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Ir por el parque de la mano y completamente juntos, Milo y yo habíamos tenido un gran avance en nuestra relación, sin embargo, no han habido problemas, ni improperios de parte de nadie.
Holiday se retiró del instituto porque se enteró que Milo no volvería con ella, se fue a Kansas a trabajar, donde la habían derivado desde la universidad.
Milo estaba conmigo, sin salir de cuentas, todo era genial junto a él, pues es bastante divertido, alegre y muy tierno; eso me encanta, todo ha sido muy feliz con él estos meses. Era momento de preparar la Prueba de aptitud y los exámenes finales.

En partes, la navidad fue muy bonita para todos:
Nieve por todos lados, comenzó a hacer más frío aún, California estaba cubierto de blanco, como si llevara un vestido de novia, o quizás un gran mantel blanco estuviera sobre la ciudad, incluso podría decir que es brillantina sobre los autos, calles y tejados. Lo complicado de la Navidad en sí, es sacar la nieve con la pala especial, era costoso porque de verdad pesaba mucho, y de verdad, sacarla del tejado era un gran trabajo, pensando en lo difícil de los presentes para tus seres queridos, había olvidado la masiva creencia de Santa en la sociedad infantil, pues me venía un aroma a regaliz y a café al pensar en eso, la navidad era como pensar en el olor a canela, el olor a papel nuevo de los envoltorios de los presentes, los centros comerciales estarían llenos, gente yendo de aquí y allá con las manos ocultas por las bolsas de compras de distinguidas tiendas, y allí el famoso dilema; ¿qué le regalaría a Milo? ¿Qué le regalaría a mamá?. Eran mi única familia cercana, las únicas personas con las cuales paso el mayor tiempo de mi vida. Decidí ir con mamá a comprar el regalo de Milo y fijarme en lo que a ella le llamaría la atención.

- ¿qué tal si le das un oso de felpa? -.
- no, es muy tradicional, pero es una buena idea, quizás un perrito de peluche -.
- buena idea -.
- Milo es un lector, al igual que yo -.
- bueno, puedes comprarle un libro y un perro -.
- buena idea, lo haré -.

Pasamos a las grandes tiendas y la divisé mirando ropa, chaquetas de polar, y cosas, luego la vi mirando perfumes, también telefonía, pero desde luego no tenía tanto dinero en mis bolsillos para pagar un teléfono o una tableta o un computador, no podría.
Pasamos a la librería y el Dilema de qué libro le gustaría, pues si fuera él, compraría uno de Hawking, pero en su biblioteca ya los tenía todos, y pues también le interesaba la política y economía, tomé Fuego y Furia, el libro catalogado para representar a el presiente Donald Trump. Aquello fue fácil, bastante diría yo, así que me dirigí a la tienda de felpa, siempre la consideré de cursilerías bobas, pero las cosas cambian, ahora yo buscaba un perrito para Milo.
Busqué y busqué, pues encontré uno que tenía los ojos muy tiernos, pero yo soy más de gatos, pero sin embargo, compré el perro porque era mas tierno que todos los gatos que habían allí.

Al día siguiente salí con Milo, y compré unas mantas abrigadoras con diseño inglés, se acercaba la gran boda real del príncipe Harry, y mamá estaba vuelta loca, así que decidí comprar aquello, ví un perfume que tenía un parecido a su aroma agradable, aroma a mamá, cosa que amaba, parecía pero tenia una sutileza bastante exquisita, envolví todo y esperé a navidad.

En navidad, a mamá le encantó lo que le había comprado, sin embargo, ella me regaló, unos calcetines rosas nuevos, un nuevo reloj, un Apple Watch Series 2, que me encantó, y pues un sweater rosa pálido que venía con mi silueta y me hacia ver esbelta y como una flor según mamá, lo amé.
Pues al día siguiente le di a Milo su presente, pues el me sorprendió primero y me dio una sorpresa bastante parecida, pero muchísimo mejor.
Me compró un oso gigante de pelaje blanco, de mi tamaño, vaya, quedé en shock cuando lo vi, y pues tenía una cajita, aparte del oso, la abrí y había algo que había deseado por años.
Una pequeña orejilla se asomó y luego el pequeño bebé sacó su cabecita y dijo.
- ¡Miau! -.
El pequeño era blanquísimo y tenía los ojos totalmente azules.
Abracé a Milo como nunca y lo besé como nunca.

- bien, ¿y cómo lo llamarás? -.
- bueno, en primer lugar, ¿qué es? -.
- es una niña -. Dijo sonriendo.
- la llamaré, Mae -.
- ¿Mae?, lindo nombre, ¡hola Mae! -.
- es nuestra pequeña -. Dije riendo.
- por supuesto -. Dijo el.

Amó sus presentes, me levantó por los aires, agradeció todo, y tuvimos una gran velada esa noche, junto a la pequeña Mae.

Someday (Milo Manheim y tú)Where stories live. Discover now