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- disculpa, no sé quién eres, y debo entregar esto -.
- no te preocupes, _______, nos veremos de nuevo, así que no te descuides -. No quise decir nada , solo avancé y me tomó del brazo. - no quiero verte cerca de mi Milo, o si no, las pagarás y quizás el también lo haga -. Me susurro.

La esquivé e fui a dejar mis papeles médicos a secretaría, cuando la secretaria los leyó me lanzó una mirada de lástima.
- ¿te encuentras bien? -.
- mejor -. Dije.
- espero que te mejores -.
- gracias -.

Me fui y Milo se encontraba afuera esperándome.
Intentó abrazarme pero lo esquivé, de verdad no quería tener problemas con esa chica y quizá con su estado mental y por su obsesión por Milo, quizá que haga. Prefiero evitar a Milo por unos días, quizá le hable cuando llegue a casa.

- ______, _______, ¡_________! -. Con el dolor de mi alma, decidí no voltear. - ______ -. Oí pasos que se acercaban a mí cada vez. Avancé mas rápido, pero sin que se notara, quería fingir que no lo había visto y no lo había escuchado, me coloqué los audífonos delicadamente, el plan era que no me viera y coloqué la música.

Comencé a bailar sutilmente, para que notara que tenía los audífonos puestos y no creyera que estaba ignorándolo, aunque así lo era.

Well open to your mind, you see like me, open out your plans, damn your free, so looking to your eyes and you find, love, love, love, love, love.

Me fui cabizbaja al escuchar  aquella canción, pues, de inmediato recordé a Milo.
Algo me hacia sentir Milo, algo fuerte y extraño que nunca antes sentí. Pero debía alejarme de él, no quiero más problemas, quizá resbale de la escalera otra vez, prefiero alejarme de el a poner mi vida en riesgo.

Me dirigí a mi casa caminando, tranquilamente por la vereda, necesitaba caminar y estar tranquila, reflexionar sobre todo, de manera completamente relajada, necesito entrar en mi propio cosmos mental.
Algo me golpea y caigo repentinamente, aunque sutilmente y no de manera brusca, una bicicleta, el chico que iba sobre ella, se detiene y baja de la bicicleta.

- oye, ¿estás bien? -. Preguntó el chico brindándome la mano para ayudar a levantarme.
- si gracias -. Acepto su ayuda y me levanto.
- lamento esto, pero toqué el timbre de la bicicleta cinco veces y tu al parecer no escuchaste -. Le mostré mis audífonos y le sonreí. - ya entiendo, no te preocupes, pero, ¿no te hiciste daño? -.
- pues al parecer no, el único dañado aquí fue mi vestido, mira, ha! Caí y se ensució mi vestido -.
- lo lamento, discúlpame, de verdad -.
- descuida, tiene reparo, no es el fin del mundo -. Le sonreí y pues el también lo hizo, era un chico alto, casi como Milo, tenía el cabello castaño y rizado, era muy blanco y sus ojos eran color miel.
- ¡qué modales los míos! -. Dijo tocándose la frente. - soy Shawn, Shawn Mendes -.
- ¿Shawn? Vaya nombre, soy _______, Smith -.
- ¿_______? Ese si es un nombre -. Reí.
- bueno, Shawn, tengo que irme -.
- si, yo también, ¿vives por el vecindario? -.
- pues si, ¿y tú? -.
- pues claro -.
- genial, algún día nos veremos -.
- pues creo que si -.
- esta bien, me voy -. Dije.
- adiós, _______, lamento lo de tu de vestido -. Se despidió y subió a su bicicleta.

Entré a casa y mamá no había movido un pie de la cama, pues, los trastes que dejé en el lava platos aún seguía allí. Subí lento, pero apresurado, entré a su habitación y se encontraba en el piso, con un frasco de pastillas vertido en su mano, me acerqué.

- ¡mamá!, ¿cómo te encuentras?, ¡mamá!, ¡MAMÁ! ¡Despierta por favor! -. No se movía.

Tomé mi teléfono y marqué el 911.

- 911, diga su emergencia -. Dijo una voz femenina tras el teléfono.
- por favor, traigan una ambulancia, mi mamá no se mueve, ¡tráiganla ya! -.
- tranquilícese, no rompa la calma, dígame la dirección y la ambulancia llegará al rededor de diez minutos -.
- Flights, #3086 -.
- gracias, mandaremos ya una ambulancia -.
- gracias -. Dije. Corté, necesitaba ayuda.

Mi teléfono sonó, era Milo, tenía miedo en contestar, pero de verdad necesitaba ayuda.

- ¿________?, ?te encuentras bien? Hoy te fuiste sin mi -. No contesté, estaba el borde de las lágrimas. - ¿________? -.
- necesito ayuda -.
- ¿que ocurre? -.
- mi mamá no responde, está en el piso y no despierta -. Me largué a llorar.
- _______, no te muevas, llegaré en dos minutos -.
- gracias -. Cortó.

Me quedé allí con mi madre, hasta que oí la puerta.
Bajé casi corriendo y abrí.

- ay Milo, estás aquí, llamé a una ambulancia -.
- ¿donde se encuentra? -.
- arriba -.

En cuestión de minutos llegó la ambulancia y subieron a mamá, me fui con ella y pedí a Milo que viniera conmigo.

Someday (Milo Manheim y tú)Where stories live. Discover now