Más que una carta

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Lila
Como había prometido (en un acto de amabilidad sólo por un día) tenía que escribir algo para la bruja de Grace, perdonen brujas, ustedes son cool.

En un acto de suma desesperación, decidí pedirle ayuda a la profesora Martin, esperé a que todos salieran del aula y así quedarme a solas con ella sin necesidad de ir a su oficina

-Lila, qué sorpresa! No esperaba verte hoy es viernes y ya tuvimos nuestra sesión, pasa algo?
-Pues resulta que necesito que me ayude a escribir una carta
-Una carta?-se sentó en el escritorio
-Si, yo...-no tenía idea de que decir
-No es necesario que mientas pero si no deseas darme todo el contexto lo entiendo, una carta de qué tipo?
-De amor, como cuando arruinas algo y lo quieres arreglar
-Ok-puso sus manos en su barbilla-conoces a la persona?
-Si, el problema es que no siento cariño o afecto hacia ella y pues necesito escribir la carta
-Intenta conseguir inspiración mediante la inspiración de otros, lee libros de poesía o algún autor cuya especialidad sea el amor, puedes intentar con Mario Benedetti
-Serviría?
-Puedes intentarlo
-Lo haré, gracias-me salí del aula y decidí ir a la biblioteca, estaba realmente convencida de que podría hacerlo.

Había estado leyendo libros de poesía y revisado ensayos detallados sobre historias de amor, pero qué se le venía en mente a Lila? NA-DA

-Por qué tan frustrada?-Grant se sentó a mi lado
-Por nada importante-bajé la pluma que tenía en la mano y sumergí mi cara en mis manos
-Aquello no suena real, qué pasa? Puedes decírmelo
-Tengo que escribir una carta de amor o algo lindo para una persona
-Tu cita de ayer?-voltee a verlo y él agachó la cabeza, sospecho que se sonrojó
-Acaso eso importa?
-No, lo siento, qué tal te caería algo de ayuda?
-Creo que nada mal, podrías?
-Recuerda que yo también soy estudiante de creación literaria, creo que soy bueno con las palabras-tomó mi pluma y comenzó buscar una hoja libre en su carpeta-para quién es la carta entonces?
-Síguelo intentando, no va a funcionar, pero es para una...mujer

Sus ojos se abrieron como platos

-No es mi cita de ayer si es lo que piensas, lo estoy escribiendo para un trabajo extra que me dio la profesora Martin
-Trabajo extra?
-Me está ayudando en el desarrollo de una de mis novelas y pues necesito introducir una carta de amor, puedes ayudarme entonces?
-Claro, para empezar debes mentalizarte, piensa como tu personaje lo haría

Sonaba extraño pero no lo discutí, pensé en mi padre, me mentalicé como si fuera él y escribiera las muchas cartas de cumpleaños que me regaló, debí de sonreír porque Grant me preguntó:

-Veo que funciona, no?
-Si, de verdad ayuda-suprimo las ganas que estoy teniendo de llorar
-Imagina lo hermosa, sencilla, misteriosa y atrayente que puede ser una persona, déjate guiar por lo desconocido que te encanta de aquella persona,

Sentí sus dedos rozar el dorso de mi mano, no la aparté. Abrí los ojos, él sonrió, le devolví la sonrisa y sujetó mi mano con fuerza.

Comenzamos a turnarnos la pluma para escribir, después de varios tachones e intentos de Grant para persuadirme y decirle quién fue mi cita de San Valentín (sigo sin entender porque le importa tanto) nos quedó algo así:

Querida señorita:
Gracias por el tiempo que me ha permitido estar a su lado, marcaste mi vida en algún sentido.
De todos los momentos a tu lado, ver tu ojos, tu sonrisa, tomar tu mano día con día, son mis favoritos, aquellos en los que estás distraída y puedo apreciar tu belleza.
Si haz dudado de mi cariño hacia ti, creo que estás líneas pueden ayudarte a quitar esa idea, eres hermosa, eres lista, pero sobre todo, eres sólo mía.
Soy la persona más feliz del mundo cuando me dices "hola" o me sonries, porque se que, aunque haya sido para solo un segundo, has pensado en mi.
Te quiere de forma sincera
El hombre que te hace feliz

Loser of the yearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora