DANGER DAYS: Aftermath

GOODNITE, DR. DEATH

"De acuerdo, niños. Las luces se han apagado y la fiesta ha terminado. Es el momento de que yo, Dr. D, empiece a correr y diga adiós por una temporada. Y ya sé que me echaréis de menos, así que os dejaré con esto: ¿conocéis esa gran bola de radiación a la que llamamos "Sol"? Pues os achicharrará en llamas si os quedáis plantados en el mismo sitio durante demasiado tiempo.

Eso es si la estática no os pilla antes.

Así que recordad, incluso aunque estéis hechos polvo, tal vez os hayáis ido, pero aquí fuera, en el desierto... vuestra sombra sale adelante.

Esto es Dr. Death Defying, desconectándose."

"¿Y ahora qué?"

Esa gran pregunta. Esa cuestión que se menciona en el aire siempre que se pone un punto y final. Ese misterioso enigma que asola las mentes de todo el mundo cuando nuestros sueños, nuestros objetivos se han terminado. Cuando nos plantamos frente al abismo tras años de arduo esfuerzo tratando de llegar hasta su cima. Miramos hacia abajo; contemplamos el vacío que se extiende ante nuestros pies. Nos deleitamos de nuestra hazaña con orgullo. Pero luego alzamos la vista y miramos a nuestro alrededor, hacia el horizonte. Las posibilidades. Tras una vida de escalada, ¿qué más se puede hacer?

"¿Y ahora qué?" Pregunta Dark Blaze en medio del jaleo.

Siempre había soñado con este momento. Lo había imaginado como una fiesta apoteósica, totalmente genuina e improvisada, impulsada por el sentimiento de libertad que por fin asolaría sus pechos. Que el campo de batalla se tornase en discoteca. Pero aún no es el momento de encender el neón ni de tirar el confeti. Ya habrá tiempo para las celebraciones. Ahora mismo, en su lugar, todo Killjoy está reunido a las puertas de BL/ind, ayudando a sus amigos malheridos, dando a los caídos el respeto que se merecen. Sacando máscaras de Draculoides y de Scarecrows a todo correr, recuperando a viejos compañeros; trayendo de las tinieblas a las almas que han permanecido en un incierto coma todo este tiempo, cuyas manos se encuentran terriblemente manchadas sin ellos buscarlo.

Hay muchos cuerpos en el suelo, demasiados para contarlos a simple vista. De un bando y de otro, si es que hay alguna diferencia al final del día. Demasiada sangre y plástico. Pero, por lo menos, su derrota no ha sido en vano. Ni mucho menos.

Los Fabulosos Cuatro, juntos y vivos de nuevo. La unidad Planetary, con la satisfacción del trabajo bien hecho en sus rostros. Todos ellos reunidos salen fuera del edificio, situándose al borde de la grisácea acera, contemplando los últimos rayos anaranjados y rojizos de la tarde que se filtran entre las montañas de metal, dando paso a un cielo estrellado, libre de electricidad artificial por primera vez en años. La naturaleza muestra su belleza en todo su esplendor, sin la ayuda de nadie.

"Supongo que no nos vendrá mal un descanso..." Suspira Ghoul, sacándose la máscara para quitarse el sudor de la frente. "Creo que nos lo hemos ganado."

"Todavía no." Responde Chemical con suavidad, alzando la vista hacia el cielo. "Aún quedan muchos escombros que limpiar, muchas explicaciones que dar... Después de toda fiesta siempre hay que recoger..."

"Mira tú, nos salió poeta." Ríe Gunner, dándole una amistosa palmada en el hombro.

Todos a su alrededor ríe, y Blaze asiente. "Todo esto sólo nos ha servido para evitar que los Exterminadores nos den la chapa, pero aún queda toda una ciudad que palpita a un son diferente, como si estuviese adormecida... Y hay que despertarla."

"Llevamos siendo los enemigos toda la vida." Reflexiona Kobra con inseguridad. "No sé si sabré jugar en el papel de héroe. ¿De verdad creéis que tenemos posibilidades de que nos acepten?"