Fire and Rain

11. A pesar de...

Adele estuvo sentada frente a la oficina de su jefe casi 30 min. El tiempo le había dado la oportunidad de reflexionar bien lo que estaba apunto de hacer. Cuando la puerta se abrió y dejo ver la cara molesta de su jefe Adele sintió miedo. Los dos hombres que habían pasado los últimos minutos dentro también parecían asustados.

El señor Blanchard se levanto y camino hasta ella.

-Dime que son cosas buenas- le dijo frotándose la cabeza.

-Me temo que no- dijo Adele.

El Señor Blanchard miro a Adele y suspiro. Le hizo una seña para que entrara y ella sonrió intentando parecer tranquila. Cerro la puerta detrás de ella y camino hasta la silla frente a el escritorio de su jefe y se sentó.

-Te escucho- la invito a hablar.

-Me temo que no puedo seguir con el caso de Lewis- anuncio Adele.

-Creí que ya habíamos hablado de esto- renegó Blanchard.

-Esta vez es diferente- dijo Adele con un suspiro.

-¿Como?- preguntó.

Adele se sintió avergonzada por lo que estaba apunto de contar. Nunca había sido una persona que le importara lo que dijeran los demás, pero por alguna razón, lo que estaba apunto de decir no le hacia sentir muy bien.

-Me temo que por cuestiones personales- le anuncio Adele.

-Señorita Farley...

-Mi novio esta saliendo con Victoria Lewis- se adelanto a decir Adele.

El señor Blanchard abrió los ojos con sorpresa.

-¿De que esta hablando? ¿Conoces a la viuda?- pregunto sorprendido.

-No. Por lo menos no hasta hoy- respondió con una mueca al recordar lo sucedido.

-Lo siento mucho Adele- le dijo Blanchard con tristeza.

-No debe sentir lastima por mi. Supongo que es una señal de que ese caso nunca fue para mi.

-Tienes razón. Cuando el corazón interviene, no puedo permitir que estés involucrada en algo asi. Acepto tu renuncia al caso- le dijo Blanchard con una sonrisa.

-De hecho...

-¿No estarás pensando renunciar a la fiscalía verdad?- interrumpió asustado Blanchard.

-No, no, no. Solo quería pedirle unos días fuera.- se apresuro a aclarar Adele.

-Menos mal.- dijo sacando aire- Te dare unas semanas. Si regresas antes serás bienvenida

Adele asintió.

-Gracias- dijo con una sonrisa- Si me disculpa. Tengo un bote de helado y una novela de Jane Austen que me esperan.

-Vas a superarlo Adele- le dijo Blanchard poniéndose de pie para darle un abrazo.

-El problema señor, es que por mas que lo intento, no me duele- dijo Adele devolviendo el abrazo.

Blanchard se separo de ella.

-Entonces Adele, deberías reflexionar sobre lo que en realidad sentías por ese joven.

Adele asintió.

-Otra vez gracias- dijo antes de irse de su oficina.

Adele salió de la oficina, lista para el plan de rompimiento que tenia. Pero Marissa la detuvo.

-¿Me consideras tu amiga?-le pregunta nerviosa.

Adele la miro extrañada.

-¿Que?- pregunto Adele confundida.