–Narra Seis–
Cuando Alissa me miró, noté la preocupación reflejada en sus ojos. Por un carajo, voy a golpear a alguien el día de hoy. Mi pecho subía y bajaba por la acelerada respiración al igual que el de ella, y en ese momento, no tenía idea de cómo actuar.
Al separarme, se levantó claramente apenada y corrió tomando su ropa. La puerta ni siquiera tenía seguro, así que Bruce podía abrirla en cualquier momento. Bruce, te voy a matar.
–Entra al baño –mascullé tomando su pantalón para lanzárselo apresurado. Ella hizo lo que le dije, y no pude evitar echarle un último vistazo. No sé hasta dónde íbamos a llegar, pero no me hubiera molestado un poco más lejos.
–¿Seis, estás allí? –Bruce volvió a golpear la puerta sacándome de mis pensamientos y reaccioné al instante, pero no me dio tiempo de hacer nada. La puerta se abrió de golpe, y por pura suerte, al mismo tiempo Alissa estaba cerrando la del baño.
Él iba a entrar a la habitación, pero al divisarme semidesnudo frente a él se quedó inmóvil con los ojos desorbitados.
–Estaba a punto de darme un baño –hablé golpeando las palabras una tras de otra por la prisa, pero desde luego, no pensé que fuese a creerme. Volteó por todos lados en la recámara y luego volvió a posar la vista sobre mí.
–¿Dónde está ella? –preguntó con claro desconcierto.
–En el otro cuarto –dije inexpresivo–. Se quedó dormida.
–¿No iban a hablar? –cuestionó ceñudo.
–Ya hablamos.
–¿Todo bien?
–Todo bien –me acerqué a él y tomé el borde de la puerta para cerrarla aunque siguiera allí parado.
–¿Pero a ti qué te pasó? –volvió a preguntar alzando una ceja antes de poder cerrar.
–¿De qué?
–Pareciera que te succionaron la boca con una aspiradora –murmuró esbozando una sonrisa insinuante, a lo que yo rodé los ojos fastidiado.
–Voy a bañarme, ¿Me dejas? –azoté la puerta sin esperar su respuesta y me volteé para recoger la ropa.
Me vestí lo más rápido posible y acomodé mi bandana que se había caído de mi frente, para luego acercarme al cuarto de baño y tocar tres veces seguidas.
–Ya se fue –anuncié en voz alta.
Ella quizá todavía se esté vistiendo, o igual puede ser que esté demasiado apenada como para abrirme la puerta. Pero para mi sorpresa, en un par de segundos la abrió y ya estaba afuera parada justo enfrente de mí con una mirada que jamás había visto antes en ella. Era algo así como enojo, preocupación, pena, e impotencia al mismo tiempo.
–¿Qué? –cuestioné sonriendo levemente.
–No vuelvas a hacer eso –sentenció apuntándome con el dedo índice.
–He hecho muchas cosas, en especial durante los últimos quince minutos. Podrías ser más específica –dije con humor observándola avanzar a través del lugar como si quisiera escapar de mi mirada.
–Sabes bien a qué me refiero –habló en voz baja, moviéndose de aquí para allá.
–¿A besarte?
Se quedó quieta por un momento, y volteó en mi dirección con cara de pocos amigos.
–A besarme de pronto cuando estoy hablando –repuso cruzándose de brazos, y el sólo hecho de decirlo la hacía ruborizar, lo cual a mí me causaba gracia.
YOU ARE READING
Damned ∙ libro uno
FanfictionDamned es una trilogía que narra la dura vida de un criminal apodado "Seis" quien oculta secretos y carga el peso de un pasado oscuro que lo atormenta cada día. Cuando por error se topa con Alissa, una chica quien no sabe lo que es un verdadero prob...