Ser una vampira milenaria hija de un Original te abre muchas puertas y ventanas.Siempre he sentido debilidad por los chicos guapos y poderosos, en especial hombres de éxito y dinero. El poder es mi droga y el amor mi veneno; jamás te enamores de mí...
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Poco después de tener la charla con Sebastián la cual me puso de los nervios, intenté dormir de todas las formas pero me era imposible. Mi estado de nerviosismo era tan elevado que necesitaba algún tipo de desahogo.
El problema es que no podía recurrir a Sebastián ya que me había demostrado que los sentimientos por mí estaban creciendo y no quería que él sufriera.
Entonces recordé a otro viejo amigo con el que compartí algunas buenas noches. Tomé el teléfono y marqué su número.
-¿Selina? ¿Eres tú?-Preguntó con voz ahogada.
-Sí, querido Drogo, cuánto tiempo-Le dije con mi habitual sonrisa seductora.
-¿A qué debo el honor de que me llames?
-Necesito divertirme un poco y pensé en ti. Digamos que mañana tengo un viaje importante y no puedo dormir, así que...pensé en ti.
Hubo un silencio demasiado largo para mi gusto y eso me estaba enfureciendo, ¿Qué había pasado con el Drogo apasionado que conocí?
-Lo siento Selina, ese Drogo quedó atrás. Ahora estoy saliendo con una chica y la quiero de verdad.
-No tiene por qué enterarse...soy realmente discreta.
Un resoplido exasperante sonó al otro lado del teléfono.
-He dicho que no,Selina; yo ya no soy así. Ahora que conozco el amor reconozco que esas noches eran vacías y no servían de nada. Ahora sí que sé lo que es el buen sexo, antes no.
-¿Me estás diciendo que conmigo no disfrutaste?-Le grité furiosa.
-Nada se compara a cuando lo hacer con la persona que quieres, espero que algún día puedas experimentarlo.
Y antes de que pudiera hablar, Drogo me colgó el teléfono.
Tuve la tentación de estrellar el móvil contra el suelo pero lo necesitaba para el viaje de mañana. Se suponía que yo iba a ser uno de los inversores con los que se reuniría Ryan en la sala de conferencias.
Estaba harta de que la gente de mi alrededor me dijera que me enamorase, ¿Es que no se dan cuenta que no es lo que quiero?
Entonces me percaté de una presencia en el marco de la puerta; lo que me faltaba, Sebastián había escuchado la conversación con Drogo.
-¿Qué quieres, Sebastián?-Pregunté con tono molesto.
-¿Qué pasó con Drogo?-Me preguntó serio, era evidente que no lo tragaba.
-Tuve una discusión porque, parece ser, ya no quiere acostarse conmigo porque tiene novia y está felizmente enamorado ¡Qué tontería!, le dije que ella no tenía por qué enterarse.
-Yo tampoco me acostaría con otra si te tuviera a ti-Dijo con su voz seductora que lograba encenderme.
Él comenzó a acercarse pero yo no quería que pasara nada y menos sabiendo las intenciones de Sebastián. Ese lobo terco estaba marcando el territorio peligrosamente para que ningún otro se atreviera a acercarse a mí; podía notarlo en su olor.
-¡No quiero que me marques con tu olor, Sebastián!¡Recuerda que no soy nada tuyo!
-Hemos compartido tanto que no comprendo cómo es posible que no te guste, ¿Ni siquiera te gusto, solo te atraigo?
-Sebastián, ya hemos hablado de eso; no soy capaz de salir con nadie porque a la mínima de cambio voy a engañarte con otro. Tú eres lo más parecido a un amigo que tengo y no deseo hacerte ningún mal, por eso controlo mis ganas de echarme encima de ti. Admito que siento una atracción muy fuerte hacia ti pero, no puedo enamorarme.
-Ni siquiera lo has intentado Selina,¿Porqué dices eso?
-¡Porque ya pasé por eso, ya me enamoré como una estúpida y lo perdí todo! ¡Perdí a la persona que quería, una persona que solo me utilizó para conseguir sus fines! ¡No voy a permitir que me usen nunca más!
-Yo jamás te usaría y tú lo sabes-Dijo mientras acariciaba mi hombro con la mirada encendida.
-No puedo fiarme de mi sombra, Sebastián; por mucho que lo intente, desconfiaré de todos. Lo siento por ti y si deseas abandonar tu puesto de trabajo lo comprenderé. A fin de cuentas mañana vivirá Ryan aquí y dudo que te guste quedarte aquí.
-¿Te compensa de verdad tener un esclavo sexual contra su voluntad?
-Es algo que necesito, mi droga contra la soledad, contra la eternidad. Es algo que necesito y que no puedo dejar de tener.
Sebastián se alejó de mí con la cara visiblemente preocupada. Estaba segura que no iba a quedarse después de lo que le dije. Si él se queda estando Ryan bajo el mismo techo, su instinto de lobo salvaje saldrá a la luz y la pelea estaba asegurada.
Antes de irse, él me miró a los ojos abatido y me dijo con voz monótona:
-Voy a quedarme en esta casa porque deseo protegerte y estar a tu lado. No sería la primera vez que te oigo gemir en los brazos de otro hombre así que, por desgracia, no me dolerá más que de costumbre. Mañana el vuelo sale a las nueve, así que estate lista para entonces.
Yo lo miré sorprendida sin comprender el motivo, ¿Quién iba a arriesgarse a sufrir por alguien tan sucio y usado como yo?
Odiaba la bondad y el amor incondicional de Sebastián; me destrozaba el saber que estaba sufriendo por mi culpa pero, a fin de cuentas si él se quedaba era bajo su responsabilidad.
Asentí con fuerza dándome ánimos e intentando calmar mis nervios después de aquello dos enfrentamientos. La reunión de mañana tenía que salir a pedir de boca para que el secuestro saliese de forma limpia y discreta. El plan ya estaba en marcha. Y con una sonrisa, me deslicé entre las sábanas.
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