Él tiene toda su vida planeada; continuar sus estudios en la universidad más prestigiosa de Nueva York, conseguir el trabajo de sus sueños, irse a vivir con su novia terminando la carrera y viajar por todo el mundo con la mujer que ama.
Ella es un c...
El primer roce de mi piel contra la suya fue como si soltáramos una chispa, claro que nos estremecimos pero no fue impedimento para que nos siguiéramos queriendo.
Sentada en medio de sus caderas, me dediqué a susurrarle su nombre, su apellido y todas las palabras que salían de lo más profundo de mi corazón.
Mis labios se empeñaron en besar lo más que pude de su cuerpo, marcándolo como si fuera mío y él hizo lo mismo. Su aliento contra mi piel, el mío contra la suya, mis manos bajando por su cuerpo, las suyas reconociendo el mío, su corazón (agitado) sincronizado con el mío, nuestros cuerpos tratando de embonar y cortar el mayor espacio posible para estar más unidos.
Nos guiaron nuestras manos, nuestros deseos, nuestros sentimientos y nuestro amor. Las luces y la magia de Nueva York envolvieron el ambiente de amor y pasión que estaba sucediendo entre este par de jóvenes enamorados e inexpertos.
-Eres hermosa y jamás me cansaré de decírtelo-Matt besaba mis mejillas con cariño mientras mis manos se empeñaban en memorizar cada uno de sus músculos
Instintivamente quité una de las manos que se encontraban en su espalda, toqué mis piernas a la altura donde tenía las cicatrices por mis errores en el pasado.
-Incluso con tus errores, no dejas de enamorarme por tu semejante hermosura-sus manos bajaron lentamente hasta donde estaban las mías, las acarició con delicadeza mientras sus besos dejaban un rastro en mi cuello -Te quiero demasiado, eres de lo mejor que me pudo pasar en la vida y lo mejor que me ha pasado en Nueva York-levanté su rostro para volver a besarlo
...
Nos habíamos deseado, nos demostramos lo mucho que nos queríamos, nos fusionamos en un mismo ritmo que las caricias marcaron y nos confesamos todos nuestros sentimientos; Matt me había hecho sentirme querida y en ningún momento hizo algo que yo no quisiera, le mostré lo mucho que lo quería, lo mucho que lo deseaba y lo loca que estoy por él. Cuando aquel momento finalmente llegó, supe que había hecho bien al tener a Matt en mi vida, no quería a nadie más que a él y no lo hubiera disfrutado con alguien diferente. Fue inolvidable e increíble.
Desperté y miré hacia arriba, sonreí al ver su rostro, no había sido un sueño, realmente había pasado.
Se veía como un ángel cuando dormía, tenerlo tan cerca y abrazado a mi cuerpo era mejor que aquella vez donde Matt intentó besarme por primera vez (o todas las veces que dormimos juntos), aquella imagen sería difícil de olvidar, tenía a mi chico abrazándome y durmiendo a mi lado como el ángel que es.
Tomé nuestras manos y las entrelacé, se despertó casi al instante, yo seguía recostada en su pecho, acarició mi cabello con ternura antes de depositar un beso en mi frente, la mano que tenía sobre mi descubierta espalda subió hasta la altura de mis omóplatos (mi cuerpo ya se había acostumbrado a su tacto por lo que no me estremecí con sus movimientos lentos), comenzó a dibujar figuras con sus dedos sobre esta.
-Hola, guapo -Buen día, preciosa
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