¡No te enamores! Me gustas...(Yesung Y Tú)

Capitulo 60 (Parte 1)

Siento aquel alivio que se produce al revelar una verdad y a la vez siento como esa incertidumbre de no poder manejar su reacción aumenta poco a poco.

— ¿Qué estás qué? — pregunta desconcertado.

Parpadeo varias veces mirándolo a los ojos totalmente avergonzada y asustada a la vez. En seguida, ese fastidioso y molesto rubor sube por mi cuello hasta quedarse alojado sobre mis mejillas que ahora queman.

Podría haberme imaginado miles de situaciones de mí declarándome a un chico, y aunque en la mayoría de las veces me imaginaba siendo rechazada, en ninguna de ellas esperaba una pregunta.

Sin darme cuenta doy un paso hacia atrás, quizás haciéndolo para tomar un poco de aire y pensar con claridad, sin embargo Yesung me impide que siga retrocediendo al sujetar mi mano. Sus ojos danzan junto a los míos solo unos segundos para luego posar sus labios sobre los míos.

Cierro los ojos en seguida disfrutando del beso. Me resulta sobrecogedor, al punto que tengo que sujetarme de su camisa con mi mano en puños para evitar que mis piernas tiemblen. Sus pulgares acarician mis mejillas y sus deliciosos labios hacen lo que deben, me besa con atención y delicadeza, me resulta tierno.

Nos separamos para regular nuestra agitada respiración y aprovecho la oportunidad para mirarlo. Está sonriendo, es una sonrisa hermosa, es una grande sonrisa que hace que se le achiquen los ojos. Me gusta verlo así, desde ya empiezo a catalogarlo como una de mis sonrisas favoritas.

— ¿Así que estás enamorada de mí? — pregunta y alza una de sus cejas.

Yo sonrío.

—Lo estoy. — digo en voz tímidamente baja.

Yesung me sonríe y me sujeta el rostro. En un inicio pienso que va a besarme otra vez pero sonrío divertida cuando deja un camino de besos sobre mi barbilla, en mis mejillas y en mi frente. Me mira con fijeza, sus ojos se desvían a mis labios para luego volver a mirarme, sé lo que significa y sé que también quiero volver a hacerlo, así que ninguno de los dos lo piensa mucho y nos besamos. Esta vez es diferente, es suave y profundo, explorándolo todo a la vez.

No pasa mucho tiempo en que un inoportuno sonido se cuela en mis pensamientos.

— ¿Es tu celular el que está vibrando? — cuestiono con voz entrecortada. ¡Qué beso el que me estaba dando!

— Parece que sí, tal vez sea Hyuk — esboza una pequeña sonrisa ladeando la cabeza — ¿me das un momento?

—Oh, sí, claro — respondo alejando mis manos, que sin darme cuenta rodeaban su cuello. Sonrío de nervios — iré a sentarme.

Yesung asiente. Ni siquiera sé porque le aviso que me sentaré, lo relaciono a que estoy impresionada con todo lo que está pasando. Elevo un silencioso suspiro al girarme y camino hacia el sofá que tiene al frente. Noto que Yesung me mira sonriendo, yo le sonrío de vuelta.

Todo esto parece irreal, ¿De verdad está pasando? ¿Desde cuándo yo manifiesto mis sentimientos hacia otra persona? Estoy sorprendida de mi misma porque todavía no puedo creer que me atreví a decirlo.

Observo a Yesung, que revisa los papeles que tiene sobre su escritorio mientras hace una llamada. Mantiene su expresión fruncida, concentrado en lo que está haciendo; se ve increíblemente sexy con unos pantalones negros y su modesta camisa de rayas azules y blancas. Seguramente voy a empezar a babear en cualquier momento.

—Dame unos minutos más, Hyuk. — protesta. No sé cómo será Hyuk de jefe pero supongo que debe ser muy exigente. — Bien. ¿Me estás leyendo la mente?