos, ¿Únicamente conocen el metal pesado?-dijo él corriendo hacia los malos.
Emma se comenzó a reír fuertemente a causa de la broma.
- Plumas a tierra.- ordenó la chica para luego destransformarse.
- Eso no fue para nada bueno.- dijo su kwami saliendo del miraculous.
- No importa que al mundo no le guste.-se limpió una lagrima tratando de calmarse- Los chistes de mi papá son los mejores.
- ¿Por qué terminaste con la transformación?
- Mis papas no necesitan mi ayuda, ellos se pueden arreglar solos. Sino no serían los grandes héroes de parís. Así que me voy a quedar aquí a ver la pelea.
Los minutos pasaban y la alegría de la Agreste se iba apagando al ver cómo se daban vuelta las tornas y el gran Chat Noir era ahora el que recibía las patadas en el trasero. Y la situación no mejoró siquiera cuando la gran Ladybug, su madre, entró en la escena.
- Tranquila Duusu,-trato de calmar a su kwami al sentir la preocupación que esta emanaba al ver la escena- aunque no lo parezca ellos lo tienen todo bajo control.
Cuando Dark Blade colocó su estandarte en la cima el cielo se tornó oscuro alarmando un poco más a ambas. De repente gritos se escucharon a las espaldas de Emma. Utilizando su buena vista pudo divisar a lo lejos como las personas se iban transformando en caballeros.
- Esta bien, eso no se ve como controlado.
Los que se iban convirtiendo en súbditos de Dark Blade se acercaban rápidamente hacia el ayuntamiento para ayudar a su amo en su nueva misión de obtener los miraculous de los padres de Emma.
- Si todos esos soldados llegan a la cima en donde están peleando estarán perdidos.-le advirtió Dussu- Tienes que transformarte para ayudarlos.
Ella no quería admitirlo, pero la pequeña criatura tenía razón.
-Ok, ok, ok lo voy a hacer, voy a interferir en la linea temporal.-largó un suspiro pesado y se comenzó a susurrar- Puedo hacer esto, tengo que ser rápida y concisa.
- ¡Tu puedes Emma!- la alentó su kwami.
Miro a su compañera unos segundos y algo hizo "click" en su mente.
- Gracias Duusu, pero te equivocas.
La pequeña miró confundida.
- Nosotras podemos.- le dio una sonrisa segura- Duusu... ¡PLUMAS AL CIELO!

Y así se transformó en la superheroina Le Paon, y sin pensar en nada más se arrojó hacia la alcaldía y derribó a todos los soldados de Dark Blade sin darles ninguna oportunidad. Patadas y puñetazos iban y venían, pero ninguno provenía del lado de los malos. Emma se sentía tan contenta de poder estar haciendo lo que tanto le gustaba, además de que desde que su abuelo dejó el manto de villano las cosas en París habían dejado de ponerse... catastróficas.
- Vamos amigos. ¿Eso es todo?- se burló- Muéstrenme por qué mi abuelo es de temer.
Peleó unos diez minutos más hasta que escuchó a su madre gritar su clásica frase cuando liberaba a un akumatizado de su prisión. Luego de eso voló tan rápido como un cometa hacia el edificio en el que había dejado sus cosas. Todo esto sin percatarse de que un super héroe felino se había quedado confundido mirando la estela azul que dejó.
Al llegar al lugar tomó sus cosas, bajó de la terraza y se destransformó.
- Dios, eso fue tan emocionante.- festejó la joven contenta por su victoria.
- Igualmente no tienes que distraerte, la razón principal del porque estamos aquí no son los akumatizados.
- Cierto Duusu, pero se siente gratificante poder usar los poderes para hacer el bien.
El kwami se rió.
- Tienes la misma predisposición para salvar al mundo que Emilie.- dijo Duusu con una nostalgia
clara en su voz.
- Todavía la extrañas. ¿No es así?
- Mucho, aunque no me malinterpretes, estar contigo es lo mejor que me pudo pasar en la vida, pero ella era...
- Magnífica, lo sé.-suspiró- El abuelo no paraba de contarme sobre ella.
Ambas sé quedaron en silencio por unos momentos.
- Tienes razón.-Duusu decretó rompiendo la atmósfera- Mejor hoy disfrutemos de esta victoria.
La chica gritó de alegría.
- Ahora por eso cuando lleguemos a lo del maestro Fu te prepararé una rica torta para que puedas recuperar fuerzas. El kwami festejó eso y luego comenzaron a caminar.
Y así Emma se encaminó a su nuevo hogar provisorio con el sentimiento de haber hecho la primera cosa heróica en este tiempo, pero poco sabía la chica que el destino le tenía preparado un camino aún más importante.




HOLAAAAA!!!!!!!!!!! Después de milenios decidí escribir el segundo capitulo, perdón XD. Aunque no obtuve la meta que quería la cantidad de lecturas me hizo querer darles un poco mas, así que espero lo disfruten y no duden en dejar un buen comentario y su estrella. Veré de no dejar pasar taaaanto tiempo para el próximo capitulo, jeje.

Nos vemos en la próxima ;P

La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)Where stories live. Discover now