Someday (Milo Manheim y tú)

11

Me encontré en una camilla, al parecer era un hospital, me acomodé y pues la cabeza me comenzó a palpitar, de modo extraño, pero era un dolor insoportable, tanto que hasta pensar dolía un montón, palpo con mis yemas y tengo una venda cubriéndome la cabeza, saco mis dedos y al parecer esta húmeda, miro mis dedos y tienen un rojo pálido, me doy cuenta que es sangre y trago saliva; miro los alrededores, me siento extraña, un poco cohibida, pero el dolor permanece, palpitante y severo. La manilla de la puerta se sacude y alguien aparece, es mi madre.

- _______, despertaste -.
- pues, creo que si -.
- que alegría me da, ¿te sientes bien? -.
- algo, pero me duele demasiado la cabeza, ¿qué ocurrió? -.
- bueno, unas chicas de la escuela te empujaron y caíste escaleras abajo, si Milo no te hubiera traído, creo que ya hubiera sido tarde -.
- disculpa, pero, ¿quién es Milo? -.
- ¿no recuerdas a Milo? -.
- no -.
- Milo, tu mejor amigo, con el que siempre sales y te diviertes, estudias junto a el, hacen casi todo juntos -.
- ¿Milo? -.
- si, ¿no recuerdas? -.
- no -.
- ¿recuerdas a tus amigas, Maxeen y Alex? -.
- no -.
- la escuela -.
- muy poco -.
- la filosofía, la historia, la física, las matemáticas, la literatura, los libros -.
- eso es difícil de olvidar -. Hizo una expresión de alivio -.
- ¿tu padre? -.
- no -.
- bueno, hija, espera, ya vuelvo -. Dijo yéndose.

¿Qué estaba pasando conmigo?, no podría ser que haya olvidado cosas, yo no soy así, se supone que mi memoria trabaja mejor que mis otros órganos, preferiría mil veces perder un riñón a que la conciencia.

Mamá llegó minutos después con la compañía de un doctor.

- _______ Smith, ¿verdad? -. Dijo el doctor.
- eso creo -.
- muy bien, examinamos tus radiografías cerebrales y al parecer tienes una leve contusión o lesión en la corteza cerebral, lo cual es normal que hayas prolongado aquella amnesia, el golpe fue fuerte, caer de dieciocho escalones no es cuestión ligera, verás, recuperarás la memoria a mas tardar un mes, por lo tanto, al recuperar la memoria, debes venir a hacerte otras radiografías para ver como va tu lesión, sin embargo, no debes tener esfuerzo ni tensiones en concentrarte, prohibido el estrés y el forzar la mente al estudiar -.
- pero, amo estudiar -.
- lo sé, pero tenemos un papel que dice que prácticamente tus exámenes tendrán menos dificultad, o serán evaluados al bajar la escala, porque no puedes estudiar mucho, solo diez minutos al día y sin tensión, o al contrario los resultados no serán agradables, puedes pasar a un estado mas grave, y allí no hay mucho que podamos hacer -.
- esta bien, lo haré -. Dije de mala gana, pero sin demostrarlo.
- bueno, hasta luego, tengo otros pacientes que atender -. Se retiró.

Quedé pensando en la amnesia, pero como dijo el doctor, no podía usar mucho la cabeza, no quiero estar en condiciones de riesgo vital, ¿amnesia? ¿Porqué?, mamá salió de la habitación, porque no dije palabra alguna. ¿Qué iba a hacer ahora?, de repente siento el brazo derecho con peso, lo levanto y mis peores pesadillas se encontraban allí. Mi brazo estaba enyesado, el brazo que utilizaba para escribir, con el que hacía la mayoría de las cosas, me dieron ganas de gritar, llorar, saltar de rabia, pero no podía, y aparte, mi cabeza dolía tanto que apenas podía hacer movimientos.

- _______, tienes visita -. Dijo mamá entrando, detrás de ella venía un chico con flores.
Miré al chico, pues se trataba de un chico alto, delgado, y bastante guapo.
- ______, ¿cómo te encuentras? -.
- pues, tal como luzco -.
- linda -. Dijo sonriendo.
- no luzco linda -.
- siempre luces linda -.
Miro a mamá.

- ¿quién es el? -. Le susurro.
- Milo -. Me responde ella con un susurro.
- ah, Milo -. Digo en voz alta.
- dime -.
- nada -.
- ¿qué ocurre? -.
- Milo, ¿crees que podemos hablar afuera un segundo? -.
- si claro, señora Smith -.
Salieron ambos.

Era obvio, mamá le contaría todo al chico, de que yo sufría amnesia, pues he perdido parte de mis recuerdos, pero eso no me hace menos lista, después de unos minutos entraron y el chico venía con una expresión fría; se acercó a la mesita de noche y dejó las flores en el florero, se sentó en un borde de mi camilla.

- bueno, los dejaré hablar -. Dijo mi madre cerrando la puerta.

El chico me miró profundamente y respiró hondo.
- ______, así que tienes amnesia -.
- lo sé -.
- ¿no logras recordarme? -. Negué con la cabeza. El chico soltó un espasmo. - todo esto fue mi culpa, lo siento mucho, ______ -.
- ¿tu culpa? ¿Por qué?, mamá mencionó que tu estabas allí, ¿qué ocurrió en verdad? Porque quiero saberlo -.
- bueno, todo ocurrió tan rápido, pues iba de paso a bajar la escalera, no sabía que se trataba de ti, hasta que escuche que discutías con unas chicas, entonces me apresuré en bajar aun mas, cuando llegué, ya era tarde, te encontrabas en el suelo sangrando y no teniendo noción de nada en absoluto, pues, te levanté y las chicas se fueron corriendo, te llevé en mis brazos hasta aquí y llamé a tu mamá de tu teléfono, estaba muy asustado, ______, hasta creí que... -.
- había muerto, lo se y me salvaste la vida, te agradezco por eso, pero hay algo que no me calza aun, ¿por qué dices que fue tu culpa? -.
- porque escuché algo, las chicas estaban juzgándote mal porque yo no les quise hablar cuando llegué a este instituto, porque pasaba el tiempo contigo, y no me importaba las demás, y ellas se descargaron contigo, lo siento, si hubiera llegado antes -.
- no creo que haya sido culpa tuya, fue de ellas, por no entender los buenos amigos que somos -.
- ¿amigos? -. Rió.
- ¿acaso no lo somos? Estoy confundida, mamá dijo que... -. Me besó.
- somos novios, fue por eso, la verdad, no merezco que me hables -.
- no fue tu culpa, ya lo dije, fue culpa de ellas por meterse con mi novio -. Sonreí y el también lo hizo.
- eres la mejor, ¿aún no me recuerdas? -.
- no, pero me gustas -. Reí.
- eres muy linda cuando sonríes -.
- no lo creo, estoy hecha polvo -.
- pero un polvo bastante brillante -. Reí.
- eres lindo -.
- pues tu eres más linda -.