Someday (Milo Manheim y tú)

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- ¿que haces aquí? -. Dije borrándome la sonrisa que solía tener en mi rostro.
- bueno, volví por si me necesitabas -.
- no lo hago -.
- pues ya veo que no, estabas hablando con ese chico con una sonrisa de oreja a oreja, ¿te gusta? Dime -.
- no, ¿qué te ocurre, Milo? Lo conocí hace poco, es del vecindario, y, ¿por qué debo darte explicaciones? -.
- porque eres mi novia y yo quise explicarte lo mío -.
- estuve pensando y estoy casi segura de tu y esa chica están planeando algo contra mi, no lo se, lo presiento, dime, ¿cómo esa chica consiguió mi número de teléfono? -.
- _______, está en tu expediente escolar, cuando Holiday vino a pedir trabajo a este instituto, revisó tu expediente y furiosa de venganza te envió mensajes -.
- ¿y como sabes eso? -.
- me encargué de investigar -.
- ¿cómo estás tan seguro de que fue así? -.
- porque ella tenía tu expediente en su carpeta cuando discutí con ella esta mañana -.
- no se si creerte -.
- no lo hagas, no me importa que me creas, bueno, la verdad es que si me importa y bastante, pero no puedo forzarte en esta situación que estás pasando, solo me importa que me perdones y que me des el honor de dejarme acompañarte hasta que te llamen -.
- no estoy segura, Milo -.
- no te preocupes, será a tu manera, no me acercaré mucho a ti si lo deseas, no te hablaré si lo deseas, pero déjame acompañarte -.
- hablaremos las cosas, ¿si? -.
- gracias, _______, no sabes cuanto te lo agradezco -.
- y dime, ¿por qué te interesa tanto quedar bien conmigo? -. Dije de manera interesada, pero a la vez quería descubrir algo, en su expresión lo diría todo. Al parecer lucía bastante tranquilo con todo.
- es fácil, porque te quiero y que te enojes conmigo me duele bastante -.
- ¿de verdad es así? -.
- claro -. Pues si este chico mentía no se le notaba para nada. No respondí hasta llegamos.
- tengo hambre -.
- ¿hambre? -.
- si, pero no tengo ganas de regodearme y comprar cosas caras, mamá está en el hospital luchando por su vida y yo acá disfrutando de la comida -.
- tranquila, ¿que deseas comer? -.
- quizás una sopa de esas que vienen en un sobrecito -.
- no podemos comer eso -.
- ¿por qué no? -.
- porque no me gustan -.
- ay, el señor millonario -. Le bromee.
- no soy millonario, pero, ¿que tal si hacemos quesadillas? Comida bastante normal y fácil de hacer.
- bueno, bueno -. Dije.
- ¿vamos al supermercado? -.
- creo que tengo lo necesario -.
- ¿puedo corroborar? -.
- claro, haz lo que quieras, excepto ensuciar -.
- si, si, entiendo -. Comenzó a buscar en las alacenas. - ¿tienes masa para burritos? -.
- no, pero podemos hacerla -.
- ¿tienes harina de nuez? -. ¿Qué clase de harina era aquella?.
- ¿harina de nuez? -.
- claro, ¿tienes aceite de oliva? -.
- si, claro -.
- ¿champiñones? -.
- no tengo -.
- ¿cebolla? -,
- si hay -.
- ¿mantequilla? -.
- si -.
- ¿queso? -.
- muy poco -.
- bueno, esto es una emergencia, debemos ir al supermercado enseguida -. Dijo con una voz de locutor.
- por supuesto -. Dije indecisa.
- claro que si -. Me tomó la mano y me llevó afuera. Cerré la puerta y comenzamos a caminar.
No hablamos en todo el camino, solo nos miramos. Si no me equivoco estábamos a tres cuadras de llegar al supermercado.

- ¿qué tenemos que hablar? -. Preguntó.
- pues, necesito saber si me estás diciendo la verdad de todas estas situaciones que van ocurriendo -.
- ¿por qué te mentiría? Eres mi única amiga mujer, la dueña de mi corazón, me duele que dudes de mi -.
- soy humana, y sabes que me gusta cuestionarme las cosas -.
- pero cosas como esta, duelen -.
- lo sé, perdón por eso -.
- tranquila, mientras no vuelva a ocurrir, todo estará bien -.

Habíamos llegado al supermercado, y comenzamos a vagar por los pasillos buscando los ingredientes. El chico bicicleta estaba allí, se acercó.

- ¡hey, _______! No pensaba encontrarte aquí -. Dijo algo desolado pero sin embargo, alegre.
- lamento, esto fue de imprevisto, me dio hambre y ya sabes -. El chico de la bicicleta miró a Milo.
- un gusto, Shawn Mendes, vecino de ______ -. Dijo con respeto, tendiéndole la mano. Milo la tomó. Ese era su nombre ¡Shawn!.
- Milo Manheim, un placer, novio de______ -. Shawn me lanzó una mirada indecisa pero acompañada de una sonrisa.
- bueno chicos, luego nos veremos, debo ir a pagar, adiós -. Se despidió.
- adiós -. Dijimos al unísono.

Milo me miró.

- simpático el chico -.
- lo sé -.
- ¿como se conocieron? ¿Son vecinos muy cercanos? -.
- la verdad no, el vive a unas cuadras de mi casa, nos conocimos hoy, cuando venía caminando hacia acá, y el me chocó con su bicicleta y me pidió perdón, no huno accidentes -.
- genial -. Dijo Milo irónicamente. Lo ignoré.

Al volver tuvimos una tarde de quesadillas, no reímos a carcajadas, pero si reímos, muy despacio. Milo me ayudó con los trastes y se fue, pues yo me quedé, mañana no asistiría al instituto ya que podían llamarme del hospital, tenía que estar totalmente preparada.