Todo lo que quiero de Navidad...

Comenzar desde el principio
                                    

Despedimos a los Daddario después de que desayunamos. Tenían asuntos pendientes en Nueva York, además de que Richard y Alexandra organizarían la colecta anual de juguetes para niños de escasos recursos.

Llamamos a los padres de Em para que la dejaran quedarse un tiempo más con nosotros antes de irse a Canadá a pasar Navidad con ellos, aceptaron y le pedí las llaves de la camioneta a mi tía.

Llevé a los chicos a conocer mi bonita ciudad, comimos crema de ostras como toda buena persona de Boston y les enseñé mis sitios favoritos.

-Creo que pocas veces me he sentido tan a gusto con otras personas como ayer en la fiesta de tu papá, tienes una familia increíble-Kath me abrazó mientras comíamos palomitas afuera del acuario
-Tus primos dan miedo pero son muy agradables-confesó Alberto
-A mi familia también les simpatizaron ustedes, me dijeron que pueden venir a mi casa cuando quieran
-Saben, pese a la sencillez de este momento, lo guardaré en mi memoria, es bastante tranquilizado-Dom nos miró a todos y después bebió de su café
-Ah sí?-preguntó Em
-Sí, creo que todos nos encontramos bien ahora y podemos otorgarnos este sencillo momento junto a verdaderos amigos-Nos dedicó una sonrisa sincera
-Dom tiene razón, estoy con las personas que me hicieron mejor, en la ciudad que representa muchas cosas para mí. Los amo a todos-Mi voz comenzó a cortarse conforme las palabras emanaban

Era verdad, Boston tenía un mejor sabor de boca. Los recuerdos de mis noches de fiesta y malas amistades se desvanecieron con todo lo vivido estos días; con mis amigas peinándome, con los chicos haciendo bromas para subirme el ánimo, con mi familia recordándome que la tenía para apoyarme y con el amor de mi vida junto a mí.

No supe en qué momento las lágrimas comenzaron a desbordarse, sólo reaccioné cuando los brazos de Matt y los de todos me rodearon. Esto era lo que valía la pena recordar, el sincero amor.

Luego de que dejé de llorar, proseguimos a visitar el huerto de manzanas (que descubrí que ahora me pertenecía), recolectamos unas cuantas ya que mi abuela dijo que prepararía pay.

Todos se ofrecieron a preparar la comida, nadie me dejó hacer nada porque querían "consentirme" aún.

-Pasarás Navidad con nosotros?-tía Angela se sentó conmigo en una de las sillas de la piscina, me dio un té de menta

Quería estar en navidad con Matt, pero también necesitaba tiempo junto a mi familia, él también merecía tener una buen recuerdo familiar navideño ahora que era una mejorada versión de sí mismo.

-Sí, pero creo que regresaré a Nueva York por un par de cosas
-No tendríamos problema si quieres quedarte allá
-Realmente quiero estar con ustedes, lo necesito
-De acuerdo, cielito -chocamos nuestras tazas y bebimos-, eso me recuerda que debo darte el regalo de Navidad de tu padre
-Pero aún faltan un par de días
-Sí, pero me dijo que tu primer regalo lo debías comprar tú, quería que fuera algo que quisieras o necesitaras-extrajo del bolsillo de su chaqueta un sobre y me lo entregó

Una idea vino a mi mente, podría ser alocada pero soy Lila Anderson Laville y hacer cosas locas se me da bastante bien.

-Estás pensando en lo que comprarás?
-Algo así, el número del señor que cuida el huerto sigue siendo el mismo?

Me miró extrañada pero me dio los datos que necesitaba, me disculpé mientras me metía en la casa del árbol para hacer todas las llamadas que necesitaba con la privacidad requerida.

Pasé más de 20 minutos al teléfono, lo cual fue bueno porque no me vi involucrada en el tema de cocina. Em subió para decirme que todo estaba listo, le pedí que me esperara unos segundos en lo que terminaba mi última llamada.

Loser of the yearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora