42.Tras mucho tiempo

199 29 22
                                    

Maratón día 2(2/2)

La cara de Selina cuando ve a Jenny o a Priscilla, en la foto jaja

La cara de Selina cuando ve a Jenny o a Priscilla, en la foto jaja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SELINA

A pesar de que mi padre era una persona puntual, llegó con cierto retraso a nuestra cita, lo que me hizo sospechar de que realmente no le apetecía venir a verme. Su aura llena de poder levantó varias miradas de mujeres que tenían sus miradas tras la carta de la cafetería o una revista, interrumpiendo su lectura para fijarse en mi padre. Me molestaba profundamente lo que él provocaba en el género femenino, pero yo no podía quejarme porque ocasionaba lo mismo en el sentido contrario y a veces, en el mismo sentido.

El encanto vampírico era algo que nos envolvía de forma permanente y eso hacía que no nos fiáramos de prácticamente nadie porque a simple vista no podías saber si simplemente caías bien o gustabas o era el influjo de nuestras almas poderosas.

Tras tomarse su tiempo en acomodar la chaqueta, me miró con su habitual sonrisa de cortesía que no mostraba demasiadas emociones. Aquel semblante tan antinatural en mi padre era una de las cosas que más me fastidiaba de su personalidad y uno de los motivos por el que más discitíamos. El no tener la presencia de mi madre y el ver como mi padre tenía cientos de parejas sin importar nada en absoluto era aborrecible para mí, pero entonces caí en la cuenta que durante muchos años yo había hecho lo mismo: me había privado de sentir.

Pero eso era algo que poco a poco iba dejando atrás gracias a Ryan. Se había convertido en un gran amigo y jefe en el que iba confiando poco a poco. Por primera vez en mi vida, tenía un amigo.

Aunque deseara perderme en los ojos metálicos de mi "amigo".

Mi padre me notaba ausente y no era para menos; cuando mi mente viajaba a los ojos de Ryan, el mundo parecía detenerse y yo despegar a un planeta donde ese hombre era mi Dios. Las preguntas de mi padre no tardaron en llegar:

-Veo que el trabajo en Nueva York te está sentando fenomenal.

-Lo cierto es que sí, admito que pensaba que no iba a funcionar.

La mirada inquisitiva de mi padre se clavó en mí. Él sabía perfectamente que había un motivo por el que viajé expresamente a Nueva York.

-Nunca pensé que te apasionaba esta ciudad, ¿Seguro que no hay un motivo oculto por el que viniste?

Me puse seria y me acomodé en el asiento mirando a mi padre que no apartaba su vista de mí:

-Digamos que vine por un hombre al que quería conocer. Al final lo conocí y se convirtió en mi jefe. Y bueno, le cogí cariño a la ciudad.

- ¿A la ciudad o a ese hombre?

-Podría ser...a los dos-Le dije con dificultad; me había pillado, pero no parecía molesto, sino simplemente serio.

Primadonna (Is It Love?Ryan?)#awardseditorialwattpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora